El jefe Marshall entra de golpe en la casa oficina de Alister Brown un comerciante del pueblo quién está en compañía de una hermosa chica llamada Grace Fisher una atractiva rubia bien dotada amante de turno de Alister, ella tiene 21 años y también estaba en la misma promoción de secundaria que Amanda y Ashley , Alister es un hombre atractivo y conocido como el mujeriego del pueblo tiene ya 47 años pero su físico digno de un guerrero Espartano y rostro de película lo hacían irresistible para las mujeres, que miraban sus ojos verdes y cabello castaño envidiando a su esposa Ellen,
-vaya Alister , ya tienes nueva zorra – dijo Marshall en tono burlón- señorita Fisher ¿Qué dirían sus padres? Jajaja
-Grace déjanos Un momento por favor- exclamó Alister a la sensual rubia
-señorita Fisher ¿Se va tan pronto? Creo que podemos tener una charla privada más tarde – insinuó Marshall, que obviamente no era del agrado de la chica
-Magnus al grano- exclamó Alister- ¿Qué Quieres?
-Bueno Alister, sabes que la economía estos días está dura y necesitamos apoyo monetario-dice Marshall
-ya te pagué lo de este mes- responde algo molesto el sr Brown
-pero el silencio es costoso y creo que ya es hora de ajustar el precio- dice Marshall
-¡Más dinero! – exclama Alister- no puedo darte más, te estás quedando con todo
-Bueno eso debiste pensarlo antes de dejarte pillar por mi en el viejo puente jejeje – pronuncia Marshall burlón
-eso, eso solo sucedió una vez- responde Alister molesto
sabemos que no es así Alister – Marshall seguía presionando- sabemos que eso lleva tiempo
yo , he , he – Alister tartamudeaba- ven en la tarde por tu dinero , pero ni un centavo más
vengo a las 5 -señalo Marshall mientras salía.
.Magnus Marshall el alguacil del pueblo, también el más grande extorsionador del mismo , solo chantajeaba a todos lo que pudiera mediante los secretos que conocía de cada uno, guardaba silencio a cambio de dinero o favores sexuales, sin duda era una de las personas más detestadas del pueblo pero también una muy influyente, se está montando en la patrulla cuando ve a nuestros protagonistas bajar del auto y dirigirse a la puerta de la casa Fletcher, el gordo alguacil solo observa desde la distancia
Robert toca el timbre y la Sra. Fletcher abre la puerta
-buenas tardes señora-dice Robert – necesito hacerle unas preguntas
La Sra. Fletcher al ver a Amanda se sorprende y exclama
-La de la Mala suerte no puede pasar- mirándola con desprecio -ustedes 2 entren pero ella no
Amanda triste y sorprendida por lo que paso se queda afuera mientras adentro Roberto comienza a interrogar a la Sra. Fletcher
-mi nombre es Robert soy investigador policial y vengo de Edimburgo (Robert mentía para obtener información más fácilmente) investigo el caso de su hija, podría decirme alguna conducta extraña que haya notado?
-No, ninguna, mi hija compartía todo conmigo- responde la Sra Fletcher mientras las lágrimas le invadían los ojos- ella ya estaba a punto de mudarse definitivamente a Edimburgo tenía planes con un chico nuevo que había conocido
-tenia planes?- indagó Robert- no cree usted que eso es raro para alguien que planeaba suicidarse?
-¿Qué me está queriendo decir? ¿ alguien asesinó a mi hija? – pregunta con cierta ilusión y desconcertación la Sra. Fletcher- ¿Es posible?
La Sra. Fletcher tenía tanto Interés que ni siquiera había preguntado porque Lory estaba con el “investigador”
-Es postre -fue la respuesta de Robert con un tono muy serio- necesito más detalles, que hacía su hija en Edimburgo?
-ella estudiaba en la universidad, tenía un apartamento en la ciudad me dijo que su novio lo pagaba, pero no era el chico con el que tenía planes, me dijo que iba a dejar a su novio , era un hombre mayor para ella pero nunca me dijo su nombre
-perfecto- dice Robert- ¿Puede darme la dirección del apartamento?
Mientras Robert termina de interrogar a la Sra. Fletcher, afuera Amanda está pensando, recuerda a su madre, y sus días tomando fotografías en el infame puente , de repente llega a su mente el recuerdo de que si madre anotaba cosas en un diario después de tomar fotografías y que siempre eran cercanos o en el sitio de las muertes o donde encontraron los cuerpos acaso ¿Su madre sabía algo? Necesitaba encontrar ese diario, hundida en sus pensamientos no noto que Marshall se acercaba a ella como un depredador que acecha una presa
-Hola muñequita – dice Marshall - ¿Qué haces aquí tan sola?
Amanda se sorprende y le dice:
-No es tu problemas cerdo
-pero este cerdo te hace recordar cosas- pronuncia en tono arrogante el alguacil
Amanda siente que le tiemblan las piernas y no puede casi hablar, cuando el repugnante alguacil le acaricia la cara ahí ella grita:
-SUELTAME PERVERTIDO!!!
Robert escucha los gritos afuera y sale a toda prisa y ve a Marshall sujetando a Amanda, se abalanza sobre el alguacil y le propina un golpe en la cara
-Déjala en paz- gritaba Robert
Marshall aún confuso por el golpe saca su arma y apunta a Robert cuando escuchó un fuerte grito
-MAGNUS!!!
Era el padre de Amanda quien gritaba: baja esa arma ya, creo que ya en este pueblo han sucedido bastantes desgracias – de mala gana Marshall bajo su arma no sin amenazar a Robert
-cuídate muchacho, no solo las mujeres mueren en este pueblo- pronuncia Marshall en tono amenazante- si no pregúntale a ella, jajaja y Connor?
Amanda lo miraba aterrada y con sus ojos violetas inundándose en lágrimas.
.ya en el auto camino a la mansión Malonny y ya dejado a Lory en su casa Amanda le dice a Robert:
-¿Por qué hiciste eso? – algo molesta
-porque se quería propasar contigo- responde Robert también algo molesto – y ¿Quién es Connor? Y porque lo mencionó?
-tu no entiendes nada- responde Amanda comenzando a llorar. Robert detiene el auto en el puente y ambos bajan
-Amanda que no entiendo?- pregunta Robert abrazándola
-el me aterra ,le tengo pavor -Amanda llora más intensamente
-¿Qué te hizo para que le temas tanto?
-Robert no puedo decirte , es algo humillante
-Dímelo -insistió Robert
no puedo Robert- respondió Amanda llorando cada vez mas
Robert la abrazo muy fuerte y le dice :
-No importa, el no te hará más daño, ahora yo estoy aquí para protegerte
Amanda lo miraba como un príncipe azul, como su salvador alguien que entre tanta tristeza venía a traerle algo de luz a su vida, ahí en ese momento ambos se miraron con esa misma ilusión del amor adolescente y preguntándose sin aún sentirían lo mismo, sin poder mas con la tensión que ocurría entre ellos , cara a cara acercando sus cuerpos y dejando salir la pasión en ese puente con una historia tan triste por una noche se escribía una página feliz cuando ellos se dieron un beso.