El Liberado

¿Qué más da?

Las envolturas de galletas y dulces yacen a mi alrededor. Cuando Rick dijo que tardaría un mes entero en comer mi reserva de comida de emergencia no sabía lo rápido que comía después de un golpe bajo. Después de la pelea me fui corriendo y me encerré en mi habitación para comer toda la comida cerca de mí pensando que así me sentiría mejor, es un hábito que se hizo muy común con los regaños y el bullying, me refugié en la comida pensando que llenaría el vacío. Jamás lo hizo. Sigo llorando al borde de mi cama y culpándome de mi nueva traición. A veces me odio tanto por esto, por ser tan problemático para todo el mundo, incluso sin hacer nada soy toda una molestia para muchos. Me cuesta encontrar las razones para ver que yo no tuve nada que ver, que sigo siendo la víctima y no el victimario. ¿Qué estoy haciendo mal? Quisiera saberlo.

No tardan en tocar la puerta miles de veces, esperando que les abra.

— ¡Quiero estar solo ahora!

Los golpes en la puerta desaparecen y sigo llorando. Estoy en un bucle de traiciones y muertes a mi alrededor, perdí la poca motivación que me quedaba. Pensé que quitando a los traidores y perdonando a los que se arrepienten de lastimarme mi vida sería mejor y tendría menos por lo que sufrir, pensé eso porque sufro más, tengo más razones para querer quedarme a llorar y culparme, a aislarme más por miedo a todos incluido a mí mismo.

 

 

Jayden y Hannah me convencen de ir a comer, estamos en una de las horas poco concurridas porque sigue habiendo refugiados que afortunadamente no me reconocen por falta de imágenes y algunos están en su descanso. John está ocupado y en su lugar CJ vino a consolarme. Los demás están en otras cosas y Millie también decidió separase del grupo por la paz. Esta vez no me dejan comer por cosas del desequilibrio digestiva o eso me dijo CJ, pero eso no me impide pensar que estoy comiendo una deliciosa hamburguesa con tocino, jamón y queso de dos pisos acompañada de papás fritas. Lo dolores de cabeza inician tan pronto le doy una mordida invisible a mi hamburguesa, sé lo que significa, Aarón está a punto de lanzarme un ataque de advertencias y pensamientos sobre una tal Andrea y lo arrepentido de abandonar a sus gemelas sin estar presente en su infancia, eso sí me deprime realmente.

«¡Ayuda!» «No debes hacerlo» «¿Por qué?» «No debí hacerlo» «No me odies» Es imposible sacarme esos malditos pensamientos, no puedo escuchar ni mis propios pensamientos, está siendo más agresivo de lo que ha sido. «Axel, cuidado» «No dudes en hacerlo» «Me arrepiento mucho de…» «Me odiaré siempre»

— Axel, ¿Estás bien? —me pregunta CJ, no hemos hablado demasiado desde hace mucho, nos acercamos y nos alejamos en poco tiempo.

«No cometas lo que hice» «¡No lo hagas!»

— Es Aarón, no puedo pensar —tal vez le grité, veo que los demás se me quedan viendo.

«No, no, no, ¡no!» «¿Por qué lo hice?» «Axel, es mi culpa» «No cometas mis mismos errores» «¡Auxilio!». Mi pulso se acelera, estoy aterrado y confundido. «¡Él es el malo, no yo!» No sé qué dice y es demasiado para mí. «No me olvides» No sé si lo haga con todo lo que me ha provocado. «Me odias, ¿verdad?» ahora no puedo sentirme mal por odiar a alguien que ni está vivo del todo. «Debí hacerlo bien» «Soy un monstruo, no tú» No, Aarón, yo soy un monstruo, tú eres un alma atormentada. Me volveré loco. «Maté a todos» …

— ¡Cállate de una maldita vez! —le grito a Aarón dando un golpe fuerte a la mesa. Y entonces pasa lo más bello que me ha pasado, silencio. El bello silencio en mi cabeza, sin pensamientos, sin advertencias y acusaciones que yo mismo hago.

— Oigan, tienen que ver… —Robert para en seco al verme todo sudado, desesperado y con la apariencia de un cadáver.

— Aarón se puso pesado, ¡sigan con lo suyo, ya pasó la crisis! —eso último se los aviso a los demás que están anonadados de ver a un chico gritarle a la nada en un comedor casi en silencio.

— Enserio debes tomar un somnífero, ya es preocupante —arqueo una ceja recordando que nunca en mi vida tomaré drogas—. O podemos resolver lo más rápido posible lo que Aarón quiere para que te deje tranquilo. Tocando otros temas, Shay se topó conmigo en una sala recreativa y quiere enseñarles algunas cosas que estuvo diseñando para nosotros, son trajes de súper-héroes.

— ¡Oye, ahora sí tenemos esos trajes de spandex de los que hablaste! —Hannah desentierra un recuerdo de nuestra mi primera conversación, cuando le dije que solo nos faltaba un traje de spandex para ser un héroe tradicional.

— Si diseñó cascos ya pongámosle nombre al grupo, el que no tenga problemas de copyright gana —bromeo con lo de las identidades de súper-héroes, debería de decirle a Jayden para que le aclare a Shay todo y tenga un casco o una máscara.

Cuando vamos en pleno camino me espero a llegar a la zona que parece un desgraciado laberinto para que Jayden y Hannah me puedan sostener en caso de desmayarme o algo por el estilo, ella ya lo sabe.

— Jayden, hablando del tema de la identidad doble y todo eso, ¿debería agregarle una posible máscara o prefieres que te censuren el rostro? —tal vez haya sido la peor pregunta, pero sirve.

— Depende del diseño, no quiero que se vea de sobra o tal vez ya lo incluye. Debe ser especial.

Los diseños son increíbles, y decir increíbles es como reducirles el valor. Incluso tiene uno de esos pliegos de dos metros para cada traje, el mío tiene espacio de sobra para anotar cosas extras y dibujar mi cabello hondeando con el aire a través del casco azul con una abertura en la parte superior, diseñado para cubrir mis ojos a través de un visor. El resto del traje es azul, con mi marca en el centro del pecho desplegando cuatro haces blancos, los superiores terminan en las costuras, como lo dicen las anotaciones de arriba, y los de arriba se extienden por la mitad superior de las mangas, luego está mi cinturón con una hebilla plateada, por debajo hay dos largas líneas blancas a los lados exteriores y una por encima de la rodilla creando la ilusión de ser shorts. Las botas y guantes son azules con bordes plateados y tiene un tanque de agua escondido para hidratarme. El traje de Hannah consiste en una maya blanca sin magas y con un cuello más alto que los otros trajes, el traje tiene por encima una especie de leotardo con forma de “Y” y de un magenta, con anchos brazaletes del mismo color y bordes blancos, al contrario que sus botas, y la hebilla es similar a la mía con las esquinas redondeadas. Estaría a punto de quejarme por sexualizar a Hannah descaradamente, pero en las mismas notas explica que como ella puede transformar su cuerpo en materiales duros se puede dar el lujo de ser menos protector y más informal. El de John es color aguamarina con el contorno de un rayo a la mitad del pecho y dejando la parte derecha de color negro contrastando con la hebilla con forma de trapecio, tanto las botas como los guantes tienen bordes plateados y el resto es negro en el caso de los guantes y aguamarina en el caso de las botas.



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En el texto hay: armas biologicas, venganza, heroesyvillanos

Editado: 18.02.2023

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