El Legítimo Rey

Luchando con el corazón

Ambos se quedaron en silencio, disfrutando de la presencia del otro, mientras observaban el hermoso lago y la bella arquitectura natural de la cueva, se sentía como si conversaran con el pensamiento y sus almas llegarán a un acuerdo.

— Ese día, te escuché — dijo Terry mientras terminaba el último bocado del pescado.

— ¿ah?

— Escuché como enfréntaste a mi hermano, te aplaudí, no me viste pero te hice una ovación de pie, en mi mente — sonrió al escucharse.

—siempre e admirado tu valentía, tu destreza con la espada, y ese corazón de oro que tienes, pero que temes mostrar.

Camila sonrió un tanto sorprendida y un poco incomoda, pensaba que estaba lista, pero tal vez se engañaba.

— siempre y cuando no se hable de perros— Añadió tratando de suavizar el ambiente.

Ella abrió su boca, mostrando una sorpresa exagerada por el comentario, Terry se escudo en si mismo, como una señal que reconocía que había sido una broma cruel.

Rieron por un momento, pero nuevamente Terry Volvió a ponerse serio.

—sé que no volviste, por la amenaza que te hizo sobre tu familia, eso fue ruin, pero te agradezco el haberlo intentado, algo me decía qué serías la primera que vería al salir del palacio y me alegra no haberme equivocado.

Camíla bajo la mirada sintiéndose un poco avergonzada, no sabía que Terry la había escuchado, la verdad le dijo palabras fuertes a Marcus, de haber vuelto, de seguro él hubiese encontrado el motivo para meterle al calabozo o peor, cumpliría la amenaza de borrar a toda su familia del mapa.

— Se que te molesta que te diga estas cosas, te prometo que será la última vez, a menos que inicies tú — dijo Terryus colocando su mano sobre la de Camila, y entrelazando sus dedos.

—Nunca dejé de pensar en tí, el primer año fuiste la razón de que no enloqueciera.

—¿ Y el segundo año?— Preguntó de forma espontánea.

— El segundo año, mi padre empezó a enviar médicos, enfermeras , curanderos, las primeras semanas trataban de ayudar, o al menos eso parecía, pero luego eran remplazados, escuché qué muchos de los que ya habían sido relevados desaparecían o eran muertos en accidentes extraños, nadie podía confirmar el porqué, pero, si yo en cama, tenía sospechas de mi familia, imagino que en las calles se aseguraba— Terryus tomó aire, recordando con pesadez algunas de las conversaciones que escucho.

— Muchos de ellos llegaban a la fuerza, como seguro Sofía llego allí, todo bajo una mascara de voluntariado falsa, algunos de ellos, pensando que yo no podía escuchar, o sentir, hicieron cosas terrible conmigo, cada vez que los guardias se distraían, o dejaban la brecha del cambio de puesto, ya qué no todos estaban de mi lado— dejó de hablar, el nudo en su garganta le obligó hacer una pausa brusca.

El recordar su tiempo en esa cama, le invadía de dolor e impotencia.

Por un segundo, Terryus creyó ver los ojos de Camila inundados, podía sentir como le estaba afectando escuchar esa parte de su historia.

— Quisiera poder jurar que mientras este viva no pasaras por algo así nuevamente, el mundo al que perteneces, está fuera de mi alcance, tú estás fuera de mi alcance, a veces siento que solo puedo ser espectadora y pensar en ser algo más seria pedir demasiado.

las mejillas de Camila comenzaron a sonrojarse al notar como Terry la miraba, esa mirada que no escondía para nada sus sentimientos por ella y qué hacía que le temblaran las piernas.

—¿ Cómo alguien puede ser tan segura para pelear, tan segura en cualquier otro aspecto de su vida, pero cuándo se trata de lo que sientes, no conozco a nadie con más inseguridad.

— ¿inseguridad dices?, sabés qué, tienes razón, y como vences tus miedos luchando contra ellos—
respiró profundamente cambiando su mirada y su actitud, —mírame ser insegura entonces.

Camila se levantó, bajo la mirada expectante de Terrys, colocada frente a él , se mordió el labio, respiro y de forma impulsiva se sacó la blusa, se quedó unos segundo inmóvil deleitándose en la expresión de asombro de Terry, quién se ruborizó enseguida, esté la recorrió con la mirada sin notar que su boca estaba abierta, ella colocando la punta de su dedo en su quijada, le cerró la boca para sacarlo de su trance.

Terry trago en seco, dentro de sí, se repetía qué era un caballero, que Camíla era demasiado impulsiva, y cómo siempre terminaría arrepintiendose , pero su voz interna fue silenciada al ver como camila caminaba al lago mientras se sacaba los pantalones lenta y provocativamente, sabiéndose observada, se lanzo de clavado , Terry no pudo apartar la mirada.

— De verdad que no puedo entenderte—musito— ¿tienes planeado volverme loco mujer?— le gritó mientras colocaba sus brazos sobra su cabeza, mientras la veía alejarse nadando.

— Está deliciosa, ¿vienes? o aún me tienes miedo.
— ja ja ja, imitó una risa sarcástica, no me provoques Camí, nunca te e temido, sabes que es al revés?
— ¿y qué?, no aguantas la presión principito?, ¿ Estás seguro que no te volviste cobarde ? , porque eso que noto de tu lado, me parece que es duda y miedo, su real majestad— dijo en tono muy burlón.

Sin pensarlo más, con una sonrisa en sus labios y aceptando el reto, Terry se quitó la ropa y entró de un clavado al lago.

Camila nadó un poco más lejos, buscando jugar a las carreras.
se detuvo buscando a Terry pero se le había perdido, giró sobre su propio eje, hay demasiada calma, casi grita su nombre, cuándo es sujetada por el tobillo izquierdo y hundida unos segundos.

— Casi me matas del susto, no lo vuelvas hacer.

— Como mande la señorita— dijo mientras sus rostros se acercaban, pegaron sus frente y cerraron los ojos unos segundos, como queriendo plasmar ese momento en sus memorias.

Camila tomo una de las manos de Terry que estaban apoyada en su cintura y la llevo hasta su busto, acercó su boca buscando besarlo, pero el retrocedió unos centímetros, mientras deslizaba su mano hasta la cintura nuevamente.




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