Dante
Sucedió un ataque en la escuela, estaba hablando con el señor Valentine sobre unos libros, resultó ser un gran maestro y cuando sucedió todo me llevó a su oficina y me protegió junto con Shane, otro de sus estudiantes que va en Letras Avanzadas, una clase especial. No sé cuánto duró el cierre de emergencia, como la oficina tiene enormes cortinas que se pueden cerrar simplemente le puso seguro a la puerta y me escondí intentando calmarme, aunque no me pude concentrar demasiado temiendo que fuera un ataque real. En cuanto todo parece acabar y el profesor abre las puertas, voy corriendo directo a la salida para ver si Charlie está por ahí y sí lo está. Está empapado en sangre. Su cabello acaramelado se ha vuelto negro con la sangre, incluso tiene pedazos pequeños de lo que parece ser carna humana.
— Char, ¿estás bien? —no reacciona, sigue en shock.
— Joven Anderson, nos encontramos otra vez —ese mismo policía me vuelve a llamar, él tiene el cabello negro y es un poco musculoso para llevar un traje tan pequeño porque. En su rostro cuadrado no hay señales de calidez, se comporta como un perro exigiendo su hueso, quiere sacarme más información—. Dos escenas del crimen y en ambas se encuentra usted.
— ¿Qué fue lo que pasó? Estaba hablando con el señor Valentine.
— La Señorita Veronica Hudson se quitó la vida en la entrada, no sabemos en qué situaciones se encontraba.
— Charlie me había dicho que estaba desaparecida.
— Exactamente, la directora de esta escuela fue la que reportó su desaparición. No era muy querida por muchos, ¿usted compartía ese sentimiento?
— No era mi maestra favorita, pero no la odiaba personalmente.
— ¿Si sabes que su ex-esposo fue encontrado de la misma forma que su padre? Ambos asesinatos ocurrieron en el periodo de tiempo en el que usted afirmó no estar en contacto con nadie.
— No lo hice yo, jamás haría eso.
— Puede que sea el caso, pero hay muchas pruebas que apuntan a una persona.
— Soy un adolescente, no podría haber hecho un plan elaborado y salirme con la mía.
— Eso dicen muchos, muchos asesinos lograron escapar. ¿Ha escuchado el caso de Piedad Martinez? Una pequeña y dulce niña que envenenó a sus hermanos, lo tenía planeado, un plan complejo de una niña. Un adolescente con un plan similar no sería imposible.
— Vámonos ya —Charlie al fin ha reaccionado, está temblando y sus ojos están vacíos.
— Joven, tenemos que hacerle algunas preguntas, soy la oficial Riley —una oficial intenta interrogar a Charlie al ver que ya se está moviendo.
— Me quiero ir.
— Es urgente que responda.
— ¡Dije que me quiero ir!
La oficial nos deja ir, aunque se queda con el oficial que me odia regañandolo por interrogarme sin una orden oficial. Charlie sigue avanzando y tengo que usar mi excelente audición para seguir escuchando la conversación, él intenta inculparme y la oficial le dice una y otra vez que no hay pruebas para arrestarme. No me ponen como inocente, solo no tienen la evidencia suficiente para meterme en prisión.
Ya en su casa se mete a bañar inmediatamente, no necesito mi excelente audición para escuchar sollozar a Charlie, una persona se suicidó en frente de él, en su cara. Solo sus padres pueden consolarlo porque toda la tarde llora sin parar. Debí haber llorado así en el funeral de mi padre, por más que me esforcé por soltar una lagrimita no pude hacerlo y pretendí que seguía en shock cuando la noche anterior fuimos a la fiesta de Aline, una ex novia de Charlie. Sus padres me tratan como su hijo y también me preguntan como me fue, también me dicen si percibí algo… raro, una oportunidad para hablarles del policía. Les cuento sobre ese cretino y las inquietudes que tengo, en universo paralelo me dicen que es solo otro idiota que abusa de su poder y en este universo me dejan en claro que estoy en una situación peligrosa.
— No te pueden arrestar, cariño, no hiciste nada y nosotros atestiguamos a tu favor, pero puede que te estén investigando por lo de tu habitación.
— No sé qué hacer, no quise hacerlo —odio ser un monstruo, perder el control significa la muerte para un animal o para un animal, por más positivo que Charlie sea sigo pensando que tengo una maldición—. ¿Cómo pueden los de mi tipo vivir así?
— No es fácil, cariño, pero con el tiempo verás tus fortalezas, no como hombre lobo, sino como persona —la madre de Charlie es muy comprensiva, no como mi madre que no tardó en abandonarme—. Eres alguien especial y no lo decimos para consolarte, los licántropos son especiales y grandes amigos de los cazadores, sin ellos no hubiéramos ganado múltiples batallas. Ustedes son sabios y leales por naturaleza, grandes características. Has obtenido un gran regalo, jamás dudes de ello.
— Es que tengo miedo de perder el control, no sé como controlarlo y me asusta, ruego para que no haya luna pronto —no he querido saber si habrá luna llena pronto, no he investigado eso por miedo a que sea hoy mismo y me vuelva un asesino.
— Los lobos no matan, dandy, intentan sobrevivir —el señor Woodville intenta animarme, su cabello castaño se está tornando cada vez más blanco—. Cuando te transformas no pierdes el control, tus instintos toman fuerza y hacen lo posible para protegerte.