Mientras Nick y Stiven se adentraban en el bosque, el cansancio se hacía evidente en el rostro de su amigo. Stiven luchaba por mantener el paso, pero sus piernas flaqueaban. “Nick, no puedo más,” dijo, jadeando.
“¡Vamos, Stiven! ¡Estamos casi allí!” respondió Nick, sintiendo que el tiempo se agotaba. Pero sabía que no podía dejar que su amigo se rindiera. “Confía en mí.”
**El Peso de la Decisión**
Nick miró a su alrededor, buscando una forma de ayudar a Stiven. Sin pensarlo dos veces, se agachó y le dijo: “Voy a cargarte. Necesitamos llegar a la casa de Steffany.”
“¿Estás loco? No voy a ser una carga,” protestó Stiven, pero su voz sonaba débil.
“¡No hay tiempo para discutir! Si no llegamos pronto, la mafia nos encontrará,” insistió Nick, levantando a Stiven con esfuerzo.
Con Stiven a cuestas, Nick comenzó a correr. Cada paso era un desafío, pero la urgencia lo impulsaba. Sabía que tenían que llegar a la casa de Steffany antes de que la mafia los alcanzara.
**La Casa de Steffany**
Después de lo que pareció una eternidad, Nick avistó la casa de Steffany a lo lejos, situada en las afueras del pueblo. El corazón le latía con fuerza mientras corría, sintiendo que el aliento le faltaba.
Finalmente, llegó al porche y dejó caer a Stiven suavemente. “Quédate aquí. Voy a llamar a Steffany,” dijo, sintiendo que la adrenalina lo mantenía en movimiento.
**El Reencuentro Emocionante**
Justo en ese momento, la puerta se abrió y Steffany apareció, con los ojos llenos de preocupación. Al ver a Nick, gritó: “¡Nick!” y corrió hacia él, abrazándolo con fuerza.
“¡Estás a salvo!” exclamó, sintiendo un alivio inmenso.
“Sí, pero no todos lo estamos,” dijo Nick, señalando a Stiven, que estaba sentado en el suelo, respirando con dificultad.
“¡Clara! ¡Ven rápido!” llamó Steffany, y Clara apareció poco después, con una expresión de sorpresa al ver a sus amigos.
“¡Qué bien que estén con vida, muchachos! ¿Dónde está Nino?” preguntó Clara, preocupada.
“Está escondido. La mafia lo busca,” respondió Nick, sintiendo que la urgencia aumentaba. “No tenemos mucho tiempo.”
**Entrando en Acción**
Steffany miró a Nick con determinación. “Vamos a entrar. Mi padre debe saber lo que está pasando.” Ayudó a Stiven a levantarse y, juntos, entraron en la casa. Una vez dentro, se encontraron con el padre de Steffany, que los miró con preocupación.
“¿Qué ha pasado?” preguntó, notando el estado de Stiven.
“Es una larga historia,” comenzó Nick, respirando hondo. “La mafia está tras nosotros. Stiven fue secuestrado y tuvimos que escapar. Ahora están buscando a Nino.”
El padre de Steffany frunció el ceño. “¿Qué saben de ellos? ¿Hacia dónde van?”
“Sabemos que están en el pueblo y que han estado buscando a Stiven y a mí. Debemos prepararnos, porque puede que vengan hacia aquí,” explicó Nick, sintiendo que la tensión aumentaba.
**La Estrategia de Defensa**
“Necesitamos un plan,” dijo el padre de Steffany, su voz firme. “¿Tienen algún lugar seguro donde podamos llevar a Nino?”
“No lo sé. Tal vez podríamos esconderlo en el sótano, por si acaso,” sugirió Steffany. “Es el lugar más seguro de la casa.”
“Está bien. Vamos a hacer eso y luego debemos pensar en cómo enfrentar a la mafia,” dijo el padre, asumiendo rápidamente el control de la situación.
Nick sintió una mezcla de alivio y ansiedad. Tenían un refugio temporal, pero sabían que no podían bajar la guardia. “Debemos estar listos para cualquier cosa,” dijo, mirando a sus amigos. “No podemos permitir que la mafia nos atrape de nuevo.”
Mientras el grupo se preparaba, la tensión en el aire era palpable. Sabían que la batalla final estaba por comenzar y que tenían que estar listos para enfrentar cualquier desafío que se presentara. La vida de Nino, así como su propia libertad, dependían de su próximo movimiento.
Mientras el padre de Steffany movía a Stiven hacia el sótano, Nick sintió que la ansiedad se apoderaba de él. “Necesitamos encontrar una forma de protegernos,” dijo, mirando a Steffany y Clara. “Si la mafia viene hacia aquí, debemos tener un plan.”
**Preparativos en el Sótano**
“Vamos a reforzar las puertas y ventanas,” sugirió el padre de Steffany. “Debemos asegurarnos de que nadie pueda entrar.”
Con rapidez, el grupo comenzó a trabajar. Nick y Stiven, aunque exhaustos, se unieron a la tarea. Usaron muebles y tablones para bloquear las ventanas y la puerta principal. “¿Cuánto tiempo crees que tenemos?” preguntó Clara, mirando nerviosamente hacia la entrada.
“No lo sé, pero debemos estar listos,” respondió Nick, sintiendo que cada segundo contaba.
**La Estrategia de Defensa**
Una vez que terminaron de asegurar el lugar, se reunieron en el sótano. Stiven, aunque aún débil, se sentó en una esquina, tratando de recuperar el aliento. “No podemos quedarnos aquí para siempre. Necesitamos un plan de salida,” dijo.
“Cierto,” asintió el padre de Steffany. “Si la mafia llega, no podemos dejarlos rodearnos. Necesitamos una ruta de escape.”
“Podríamos usar el bosque detrás de la casa. Si logramos salir sin ser vistos, podríamos llegar a la carretera principal y buscar ayuda,” sugirió Nick, recordando cómo habían llegado allí.
“Buena idea, pero primero, necesitamos saber cuántos son y qué quieren,” añadió Steffany, mirando a su padre con firmeza. “Si podemos averiguarlo, tal vez podamos encontrar una forma de enfrentarlos.”
**La Información Crucial**
“Yo puedo salir y espiar un poco,” propuso Nick, sintiendo que debía hacer algo.
“No, es demasiado arriesgado,” respondió Clara, con una expresión de preocupación. “No podemos permitir que te atrapen de nuevo.”
“Pero si no sabemos qué planean, no podremos defendernos,” insistió Nick. “Necesitamos información.”
El padre de Steffany lo miró, considerando la propuesta. “Si decides hacerlo, debes tener cuidado. Sal a la noche y mantente en las sombras. No te expongas.”