*Narra Aneth*
Es que acaso puedo ser más tonta de lo normal.
¡Cómo se me ocurre decirle a Axel “sin zorras"!
Pero lo peor no fue eso, ya que como me escucho quería que se lo repitiera y dije algo mucho más estupido.
¡Rebelión de las moscas! ¿Acaso eso existe?
Al menos si le iba a mentir hubiera dado otra excusa en vez de ¡Moscas!
¡Bueno, ya Lía deja de reprocharle sobre tu falta de neuronas! - me dije a mi misma.
Termine de tomar mi desayuno y subí a mi habitación a lavarme los dientes rápidamente.
Después de lavarme los dientes, fui al cuarto de mi hermano para decirle que me lleve al colegio, ya que soy menor de edad para tener un auto.
Toque su puerta dos veces y no habría.
¡Bueno, ya que! Abrí su puerta y entre asu cuarto.
Y ahí está el, con esa carita “angelical" que enamora a cualquiera - como dice mi mejor amiga Jane, que siente un flechazo por Ian desde que éramos pequeñas -
Conste que lo estaba levantando a las buenas.
No me queda de otra, voy a tener que hacerlo como mi mamá me hacía de pequeña cuando no me levantaba de la cama.
¡Ay mamá cómo extraño pasar tiempo contigo!
Desde que cumplí mis doce años mi mamá empezó a trabajar más seguido y ya no tenía tiempo para nosotros.
En fin.
Fui a bajo y agarre un jarrón y lo llené de agua.
Subí nuevamente a su cuarto y le eche todo el agua.
¡Oh, por dios que es lo que acabo de ver! , Desearía borrar esa imagen de mi mente.
Mi hermano al ver mi cara de asco, rápidamente bajo su vista a su entrepierna y se dio cuenta de su muy notable... erección ¡Esto es muy penoso, encontrar a tu hermano despierto después de un sueño húmedo!
Rapidamente se tapó su entrepierna y me miró ya rojo de la vergüenza.
¡AW que tierno! Pero igual me dio asquito.
- ¡Lia, no es momento para tus bromas y por favor ya sal! - me dijo ya un poco irritado.
Después de 5 minutos Ian salió ya más relajado y nos subimos rápidamente en su coche para ir camino a mi escuela.
Cuando llegamos, baje rápidamente del auto de mi hermano y empecé a correr camino a mi clase.
No le tome importancia y me fui corriendo a mi clase que ya estaba a punto de empezar, seguía corriendo hasta que ¡Pum! Sentí mi trasero chocar contra el duro suelo.
Esto puede ser peor ¡Choque con la puerta del salón!
Habrieron la puerta por qué escucharon el golpe que mi nariz dio con la puerta ¡Maldita puerta por qué te cruzas en mi camino!
Vi que algunos compañeros están aguantando la risa, y otros simplemente estaban riéndose a más no poder de mi dolor.
Con la poca dignidad que me quedaba, me pare con los ojos aguados por el dolor y me fui a el asiento de siempre al lado de Jane.
Pero mi hermano es... Un caso especial.