Astrid
Presente
Rebeca. 12 llamadas perdidas
Harry. 30 mensajes sin leer
Mamá🧡3 mensajes sin leer
Dan. 2 mensajes de voz sin abrir
Todo eso es lo primero que me topo al despertar.
Los rayos amarillentos me pegan en mis hinchados parpados, obligándome a girar hacia al lado izquierdo, el cual no me agrada nada.
Hoy no me quiero levantar. Ayer fue un día horrible y cansado, sin duda merezco dormir hasta las 3 de la tarde. Pero no, otra vez toca un fatídico convivio mañanero con la familia, y pues nada, a seguir sobreviviendo.
Tampoco quiero abrir mi bandeja de mensajes, con sólo revisar la barra de notificaciones me harte de todo el mundo, déjenme dormir y les juro que seremos más felices todos.
Son las ocho de la mañana y ya hay alguien tocando a mi puerta, vaya sonido más irritante.
—¡Despierta! Se te enfría tu comida, apúrate que hay prisa. Vamos Astrid, de una vez, corre el reloj, tik, tak, tik, tak, no te puedo esperar toda la vida niña, ¡ya son las nueve!— Exclama la voz de mamá fuera de mi habitación, por suerte nunca olvido darle al cerrojo de la puerta, de por si no soporto sus gritos fuera, ahora junto al tímpano, enloqueceré.
Reviso el celular con una mano y lo enciendo, ¡son las ocho de la mañana!, tengan piedad y misericordia de mí.
—¡Dame un minuto! — Grito para que ella se vaya, y creo oír sus pasos bajar por la madera.
Bien. ¿Un minuto más de sueño o un minuto más de procrastinación? Es tan complicado, por un lado, quiero dormir, pero por otro, quiero dormir más de un minuto, y eso no será posible; escogeré procrastinar.
12 llamadas de Rebeca, ya me lo esperaba, ha de estar muy enojada conmigo y seguramente confundida. Puede que ya no venga a mi fiesta de cumpleaños en 11 meses.
30 mensajes de Harry... Ese era... No recuerdo, no reconozco a ningún Harry.
3 mensajes de mi madre. Santa virgen, ¿Ahora mi mamá me manda mensajes por WhatsApp?
Abro el chat esperando una imagen de buenos días y una frase de autosuperación encantadora, pero no encuentro nada de eso; ya que no hay nada de nada.
"Mensaje eliminado"
"Mensaje eliminado"
"Mensaje eliminado"
Los mensajes son de las tres de la mañana. Hora en que pude pegar pestaña por primera vez en largos ratos de insomnio por la situación, lo normal, no duermo bien desde hace semanas.
Ya hasta mi madre me oculta secretos, lo que me faltaba.
Abro la conversación de Daniel y justo una neurona taclea a otra neurona y convergen en una idea bastante lógica, ¡maldita sea necesito dormir más tiempo!
Harry es el número desconocido de hace días. Lo olvide por un segundo, pero me vino el recuerdo justo a la llegada de otro mensaje.
"¿Por qué me ignoras?" Entregado.... Leído
Me escribe Harry apenas lo dejo en visto medio minuto.
Vaya que éste extraño tiene un síndrome de pareja controladora. Amigo, no te puedo contestar 28 mensajes por tu cara bonita, ni siquiera nos conocemos, además quieres chatear en la madrugada, alguna gente si tiene vida social señor extraño de internet.
"¿Qué quieres ahora?" Enviando.... Entregado... Leído
Si quiere jugar al juego de no decir nada, pues jugaré yo también. No tengo nada que contarte señorito hacker de cuarta, seguro vives en el sótano de tus padres y no tienes vida fuera, tendría bastante sentido.
e h l s n e l o a e q e i a D u l r a e e r g a á l t a f a
Esto me envió el señor detrás del teléfono, cada letra un mensaje distinto, pero en ese orden. Parece uno de esos juegos de "¿Puedes leer esto?" Pero sin ningún patrón coherente o pista, solamente son letras alborotadas que ahora traspasaré a una hoja en blanco.
"???" Enviando.... Entregado... Leído
Harry no responde.
Maldito loco, hay momentos en los que me das miedo.
Pero algo me da más miedo en esta vida y es un susto repentino que me hace brincar de la cama.
—¡Ya paso el minuto! — Grita mi mamá con un golpe en la puerta, esa es la señal de "baja ahora o a la siguiente no sales completa"
Obedezco y con suma flojera hago el esfuerzo de levantarme, me apoyo en las orillas del colchón y me aferro para sentarme y orientar mis ojos a un punto fijo.
«Y empezamos con otro día» Pienso mientras hago el sumo esfuerzo de ponerme las sandalias. «Ojalá sea mejor que el anterior»
Le quito el seguro a la puerta y al salir de mi habitación la cierro tras de mí.