Soy Miranda Castro, una chica que no tiene nada, y nunca lo he tenido, mis padres me abandonaron, me crie en un orfanato, donde sufria maltratos de todo tipo, nadie me adoptó era una chica sin suerte, solo tengo a Mary una castaña hermosa que es mi amiga, ella me defendia de los maltratos de las encargadas, ella es una de ellas pero es diferente siempre me consentia, no a sido de el todo malo pero soy una carga para ella, por eso que al cumplir mi mayoría de edad buscare donde ir. Trabajo por las tardes en una cafetería cerca del orfanato.
-- Buenos dias, Mary -- saludo a la castaña --
-- Buenos dias Mi niña-- me dice con dulzura-- ya desayunaste. -- me pregunta
-- Si acabo de hacerlo, Gracias por preguntar, eres muy linda.
-- Falta muy poco para tu cumpleaños mi niña y tendrias que irte de aqui, pero puedes venir a s vivir con migo. Para mientras encuentras algo
-- Seria molestarte mucho, aparte ya has hecho mucho por mi. Y ademas ya comense a buscar donde quedarme. Te lo agradezco. -- sinceramente ella es buena con migo y ya seria mucho quedarme con ella.
-- mi niña para mi seria un placer tenerte en mi casa. Pero si es tu decision la aceptare.-- me dice y me abraza FuertementE es tan calido su abrazo.
-- Me tengo que ir a trabajar hoy trabajo hasta tarde, gracias a ti puedo hacerlo-- y me voy, se que en unos dias es mi mayoria de edad. Y debo prepárame para partir. De este lugar que o estrañare solo a Mary pero ella lo entiende.
Voy havia mi trabajo pensando tantas cosas por las que he pasado comenzando por mis padres que me han abandonado sin importar nada. No tengo recuerdos de ellos.
Deseria ser feliz por un momento en mi vida pero siento que algo me falta que no puedo explicar es una opresión en mi pecho , que a veces siento morir, un dia de lejos observe un chico, muy guapo, era hermoso olia muy bien, parecia de unos 24 años y yo solo tenia 16 el no me vio porque me escondi, voltio pero no me vio y se fue.