Nick y Steven se lanzaron al vacío, aterrizando con agilidad sobre la cubierta del barco volador. Megan, sin embargo, dudaba en saltar.
"¡Vamos, Megan! Si no saltas, la avioneta caerá y morirás," gritó Nick.
Megan tragó saliva y se dejó caer, siendo rápidamente atrapada por Steven.
"¿Ahora qué hacemos?" preguntó Steven.
"Podemos camuflarnos, como en las películas de ninjas," sugirió Nick.
"Eso tiene más sentido. Podemos noquear a algunos guardias y robar sus uniformes. Así podremos entrar sin ser detectados," dijo Steven.
Nick asintió. "Buen plan. Vamos a ello."
Tras dejar fuera de combate a un par de guardias, se vistieron con sus ropas y se adentraron en el interior del barco.
"Vaya, este lugar es enorme," comentó Nick, mirando a su alrededor.
Fue entonces cuando una chica se acercó a Nick y le dijo en tono coqueto: "Hola, guapo. ¿Eres nuevo por aquí?"
Nick se soltó rápidamente de su agarre. "Tranquila, guapa. No estoy disponible."
La chica lo miró con decepción, pero no insistió.
Megan y Steven se acercaron a Nick. "Esto es más complicado de lo que pensábamos. Mira a todas esas chicas secuestradas, pero no parecen asustadas en absoluto," susurró Megan, preocupada.
"Tienes razón. Algo raro está pasando aquí. Será mejor que sigamos avanzando con cautela," respondió Steven.
Los tres amigos se adentraron aún más en el barco, dispuestos a descubrir la verdad y rescatar a todas las cautivas.