Alanna se sentía libre por primera vez en mucho tiempo. Libre de la suciedad del bosque, que acumuló durante los últimos días en su piel. Y también, de aquel hombre mujeriego que la acompañó durante todo el día de hoy y del cual, no sabía nada.
Sin darse cuenta, recientemente, ella había comenzado a confiar mucho en este Gran Mago que la había salvado. Pero, fue hace un corto periodo de tiempo; cuando se percató que, en realidad, no sabía nada de él.
Ella ya había tomado un baño caliente y había cenado sola en su habitación. Alanna tenía que admitir que la comida de esta posada no estaba tan mal. Quizás no tenía el glamur, o la enorme cantidad de ingredientes, como las que hacía el cocinero del emperador, pero el sabor era casi igual de bueno. O, quizás, simplemente tenía demasiada hambre para pensar en estos detalles. Sea como sea, estaba disfrutando de sus primeros momentos en paz en mucho tiempo; mientras estaba acostada en una suave cama y miraba el techo de la habitación.
« No me puedo creer que ese mujeriego me haya traído tan descaradamente al mismo lugar a donde suele venir a… ejercitarse»
Por alguna razón que no llegaba a entender, Alanna se sentía algo molesta con esto que había sido revelado por el posadero. Y también, por haber sido tratada como si fuera una cualquiera de forma indirecta.
« ¡No es mi problema lo que él haga o haya hecho! », se autoconvenció, cerrando los ojos.
Alanna estaba muy cansada después de todo lo que le había pasado últimamente y quedarse dormida temprano no fue un problema para ella.
~ Toc Toc Toc Toc Toc~
La puerta de su habitación sonó varias veces. El golpeteó no era tenue, pero incesante.
Alana se levantó de la cama mientras bostezaba, estando algo dormida todavía, y se dirigió a abrir la puerta.
« ¿Qué quiere este hombre tan tarde por la noche? », se preguntó Alanna, luego de abrir la puerta de la habitación, al notar la figura del Gran Mago.
“Escucha, hay algo que debes saber”, empezó diciendo Owen.
“Sea lo que sea, puede esperar hasta mañana. ¿No crees?”, soltó Alanna, estando un poco a la defensiva. Ella odiaba que la despierten abruptamente cuando estaba en pleno sueño.
“No, no puede”, cortó Owen, ingresando a la habitación y cerrando la puerta.
« ¡Este hombre es demasiado atrevido! », pensó Alanna; mientras se preguntaba que debía hacer, en caso de que este musculoso hombre quiera aprovecharse de ella durante esta noche.
“Espera… ¿Por qué estas…?”, empezó diciendo ella, pero el Gran Mago la silenció llevando su dedo índice hacia sus labios.
“¡Shh! Permanece en silencio”, murmuró Owen, con solemnidad en su rostro.
Alanna ya se había despertado por completo ahora y, finalmente, notó el rostro ennegrecido y el tono serio del Gran Mago.
“¿Qué está pasando?”, murmuró ella.
“Estamos rodeados, y estoy tratando de detectar la posición exacta de los enemigos. Escóndete debajo de la cama ahora, pondré un encantamiento protector en la misma y con algo de suerte no te verás afectada por el combate inminente”, explicó Owen, en un tono bajo, mientras observaba hacia la ventana de la habitación; la cual estaba en el primer piso de la posada.
Alanna se dio cuenta de que la situación actual no podría ser sencilla. Este Gran Mago se había paseado como el señor absoluto por todo el pabellón de aprendices, tratando a las facciones poderosas como si fueran un chiste. Pero, ahora, su rostro lucía totalmente serio y cuidadoso.
La joven siguió el consejo y se ocultó, mientras el Gran Mago formaba algunos sellos con sus manos a velocidad vertiginosa. La cama entera se vio afectada por alguna clase de encantamiento protector, que la endureció en varios niveles.
Alanna estaba en silencio, de hecho, todo estaba en silencio ahora. No sabía cuánto tiempo había dormido, antes de ser despertada abruptamente; pero todavía seguía siendo completamente de noche afuera.
« No está sucediendo nada. ¿Quizás se haya equivocado? Tal vez pueda descansar en calma hoy… » pensó fugazmente, con esperanzas de poder acabar esta noche en tranquilidad. Pero, mientras sus pensamientos positivos se arremolinaban con fuerza…
~ ¡BooM! ~
Una explosión ensordecedora la sacó de su ensueño primitivo.
¡La mitad del pequeño balcón de la habitación había volado en pedazos!
El caos y las cenizas reinaban ahora, mientras un pequeño incendio se iniciaba en la posada.
Esta tampoco sería una buena noche y Alanna lo sabía con certeza ahora.