El miedo de mi locura

Decidida

A la mañana siguiente decidimos empacar nuestras pertenencias y partir de inmediato hacia nuestros hogares. Anoche por más que le pidiera algún tipo de explicación, no me la quiso dar, al contrario de eso, lo que menos quería era hablarme e incluso evitaba mirarme, me sentía muy confundida, no entendía el motivo de su comportamiento. Era evidente que algo tuvo que haber pasado entre esos dos, no me podía imaginar lo fuerte que debió haber sido para que alguien con un carácter como el de mi amiga, terminara llorando. El sentimiento de inquietud recorría mi cuerpo, sentía demasiada curiosidad y a su vez, me sentía mal, era doloroso tener que verla así, soportar su indiferencia, era algo que nunca pensé que tendría que aguantar. No podía hacer nada, solo acompañarla intentando mantener una sonrisa.

Los viajes de regreso siempre se me hacen más cortos que los de ida, pero en esta ocasión hubo una excepción, mi amiga al no querer dirigirme la palabra, hizo que el resto del camino se sintiera eterno e incómodo, era la primera vez que sentía una atmósfera tan pesada cerca de quien es mi mejor amiga. Llevo años conociéndola, pero es la primera vez que me trata de esta manera, me hacía sentir sumamente mal. 

Cuando llegamos a la ciudad se despidió de mí de una forma muy cortante, ahora mismo el dolor que me causaría un cuchillo, sería menor al que me causó Alice con esa despedida tan fría. Antes de marcharse me comentó que el resto de las vacaciones la pasará en casa, añadiendo por último que le llame si surgía algún inconveniente.

–¿Segura que quieres eso Alice? me preocupa dejarte sola. 

–No te preocupes tanto y trata de relajarte, ¿Sí?... estaré bien.

Aunque me pidió que no me preocupara, mi corazón me decía que debía estar a su lado apoyándola, tenía tanto que decirle, pero accedí y acepté sus términos con una falsa sonrisa.

–Te escribiré sin duda– Mencioné con un gran pesar en el pecho.

Varias cuadras más adelante me bajé del bus y tomé un taxi el cual me llevaría con mayor rapidez a mi casa. Mis ánimos estaban por los suelos, no sentía motivación ninguna para sonreír, ya solo quería llegar y olvidarme de todo ese desastroso viaje de vuelta.

–¡¡Por fin en casa!!

Ni bien entré en el apartamento me dirigí al baño para darme una ducha, quería relajarme y olvidar por completo esta mala sensación que quedó en mí. Mientras el agua rodaba por todo mi cuerpo, no podía evitar pensar en lo sucedido con Alice.

–¿Qué abra pasado para que las cosas sucedieran de esta forma? – Susurré viendo como el agua empapaba mis pies y fluía con suma elegancia.

Momentos después se me vino a la mente lo que me dijo ese chico, "Creo que es por el tema de nuestra relación de amigos". Si es así, entonces Alice aún ama demasiado a ese chico y lo que realmente quiere es volver con él, pero con todo y eso me seguía cuestionando sobre el contenido de la conversación.

–¿Está atrapada en el pasado?... – Me quedé pensando –Espera, ¿Qué tonterías estoy diciendo?, aunque ese fuese el caso, no tengo derecho a juzgarla por ese motivo puesto que yo también lo estoy.

Salí de la ducha y me puse una vestimenta ligera para andar en casa. En cuanto a mi comida, no quise comer nada, solo quería tirarme en el sofá y pensar en cómo puedo animar a mi amiga. Ella es fuerte y volverá a ser la misma de antes, de eso estaba segura, pero… por más fuerte que alguien sea siempre necesitará un pequeño empujón. 

–Por otro lado… ese chico– Me empezó a doler la cabeza –¿Eh?... ¿Cómo se llamaba el chico?

Inmediatamente sonó mi celular, dejé a un lado lo que estaba pensando para enseguida echarle un ojo, eran mis padres, abrí el mensaje y con mucha ilusión empecé a leer.

"Melody cariño, ¿Cómo te encuentras?, no hemos sabido mucho de ti, queríamos saber sobre tu situación, ¿No te falta nada? ¿Cómo va el tratamiento?, esperamos tu respuesta, con cariño, tus padres."

Recordé en este preciso momento que nunca les dije sobre los resultados de la última consulta, ellos aún piensan que sigo con el primer tratamiento, por ende, respondí a sus preguntas con verdades a medias, lo que menos quería en este momento era que me obligaran a que vuelva a vivir con ellos, no es por nada y sé que no debía ocultarles algo tan vital, pero era un mal necesario que debía afrontar, me siento capaz de salir adelante con todos estos problemas encima, soy una adulta y puedo cuidarme sola, por algo me fui de casa. Antes de terminar el mensaje agregué que los iría a visitar mañana por el medio día, estaba en la necesidad de hablar algo importante con ellos. 

A los pocos minutos me respondieron, les pareció una buena noticia por el hecho de que después de tanto tiempo decida ir a visitarlos, agregando que me esperarían con los brazos abiertos. Por mi lado tenía muchas ganas de volver a verlos, aunque me sentía mal y me preocupaba un detalle, si notan que les estoy ocultando información sobre mi condición médica, no solo me obligarían a decirles si no que también me obligarían a quedarme, cosa que no quería.

–Es duro, pero tengo que aceptarlo y afrontarlo, caso contrario nunca avanzaré, nunca llegaré a saber nada sobre el pasado que me tienen oculto. Esta vez será diferente a aquella conversación, estoy decidida, averiguaré como llegué a este infierno de vida y lo superaré, no tengo duda alguna. 

Apagué mi celular y me fui a dormir pensando en el mañana que está por venir.



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En el texto hay: romance, pesadillas, perdidadememoria

Editado: 09.02.2022

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