El Libro de las Especies

03-El Caso del Medallón del Vampiro

-La mente abierta, Aredia, te estrenaras con un viejo cliente.

 

Más imposible, estaba emocionadísima, el taxi les había dejado en la entrada de una gran feria, carpas de colores se alineaban en dos filas entre puestos, jaulas y farolas adornadas con cintas de colores, el letrero del arco decía “Extravaganza” en letras brillantes y un pregonero recibía a los visitantes tocando el acordeón.

 

-¡Pasen, pasen!, ¡Lo mas bizarro, lo mas extraño, lo más insólito, solo aquí!, ¡Asómbrense con la mujer caníbal y el hombre sin rostro!

-¿Es un circo de fenómenos?-pregunto Aredia extrañada.

-Sí pero esa es su palabra-de pronto le tomo de la mano.

-¿Qué…que hace?

-No soporto a las multitudes-explico, ligeramente apenado-son ruidosas, desordenadas y uno se pierde, tu aguántame.

-¿Tienen el valor para atravesar el túnel de los horrores?-el pregonero les vio-¡Ah!, Malquiur Malcon, el mago de los enigmas.

-Hola, Felipe, veo que no has cambiado el acordeón.

-Seria como cambiar a mi hermana-rio-¿Quién viene contigo?

-Mi nueva asistente, Aredia, recibimos una llamada.

-Ya veo, el jefe se encuentra en su camerino.

-¿Cómo esta?

-Ha tenido días mejores-Malquiur frunció el ceño, a Aredia tampoco le gusto la forma en que lo dijo.

-Vamos-pronto volvieron a oír la música desentonada.

-¡Pasen!, ¡Tenemos juegos para toda la familia!

 

Atravesaron la avenida en medio de las tiendas, Aredia iba mirando para todos lados, no solo porque nunca había ido a una feria sino porque le resultaba increíble que algo como una feria de fenómenos existiera en aquella época, en las jaulas no había animales sino personas con aspecto de animales que chillaban y trataban de agarrar a los pasantes, en vez de payasos había un grupo de enanos disfrazados de insectos que recorrían los alrededores produciendo cliqueados graciosos, las diferentes tiendas tenían letreros clásicos, dibujados a mano, que mostraban al hombre fuerte, al contorsionista, al traga sables, al adivino y todo ese género que a uno le sonaba por las películas, una taquilla con la forma de la cabeza de un tigre daba paso al mentado Tunel de los Horrores, que había sido montado y parecía dar una vuelta de rosca al recinto pero ellos, como la mayoría, iban a la carpa principal donde se anunciaban los números más espectaculares.

 

En una mano llevaba la maleta bien sujeta porque no le daban ni pisca de confianza los enanos disfrazados y de la otra llevaba a su jefe…que cosa más rara, no había ido de la mano con alguien desde niña, pero al menos si era claro que allí no había segundas intenciones, la mano del señor Malcon le apretaba más fuerte cuando entre más personas se encontraban y este mantenía la vista en el suelo, alzándola solo para calcular que iban bien; al llegar a la carpa principal no entraron por la taquilla sino que se hicieron a un lado y rodearon hasta hallar una segunda entrada, o más bien la salida de actores, y por allí se metieron.

 

-¡Ah!

-¡Hola, Divine!, ¿te interrumpimos?

-No, no, querido, solo tomaba un tentempié.

 

Sentada a una mesita estaba la mujer más monumental que Aredia hubiera visto nunca, no podría decir que era obesa, simplemente era enorme, tenía un cuerpo redondo y torneado como esculpido en mazapán, de hecho toda ella tenía un aire de confitería graciosísimo, con su vestidito en colores pastel, su cabellera de bucles de muñeca y su carita increíblemente dulce, personas así no parecían del mundo real, se limpio la boca con un pañuelo brocado y fue a saludar, la mano con la que saludo a Malquiur era el doble de ancha que la suya.

 

-Vine tan pronto como pude.

-Grimm se pondrá contento, ¿y quién es esta deliciosa criatura?

-Mi asistente.

-Me llamo Aredia-saludo, un poco nerviosa de que le mirase como si fuera una galleta-mucho gusto.

-Que dulzura, me la comería ya mismo.

-Después, primero vamos a ver a Grimm.

 

Aredia cayó en la cuenta entonces, según los letreros la apachuchable Divine se presentaba como “La Mujer Caníbal”, aunque aquello no podía ser literal, igual se pego más a su jefe mientras les guiaban hasta la sección de la carpa donde el famoso Grimm tenía su camerino.



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En el texto hay: especies sobrenaturales, detective, magia

Editado: 18.02.2019

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