Nick y Steven se encontraban en su oficina, analizando los detalles del caso de las desapariciones, cuando de repente el teléfono sonó. Nick tomó el auricular y escuchó atentamente.
"¿Nick Kech?", preguntó una voz en el otro extremo de la línea. "Aquí habla la Organización Secreta de Casos No Resueltos. Tenemos una urgencia y necesitamos su presencia en Manchester, Inglaterra".
Nick se sorprendió por la llamada inesperada. La organización era conocida por su discreción y capacidad para resolver casos complicados. Sin embargo, no esperaba que los llamaran tan pronto.
"¿Manchester?", respondió Nick, tratando de asimilar la información. "Está bien, pero necesitamos un momento para organizarnos".
Antes de que pudiera decir algo más, la voz en el teléfono cortó la comunicación. Parecía que la organización no tenía tiempo que perder.
Nick volvió a su escritorio donde Steven lo esperaba con expectación. "¿Qué sucedió?", preguntó Steven, ansioso por saber más.
"Nos necesitan en Manchester", respondió Nick. "Parece que este caso es más urgente de lo que pensábamos".
Ambos chicos se miraron el uno al otro, conscientes de que esta era una oportunidad para demostrar su valía como investigadores. Sin embargo, había un obstáculo: el dinero. Revisaron sus bolsillos y contaron el efectivo disponible, pero no era suficiente para cubrir los gastos de un viaje a Inglaterra.
Desanimados, consideraron las opciones. Parecía que tendrían que buscar una solución alternativa cuando, de repente, un sonido atronador resonó en el cielo. Ambos miraron por la ventana y quedaron asombrados al ver un helicóptero aterrizando en el techo del edificio.
El piloto abrió la ventana y los miró. "Ustedes deben ser Nick Kech y Steven Meison, ¿verdad?", preguntó el piloto.
Nick asintió, sin poder creer lo que estaba presenciando. "Sí, somos nosotros. ¿Quién eres?"
"Me enviaron para llevarlos a Manchester", respondió el piloto. "La Organización Secreta de Casos No Resueltos ha organizado este transporte para ustedes".
Nick y Steven intercambiaron miradas de asombro y emoción. Parecía que el destino estaba de su lado, brindándoles la oportunidad de investigar el caso de las desapariciones en Europa.
"¡Vamos!", exclamó Nick, emocionado. "Tenemos un caso que resolver".
Ambos chicos subieron al helicóptero, sintiendo la emoción de la aventura que les esperaba. Mientras el helicóptero despegaba y se alejaba del edificio, el viento soplaba suavemente a través de sus cabellos, y el sol se ocultaba en el horizonte.
En ese momento, se sintieron transportados a un mundo lleno de misterio y posibilidades. El ambiente era emocionante, como si estuvieran en el comienzo de una gran aventura. Los colores del atardecer pintaban el cielo mientras se dirigían hacia Manchester.
Durante el vuelo, Nick y Steven se encontraron inmersos en conversaciones llenas de entusiasmo y determinación. Hablaban de los desafíos que enfrentarían, pero también de la esperanza de resolver el caso y encontrar a las chicas desaparecidas.
A medida que el helicóptero se acercaba a Manchester, el ambiente se volvía cada vez más tenso. Sabían que lo que les esperaba era un desafío difícil, pero estaban dispuestos a enfrentarlo juntos.