Owen Shan, le arrebató el carruaje de alta prioridad a un comerciante de Ciudad Verdi, que estaba a punto de tomarlo, y salió disparado a máxima velocidad por la puerta sur de la ciudad; en dirección hacia la Academia Celestine.
Por supuesto que ni el humilde comerciante, ni el cochero, se atrevieron a quejarse de esta acción. ¿Quién demonios le recriminaría algo a un Mago Oficial? ¡Y mucho menos a un Gran Mago con su imponente túnica negra característica!
« Fue un error haber venido en un carruaje de la academia hasta Ciudad Verdi. De haber traído a mi montura voladora personal, el viaje tomaría solo 20 minutos en lugar de unas dos horas o más. Pero, con estos mocosos a mi cargo, jamás me sería posible hacer tal cosa. » Owen se lamentó en silencio, mientras negaba con la cabeza.
« Si realmente la chica que buscamos es la hija de la última emperatriz del Imperio Andrasin, esta misión podría volverse bastante peligrosa. Mientras tanto y hasta que esté seguro de mis conjeturas, los novicios no pueden saber de mis sospechas o todo podría volverse caótico luego. » pensó Owen Shan, que no temía por su vida realmente. Él era un Gran Mago de la prestigiosa Academia Celestine y, básicamente, estaba cerca de la cúspide del máximo prestigio y poder, en todo el continente Nirm. Pero sus pequeños novicios a cargo eran otra historia.
Estos jóvenes talentosos tenían todos entre 12 y 15 años de edad, y eran considerados como los genios más prometedores del pabellón de novicios de la Academia Celestine. De hecho, la mayoría de ellos, ya estaban preparados para ascender al rango de aprendiz de mago en cualquier momento. Pero, debido a que todos ellos poseían alguna clase de conexión con importantes autoridades dentro de la academia, o que provenían de una familia de la alta nobleza del Reino de Arcia o que quizás poseían un talento mágico enorme, recibirían a veces la rara posibilidad de acompañar a un Mago o a un Gran Mago en una de sus misiones y de recibir su guía directa. Posteriormente, su tutor podría escoger si quería tomar al novicio que más le gustara como su nuevo alumno personal directo.
Era un sistema pensado para que los novicios verdaderamente talentosos, o de familias muy influyentes, tengan más posibilidades de sobrevivir a lo que sea que les deparare el futuro, en el terrible pabellón de aprendices de mago de la academia…
Algunos magos oficiales, con mucho tiempo libre, tomarían como discípulo directo al novicio que más le gustara y le enseñarían directamente, sin necesidad de que tenga que asistir al pabellón de aprendices. Se podría afirmar que estos pocos suertudos se ganaban la lotería. Pero, generalmente, el simple hecho de convertirse en discípulo nominal de un mago, ya era un gran honor. Porque, a pesar de que igual deberían asistir al despiadado pabellón de aprendices a probar sus habilidades de supervivencia, todavía podrían al menos recibir los consejos de un verdadero mago oficial a veces. Esto, por sí solo, ya era una enorme ventaja con respecto a los demás novicios; quienes tendrían que ingeniárselas sin ninguna clase de asistencia extra previa.
El carro comenzó a frenarse luego de algunas horas. Habían llegado y ahora los jóvenes tenían la misión de separarse para buscar a la joven criminal, en el interior del pabellón de novicios, o de preguntar a otros para averiguar si la habían visto.
Pero Owen Shan sabía que esto sería en vano. Lo más probable era que la joven que buscaba se encuentre oculta dentro de la inmensidad de árboles que rodeaban a la enorme academia. Pero tampoco era la única opción existente.
Lo único realmente seguro, es que sería muy difícil para una persona normal atravesar este bosque sin ayuda, por lo cual, si se hubiera dirigido hacia aquí para esconderse de sus perseguidores, todavía debería estar por los alrededores; oculta por las copas de los antiguos y gruesos arboles del lugar.
Este bosque no era como otros, ya que estaba diseñado para que los aprendices de mago prueben sus habilidades de supervivencia y había enormes criaturas, como los osos rojos o las serpientes gigantes. Pero, los seres vivos más peligrosos dentro del mismo, sin lugar a dudas, eran los propios aprendices de mago que lo habitaban. Por esta razón, Owen no quería llevar a los jóvenes novicios a un lugar tan peligroso como este.
Mientras se despedía casualmente con su mano, concluyó:
“Muy bien, es todo por hoy. Y recuerden, si ven a la joven del cuadro, no olviden informarle de inmediato a cualquiera de las autoridades de la academia para que me avisen. Nos vemos el próximo mes. ¡Adiós!”
Pero cuando estaba a punto de marcharse a toda velocidad, la joven Briana lo detuvo con su débil voz y le solicitó:
“Maestro Shan, quiero ir con usted.”
“¡Yo también!” agregó Kendall, con su mirada desafiante de siempre.
“Lo siento, pero no puedo llevar a todos conmigo, ya que planeo sobrevolar el bosque en busca de la chica perdida.” comenzó diciendo Owen, mientras se alejaba lentamente de los dos jóvenes revoltosos.
“Pero no seríamos todos, sino, solo nosotros dos. Los demás no quieren ir ¿Verdad chicos? ¿Verdad que no quieren…?” Kendall observó, durante un instante, al resto de los novicios con su mirada feroz habitual. Era claro que los estaba amenazando.
“Por supuesto que no… no queremos ir…” murmuró uno, taciturnamente. Kendall Jernigan podría ser una pesadilla, incluso para los que eran mayores a él. Después de todo, su noble apellido y su carácter brutal lo apañaban en exceso.
“¡Que bien! Entonces, somos solamente nosotros tres ¿Si podemos ir maestro?” insistió Briana, con sus brillantes y grandes ojos. Ella ni siquiera había notado la amenaza de Kendall a sus otros compañeros.
Owen Shan estaba a punto de negar con la cabeza, cuando Kendall agregó:
“Muy pronto tendremos que ingresar al pabellón de aprendices de forma oficial y medir nuestras habilidades contra la de todos ellos. Será muy bueno para nosotros si sabemos de antemano lo que debemos esperar cuando esto suceda.”