Capitulo 34

Michael:

— ¿Seguro que funcionó? —pregunto a Jhon quien me habla muy tranquilo por el teléfono, su tranquilidad me enferma.

—Si Michael, si funcionó en el ritual, bloqueamos cualquier rastro de poder lobuno aparte de que reprimimos un poco el poder de bruja que tiene, ella está bien, todos piensan que es una bruja nivel uno.

— ¿Y Nath? ¿Ella estuvo ahí? —no me gusta estar tan lejos de ella, me hubiera gustado estar en el ritual para supervisar todo, pero no pude, eso me pone nervioso.

—No, seguimos todas tus órdenes solo estaban las personas que me iban a ayudar con el ritual y los padres, ya cálmate todo va a estar bien —suspiro algo aliviado.

— ¿Y cómo está?

— ¿Quién? —Dios ayúdame que lo voy a matar.

—Oriana —dije entre dientes.

—Pues mal, muy mal, Nath me llamo preocupada porque no salía de su habitación —ríe—, vaya cumpleaños tan horrible —debí llamarla, pero debo estar concentrado si quiero que las cosas me salgan bien.

—Hum...y ¿por qué tú hablas con Nath por teléfono? —ríe nervioso.

—Aquí viene don celoso, yo fui quien realizo el ritual, me llamo para preguntarme si algo había salido mal y le dije la verdad que en realidad es mentira aparte somos amigos desde hace mucho —le dije que cuidara el aquelarre bien mientras regreso me fui a despedir, pero como él es él, empezó a hacer preguntas.

— ¿Ya realizaste el ritual?

—No.

— ¿Cuándo lo harás?

—Si dejaras de hacer preguntas lo haría feliz y con mucho gusto, así que adiós.

— ¡Espera! —gruñí furioso

— ¿Qué demonios quieres? —mi paciencia se acaba.

—Sabes que no puedes reprimir los poderes de Oriana por siempre, ¿verdad?

—Lo sé, no tienes por qué recordármelo.

—Lo que trato de decirte es que tengas cuidado, no la subestimes, eres uno de los hechiceros más poderosos que he conocido, pero ten en cuenta que cuando Oriana sepa lo poderosa que es y recuerde lo que le hicieron, ni tu ni nadie podrá detenerla —bufo.

— ¿Por qué crees que hago lo que hago? Todo el poder que ella tiene es mío, ella me lo robo y lo peor es que sé que no es lo suficientemente fuerte como para controlarlo.

—Ella no te robo nada, sabes perfectamente cómo funciona el ritual para pasar el poder de un hechicero a otro, todo el poder que tenía tu padre iba a pasar al primogénito que tuviera la fuerza para portarlo, todo eso lo deciden los dioses y ancestros.

—Exacto, yo era ese primogénito que debía portarlo —hablo entre dientes y aprieto el teléfono— Samantha nunca debió nacer, ella jamás debió tener ese poder, puede ser mi hermana y la amo, pero jamás perdonaré que me haya quitado lo que me pertenece.

—Michael piensa Dios santo, ella no sabe cuan poderosa es, ni siquiera sabe quién es, hazme caso y deja de cegarte por cosas del pasado, ayuda a tu hermana y se el líder que tu padre le hubiera gustado que fueras.

—Vete a dormir, no necesito tu lado terapeuta ahora —respiro y me tranquilizo—. No podrás hacer que cambie de opinión —él iba a decir algo, pero colgué.

Samantha podrá ser mi hermana, pero ella nunca será lo suficientemente fuerte para controlar el poder que porta, el nerviosismo de Jhon me parece estúpido, ni que fuera tan peligrosa. Bloqueo su poder por su bien, pero en su debido tiempo todo ese poder acumulado cuando sea liberado la matara, puede que sea mi media hermana, pero no es más que una bastarda que nunca debió existir.

Llego a la encrucijada del lugar donde hare el ritual, me coloco en medio del pentagrama y observo a mí al rededor que los sacrificios estén en su sitio: un curandero, un alma pura, un guerrero y carne de perro. Llamo a mis aliados para verificar que los medallones que usare como puente entre el mundo de las sombras y nuestro mundo estén en su lugar, esos medallones están en los aquelarres de: Nepal, Italia, Hungría y Romeville, esos lugares contienen mucha energía ancestral esa energía será mi salvación y me ayudara a tener el poder suficiente para invocar a Hécate, la diosa de las sombras y la brujería.

Comienzo canalizando el poder de los 4 aquelarres y digo el hechizo: Phasmatos incendia krip i'k conect terri dea kontrol' moste' n péras mésa Iana kósmo alealam e' ombra.

Siento la energía recorrer mi cuerpo, observo el medallón y este brilla, el pentagrama está en llamas y el cielo está formando una nube espesa y negra, sin tiempo que perder me concentro y digo las palabras en griego para invocarla.

— Σας επικαλούμαι την Εκάτη, κυρία των μεσάνυχτων, τα κατώφλια και τις τρεις μορφές. Σας καλώ, ω, θεά του γήινου και παραδεισένιου, του κάτω κόσμου και των πιο σκοτεινών μυστηρίων των οποίων οι σκιές περιπλανιούνται στα πνεύματα. Ελάτε με το ημισέληνο, κυνηγός χωρίς ίση, λάτρης της άγριας ζωής, ανάμεσα σε άγρια ​​ζώα— Un enorme dolor recorre mi cuerpo mientras intento invocarla, es tanto el dolor que siento que me voy a desmayar, sigo con el hechizo, lo digo una y otra vez hasta que veo que de la nube negra baja y de esta se forma la silueta de una mujer, el viento es violento, empieza a llover pero con todas las fuerzas que tengo mantengo el puente para que no se cierre la silueta, toma forma y de las sombras salió una mujer de figura curvilínea, vestido vino tinto, cabello negro y largo con una antorcha en la mano.

Se paro enfrente de mi con mirada imponente, observando todo se dirigió donde estaba la carne de perro la olfateo.

—Hubieras traído vino, eso también me gusta como ofrenda —su voz se escuchaba como eco y era muy imponente. tanto que daba escalofríos.

—M—Mi diosa —me arrodillé aun con la respiración agitada, había logrado invocarla, ahora venía lo difícil— Necesito tu ayuda… más bien un favor.

—De no ser así no me habrías invocado, dime que es lo que deseas.

—Poder —me levanté y vi que rodaba los ojos aburrida.

—Tendrás que ser más específico, todos quieren poder eso es obvio, pero que clase de poder —Todo en ella emana poder y miedo, era muy hermosa, muy muy hermosa y verla a los ojos era como si ella viera a través de mi alma.