El sol apenas comenzaba a salir, tiñendo el cielo de un suave color naranja. Nick se encontraba en una esquina de la calle, observando el bullicio del pueblo. Sin embargo, no era el ambiente festivo que había conocido; un aire de tensión y peligro envolvía cada rincón.
La mafia parecía haber tomado el control, con hombres de mirada dura patrullando las calles. Nick sentía que el peligro se acercaba más y más, y su corazón latía con fuerza al ver cómo buscaban a Stiven y a otros. La ansiedad lo invadía, y sabía que debía actuar con cautela.
**La Búsqueda de la Mafia**
Mientras caminaba, notó que varios hombres de la mafia se agrupaban en la plaza central, hablando en voz baja y señalando hacia diferentes direcciones. Una sensación de urgencia lo empujaba a hacer algo. Si Stiven estaba en problemas, no podía quedarse de brazos cruzados.
"¿Dónde estará?" murmuró para sí mismo, sintiendo el peso de la responsabilidad. "Debo encontrarlo antes de que sea demasiado tarde."
De repente, una lujosa limusina se detuvo frente a él, rompiendo la tensión del momento. La ventana se bajó lentamente, revelando a Steffany, que sonrió al verlo. "¡Nico! ¿Listo para nuestra aventura?"
Nick se sintió dividido. La imagen de su amigo atrapado en manos de la mafia lo atormentaba, pero también la sonrisa de Steffany lo atrajo. "Eh… sí, pero… hay algo que debo hacer primero."
"¿Qué ocurre?" preguntó Steffany, su tono genuinamente preocupado. "¿Es algo serio?"
"Es solo que… la mafia está buscando a alguien en el pueblo. Debo averiguar qué está pasando," respondió Nick, sintiendo que su deber lo llamaba.
Steffany lo miró con determinación. "Entiendo. Pero tal vez pueda ayudarte. Si me dejas acompañarte, podríamos investigar juntos. Mi padre tiene contactos que podrían saber más."
Nick dudó. "No sé si es seguro. No quiero ponerte en peligro."
"Confía en mí. Estoy acostumbrada a lidiar con este tipo de situaciones," insistió Steffany, su mirada firme. "Además, si la mafia está en el pueblo, es mejor que estemos juntos. No quiero que te pase nada."
Finalmente, Nick asintió. "Está bien. Vamos, pero debemos ser cautelosos."
**Un Viaje Peligroso**
Mientras subía al auto, la preocupación seguía rondando su mente. "¿Por qué crees que la mafia está aquí?" preguntó, intentando mantener la conversación ligera.
"Mi padre ha estado recibiendo amenazas. Hay rumores de que quieren deshacerse de algunos de sus negocios," explicó Steffany, su tono más serio. "Están desesperados, y eso los hace peligrosos."
Nick sintió un escalofrío. "Eso significa que podrían estar buscando a Stiven o a cualquier persona que se interponga en su camino."
Steffany condujo con destreza, sus ojos escaneando constantemente la carretera y los alrededores. "Eso es exactamente lo que me preocupa. Debemos encontrar a tu amigo antes de que sea demasiado tarde."
Mientras recorrían el pueblo, Nick no pudo evitar notar la atmósfera tensa. Las calles, antes llenas de risas y alegría, estaban ahora dominadas por la desconfianza. Vieron a varios hombres de la mafia hablando con los comerciantes, y algunos parecían asustados.
"¿Ves a esos hombres? Están buscando información," dijo Steffany, señalando a un grupo que se acercaba a una tienda. "No podemos dejar que te vean."
Nick asintió, sintiendo una punzada de ansiedad. "Debemos encontrar un lugar seguro para planear nuestro siguiente movimiento."
"Conozco un lugar," dijo Steffany, girando el volante con firmeza. "Un viejo café que mi padre solía visitar. Allí podremos hablar sin ser vistos."
**El Café Escondido**
Cuando llegaron al café, Steffany estacionó el auto en un rincón apartado. Entraron y se sentaron en una mesa en la parte trasera, lejos de las miradas curiosas. El lugar tenía un aire nostálgico, con paredes decoradas con fotografías antiguas y una suave música de fondo.
"Bien, cuéntame todo lo que sabes sobre lo que está pasando," dijo Steffany, su expresión seria.
Nick respiró hondo, sintiendo que debía ser honesto. "La mafia está buscando a Stiven. Creo que están intentando atraparlo por alguna razón relacionada con el Capitán Alexander."
"¿Qué quieres decir?" preguntó ella, su interés claramente despertado.
"Stiven fue capturado por él antes, y ahora creo que la mafia está tratando de usarlo como un medio para conseguir algo más grande," explicó Nick, sintiendo que el peso de la situación lo aplastaba. "No sé qué más hacer."
Steffany lo miró con empatía. "Vamos a rescatarlo. Pero necesitamos un plan. Si la mafia está buscando a tu amigo, no podemos hacerlo de forma directa."
Nick asintió, sintiendo que la determinación comenzaba a regresar. "Tienes razón. Debemos ser astutos. Si podemos hacer que se distraigan o confundirlos de alguna manera, quizás tengamos una oportunidad."
"Podríamos crear una distracción grande," sugirió Steffany, su mirada llena de ideas. "Algo que los mantenga ocupados mientras buscamos a Stiven."
Mientras comenzaban a trazar un plan, Nick sintió que, a pesar del peligro, había una chispa de esperanza en el aire. La conexión con Steffany se fortalece, y sabía que juntos podrían enfrentar cualquier desafío que se presentara.
Pero, en el fondo de su mente, la preocupación por su amigo seguía acechando. La mafia estaba en el pueblo, y el tiempo se estaba agotando. Cada minuto contaba, y Nick estaba decidido a hacer lo necesario para salvar a Stiven y poner fin a la amenaza que pesaba sobre ellos.
Steffany comenzó a reír, su risa suave y contagiosa llenando el café. Nick la miró, confundido. "¿Qué sucede?" preguntó, sin entender la razón de su risa.
"Pensaba que eras alguien normal," respondió ella, aún sonriendo. "Pero me doy cuenta de que eres un tipo bastante peculiar."
"¿Por qué lo dices?" Nick se sintió un poco ofendido, pero también intrigado.
"Porque siempre conozco a chicos muy raros y de malas intenciones," explicó Steffany, inclinándose hacia adelante, con un brillo en los ojos. "Y tú… bueno, no encajas en ese molde."