“No te quedes afuera chico, puedes pasar al salón”, soltó el anciano, en un tonó cálido, mientras estaba de espalda a Owen.
No ver con sus ojos al Gran Mago, no le impidió notar con claridad su presencia.
El archimago vestía con una imponente túnica dorada y blanca, que lo hacía resaltar bastante. Tenía una larga barba de color blanco y su espalda estaba algo encorvada.
~ ¡Cof! ~
Owen Shan se aclaró la garganta con torpeza y dijo:
“Briana, espera afuera junto con Kendall y Alanna. Necesito hablar con su excelencia, en privado...”
Briana asintió con la cabeza, y se inclinó hacia el archimago, con enorme respeto; para luego salir felizmente del salón.
Ella estaba genuinamente encantaba ¡Había conocido al legendario archimago de la academia! ¡Y resultó ser un anciano de lo más amable! ¿Cómo podría no estar contenta la joven Briana?
Pero Owen sudaba más de lo normal ahora.
Cerrando la puerta, le dijo a Alanna en un tono bajo:
“Espera aquí afuera, tardaré algunos minutos...”
La Puerta se cerró con fuerza moderada, pero esto no generó ningún sonido en el exterior del salón.
Owen sabía que el archimago ya había utilizado un encantamiento que aislaba todos los sonidos que se produjeran en el interior de esta sala.
Dirigiéndose hacia el anciano e inclinando su cuerpo con elegancia, dio el típico saludo protocolar y dijo:
“Su excelencia, esto no es lo que parece. En realidad...”
El anciano levantó su mano para callarlo, esta vez su rostro no lucía como el de un anciano gentil. De hecho, había cierto nivel de peligrosidad en su mirada.
“Me contó que la trajiste contigo luego de regresar de Los Grandes Juegos Mágicos… Chico, solo dime una cosa. ¿Por qué esta criatura se encuentra estudiando en mi academia desde hace años?” El tono de voz del archimago era seco y antiguo. Esta vez no lucía para nada amistoso, y Owen sabía que estaba genuinamente enojado.
El Gran Mago no tenía una respuesta satisfactoria que dar. Él sabía que había violado una de las leyes ancestrales de la academia y tendría que pagar un precio por esto.
“Ella no sabe quién es actualmente, pero, cada cierto tiempo, recupera algunos recuerdos desagradables de su triste pasado. Son recuerdos que no comprende y que la agobian… Le prometí a su ancestro, que la cuidaría con mi vida hasta que domine su propio poder y espero que pueda haber una excepción a la regla, por esta única vez…” Owen trató de explicarse. Pero, el archimago, cortó su monologo; diciendo:
“Chico, solo dime algo. ¿Se convertirá en un problema para mi academia en un futuro o podrás mantenerla fiel a la raza humana, incluso cuando recupere todos sus recuerdos?”
Owen Shan mostró una amarga sonrisa, en realidad, no sabía la respuesta. Pero el honor era algo importante, y debía cumplir con el juramento que hizo en el pasado.
“Si no lo hace, yo mismo la mataré”, afirmó con convicción.
El archimago pareció meditar durante un instante y, finalmente, sentenció:
“¡Que así sea! Aunque, llegado el momento, dudo que puedas lograrlo tú solo. De todas formas, por esta única vez, fingiré que no vi nada.”
Y luego de una breve pausa, el anciano, remató:
“Chico, solo recuerda esto. Eres uno de los pilares principales de mi academia y no debes permitir que nada, ni nadie, nuble tu juicio en un futuro. En caso de necesitar tomar medidas drásticas, no debes dudar. Y también, deberías ir ideando un plan; para cuando tengas que declarar fidelidad en frente del antiguo mural arcano, que porta las leyes ancestrales de nuestra academia.”
Owen Shan asintió con la cabeza, mientras suspiraba con alivio.
Rompió las reglas ancestrales, engañó a las otras autoridades de la academia y básicamente, había ido demasiado lejos esta vez. Pero, de alguna forma, se había librado de las consecuencias de sus acciones por ahora.
Probablemente, el archimago debía pensar muy bien de él para disculparlo; ante semejante situación.
«Dentro de la Academia Celestine, solo el archimago podría ver a través de esta magia de metamorfosis avanzada que afecta a Briana. Pero, debo ser más cuidadoso desde ahora. He tenido suerte esta vez…», pensó Owen, sintiéndose bastante aliviado.
Anteriormente, jamás se imaginó que Briana pudiera encontrarse con el archimago tan pronto. Y para cuando ella se convirtiera en una Maga Oficial y tuviera alguna chance de hacerlo, probablemente habrían pasado muchos años y ya tendría una solución final para este problema. Pero, las cosas habían salido de una forma inesperada ahora…
“Bien, pasemos al asunto por el cual has requerido de mi presencia. ¿Quién es la chica misteriosa que está revolucionando mi academia durante estos días?”, preguntó el anciano, volviendo al tono amable de antes.
“Se trata de la princesa imperial, Alanna Enaran Mistan. Ella es la legitima heredera del Imperio Andrasin”, admitió Owen Shan, con franqueza.
El viejo se masajeó la sien durante un momento al escuchar esto, parecía tener algún tipo de jaqueca ahora. Mostrando una amarga sonrisa, se quejó:
“Chico, no paras de traer a mujeres problemáticas a mi academia. ¡Necesitas controlarte un poco!”