Secretos de ex-pareja

Tardé unos minutos en ordenar mis pensamientos, estaba mareada y confundida, no sabía con exactitud qué fue lo que pasó. Si acaso fue un sueño o un mero producto de mi mente aterrada y traumada por todos los malos momentos que he venido acumulando, no lo sé, pero se sintió muy real. Debía anotarlo, ese sentimiento de angustia y aquellas palabras, “Solo recuérdame, fue nuestra promesa”, necesitaba escribirlo en mi libreta de los sueños antes de que se me olvidara. 

Con el pasar de los minutos me sentía muy cansada, traté de volver a conciliar el sueño, pero después de unos segundos Alice se levantó muy animada y me comenzó a insistir para ir a la playa juntas, y era comprensible, en estos dos días no habíamos ido a nadar, así que no tuve más opción que sacar fuerzas de donde sea para no defraudarla.

Cuando salimos del hotel inevitablemente pensé en aquel momento que estuve junto con Dylan contemplando el mar, me puse roja por el inesperado recuerdo que se manifestó en mí, a lo que enseguida intenté calmarme, supongo que aún se me hacía fuerte que Dylan sea el ex novio de mi mejor amiga, es decir, no pienso que sea un mal tipo, simplemente no me esperé que la relación entre esos dos sea aquella. Pensar que en un pasado no muy lejano eran novios y andaban agarrados de las manos mostrando lo mucho que se aman, me produce un escalofrió inexplicable.

–“¡Que desvergonzados!… me pregunto… si han llegado a hacerlo”– Pensé llena de vergüenza.

Llegando a la playa el tiempo fue efímero, nos divertimos tanto como pudimos, pero mis energías no acompañaban mucho debido a la pesadez que sentía por la noche anterior, aparte, no paraba de pensar en aquel “Sueño”, muchas dudas se generaban a mi alrededor, no sabía por dónde empezar, me cuestionaba sobre mí misma, pero no encontraba respuestas claras, era frustrante. Luego de un rato me senté en la arena y me detuve a pensar en mis padres, en su tiempo cuando salí del manicomio no me quisieron dar detalles sobre mi pasado, entiendo que la situación debió ser grave para ocultármelo, aun así, eso solo hace que quiera saber la verdad de los acontecimientos.

–Creo que después de este viaje visitaré a mis padres– Dije susurrando para mí misma.

–¡¡Melody!! – Gritó Alice con demasiada energía.

Me asusté tanto que di un pequeño brinco levantando en el proceso un poco de arena.

–¡¿Que sucede?!

–No es nada… solo que estás muy sumergida en tu mundo, ¿Te preocupa algo?

–¡Estaba pensando en un par de cosas, no tenías por qué asustarme así!

–Lo sé... pero te llamé muchas veces, como no me respondías pues alcé el tono de voz, ¿Te encuentras bien?

–Oh…– Agaché la mirada –Así que era eso, lo siento… pero no pasa nada de verdad, es solo que… le doy muchas vueltas a mi situación.

–Comprendo... – Se queda pensando –Pero, no vinimos a la playa para que le sigas dando vueltas a los problemas de la vida, ¡¡Ven, vamos a divertirnos!!

Me sujetó la mano y con una energía contagiosa llena de felicidad, me llevó de nuevo al mar para sumergirnos y ahogar nuestros problemas de una buena vez. Esto me hacía sentir bien, por más decaída que esté, ella siempre me sorprenderá sacando una bella sonrisa para mí. Sin duda alguna, es la mejor amiga que la vida me pudo dar.

Logré disfrutar del resto del día gracias a que Alice estuvo animándome, pero el tiempo pasó como hojas que se la lleva el viento, sin darnos cuenta al momento de regresar al hotel ya eran casi las 7 de la noche, estaba realmente cansada, esto de correr y andar de un lado para otro resulta agotador.

Luego de ducharnos y cambiarnos de ropa, Alice me ofreció salir nuevamente para ir a comer a algún restaurante, pero desgraciadamente mi débil cuerpo ya no daba más, con todo el dolor de mi corazón la rechacé y le expliqué que no tenía energías para salir nuevamente de la habitación. Comprendió mi situación de inmediato añadiendo que no me preocupara en lo más mínimo, también mencionó que saldría ella sola y que traería algo de comida para mí. Me sentí un poco mal por no acompañarla, pero de verdad quería descansar, cerré la puerta con seguro y me acosté en la cama quedándome profundamente dormida.

(Unas horas más tarde)

Me desperté al oír que llamaban a la puerta, imaginé que podría haberse dado el caso en el que Alice se le olvidara la llave del dormitorio. Rodé al filo de la cama y respirando profundamente me puse de pie, un poco molesta a decir verdad por el estrés y cansancio que me invadía, pero esto no era su culpa, así que antes de abrir la puerta puse mi mejor cara y quité el seguro. Para mi sorpresa, la persona que estaba tocando no era Alice, si no Dylan.

–Oh... buenas noches Melody, ¿Está Alice contigo?

–Alice aún no vuelve y no sé dónde está exactamente, ¿Sucedió algo?

–No sé si te acuerdas, pero ayer en el club ella mencionó que quería hablar conmigo de algo importante hoy en la noche, puesto que mañana en la mañana me regreso para mi casa.

Realmente no me acordaba nada de eso, pero para no quedar en vergüenza intenté poner cara de que entendía y recordaba todo al pie de la letra.

–Comprendo lo que me quieres decir, me pregunto dónde se habrá metido la loca de mi amiga.

–Está bien así... volveré y le escribiré por teléfono, ya que parece que no se podrá, agradecería si le dices que estuve aquí.

–¡Espera!

–¿Sucede algo?

–Digo yo… sí es muy importante esa despedida puedes esperarle un rato aquí dentro, si ya no viene hasta más noche entonces...

–Comprendo– Sonríe ligeramente –En ese caso aceptaré tu hospitalidad, con permiso.

Lo dejé pasar e hice que se sintiera cómodo, sé que solo era un gesto de amabilidad lo que hice, pero ya me estaba arrepintiendo de esta decisión, y más por el hecho de que me estaba sintiendo incómoda, el ambiente era muy tenso, no tenía algo bueno de que hablar, pensé y pensé, hasta que al final dije lo primero que se me vino a la mente.