Valentina no dudó ni un segundo que haber salido había sido lo mejor.
A pesar que las temperaturas eran bajas, había un ambiente hogareño en su pequeño pueblo.
Las personas sonreían y caminaban de un lado a otro mientras observaban la variedad de objetos y utensilios que se vendían, otros disfrutaban de un delicioso chocolate caliente mientras leían el periódico y los más pequeños corrían despavoridos de un lado a otro lanzándose grandes bolas de nieve.
Sus pies se movían sin parar mientras ella disfrutaba del hermoso paisaje natural acompañado de las decoraciones navideñas.
Sin darse cuenta se había alejado de más, sin embargo siguió disfrutando del azul del cielo y el canto de los pájaros hasta que algo llamó su atención. Un sonido extraño, al principio pensó que era el maullido de un gato pero mientras más se acercaba lo dudaba y como en efecto no era el maullido de un gato si no el llanto de un pequeño bebé.
Sin pensarlo un minuto cogió el pequeño bulto entre sus brazos, sus lágrimas comenzaron a brotar sin control mientras su pecho ardía.
¿Quién había sido capaz de dejar una criatura tan inocente a su suerte?
Sacó su celular mientras caminaba lo más rápido que podía. Llamó a su esposo para contarle y decirle que se dirigía hacia el hospital. No sabía que tiempo había estado el pequeño a la intemperie, ni cuantas horas llevaba sin comer simplemente necesitaba protegerlo..
Valentina no dejaba de caminar de un lado a otro mientras los médicos examinaban a profundidad a la criatura. Ella no comprendía quien había hecho tal aberración, sin embargo daba gracias a Dios el haber llegado a tiempo para proteger a ese pequeño ser.
Derek llegó en el mismo instante en que uno de los médicos salía para hablar con su esposa.
— Es una pequeña, según los controles que le hemos hecho está en perfecto estado y al parecer no estuvo mucho tiempo expuesta al frío... Como deben imaginar debemos dar parte a la policía sin embargo son días feriados y vivimos en un pueblo bastante alejado. Realmente sería bueno que la pequeña permanezca en un lugar seguro mientras intento contactar con a la policía y servicios sociales.
Quizás mi proceder no sea el mejor, sin embargo los conozco y sé que son gente de bien, aparte que la han traído por si necesitaba ayuda clínica.
Valentina asintió en respuesta, ella no debía pensar nada, disfrutaría del calor de aquella pequeñuela los días que pudiera y quizás hasta podría qudarsela.
Derek por su parte a pesar de estar feliz sabía que servicios sociales no daba un niño en adopción tan rápido. Aquello era un largo proceso y no sabría como reaccionaria Valentina cuando aquella pequeña de cabello rojo y ojos verdes se tuviera que ir....
#6346 en Otros
#1865 en Relatos cortos
#11354 en Novela romántica
#2318 en Chick lit
Editado: 13.12.2023