El modelo perfecto del amor

Cinco

Giselle

 

—¡Hola, hola! Pero que lindos verlos todos juntos. Oh, luke, no sabía que estabas aquí. — Una voz cantaría se esparce por todo el lugar y llega hasta la cocina junto con su dueña.

Anastasia Grecco, mejor amiga y eterna enamorada de Luke.

Alta, cabello castaño semi rubio y ojos azules, linda y lista.

—Me suena poco probable que llegues justo el mismo día que yo —dice Luke mientras bebe de su taza y sonrie de lado.

Ella ha estado enamorado por él desde que puedo recordar, es algo así como su amor platónico que no sucederá pero una parte de mi me dice que Luke no quiere dejarla ir, pero tampoco la quiere.

—No avisaste que llegarías hoy, así que es una completa casualidad — Agrego y saco dos tazas de la alacena, alzo las tazas en dirección a Ana—¿Café o té?

—¡Ay! Muero por un te de menta.

Toma asiento en la barra donde estaban todos, mientras yo preparo café con leche para mí y un té de menta con leche para ella.

Iug, ella jura que es como probar un trozo de cielo pero yo prefiero otras cosas.

—Solo una persona sabía.

—Definitivamente no nosotros— Contesto papá, mientras platicaba con ella.

—Debes de admitir que ya no eres el centro del universo —Murmuro al pasar a su lado y pongo las tazas en la barra mientras saco un par de galletas.

Le doy un sorbo a mi café y observ como mi amiga le entregaba un billete de 20 dólares a mi hermano.

Alzo una ceja y pregunto a la par que luke:

—¿Por qué le das dinero a mi hermano?

—¿Me vendiste por 20 dólares?

Puedo jurar que ella brinco en su lugar, se acomoda el cabello y niega.

—¿Sebastián sabía pero nosotros no? —Cuestiono a Luke —Vaya, eso te pasa por confiar en él, es un pequeño tramposo.

—Estoy aquí, ¿Saben? —Se queja.

—¿Y Alina? No la he visto y eso es raro.

—Esta en un viaje, llegará en un par de días o quizás en dos semanas.

—Por cierto, cuando llegue vi a Ethan salir.

Suspiro, antes de asentir y hablar.

—Si... yo quería comentarle sobre eso.

Papá deja de lado su libro, luke bloquea su celular y Sebastián sigue preparándose su pan con frutas mientras espera a que hable, Sebastián es como esas personas que les gusta ver el mundo arder pero no estar en ello.

—Nosotros... él me pidió que fuera su novia solo unos meses, quizás menos.

—Y le dijiste que no, ¿cierto?

Ruedo los ojos ante la interrupción de Luke.

—A veces olvido que tienes 24 porque pareces de 15 —añade papá —Sigue, cariño.

—Hoy todos me insulta —reclama Sebastián y seguido de eso se mete a la boca un trozo de fruta.

—La cosa es que vamos a fingir que regresamos y eso, pero ya y no quería mentirles sobre ello.

—Debiste decir que no

—¿y a qué se debe eso?

Papá comprende mientras que Luke ataca, y eso queda muy claro.

—¿Te acuerdas de Frida y su mamá?

—Como olvidarlas

—¿Frida no es la mamá?

—Eso no es importante.

—Bueno, vendrán de vacaciones y quiere ahorrarse las citas planeadas por ellas.

—Ahí es cuando lo compadezco. Es bueno que quieras ayudarlo pero puedes decir que no cuando ya no te sientas cómoda con ello —Se levanta y acomoda sus cosas. Seguido de eso, se despide de todos y sale a trabajar.

—Yo creo que es una mala idea pero aún así te apoyo. Yo también tengo que trabajar, nos vemos más tarde.

Ana volte a verme y sonríe de lado.

—Vaya, yo esperaba gritos y demás.

—En la mañana hubo bastante de eso, en realidad. —Sebas se limpia una mancha de crema mientras habla —Esto va a terminar con alguien enamorado.

Parpadeo rápidamente.

—Ridículo, ¿no deberías estar bañandote para ir a la escuela?

Suelta un quejido, murmura algo que no termino por comprender y se levanta.

—No olvides mis palabras, puedo apostarlo.

Revuelvo su cabello y rio un poco.

—Solo apurate, ¿Quieres?

Dejo a Sebas en su escuela y manejo al estudio que Crista mencionó en su correo

Dejo a Sebas en su escuela y manejo al estudio que Crista mencionó en su correo.

Crista Emerson es mi representante, la encargada de imagen y negociar.

 

Creo que muchos piensan que es muy fácil y así, lo cierto es que tienes que dominar varios idiomas, llevar constantes cursos, ver que no te estafen cuando estás iniciando, viajes repentinos, fama esporádica, explotación, duras críticas, hacer que cada cámara te adore y te exige una vida muy estricta en tanto a alimentación y ejercicios.

Todo conlleva esfuerzo.

Llego al lugar y subo, en la recepción me dan un pase e indicaciones, veo el reloj marcar que son las 8:30 am y sé que voy a tiempo porque la hora marcada es a las nueve.

Saludo a algunos conocidos que pasan y me siento enfrente de un tocador que tiene una placa con mi nombre. Toco la carpeta que está ahí, la abro y observo el concepto y me gusta.

No es extravagante es más bien algo muy sencillo y cálido, todo en ello grita delicado. Conforme voy avanzando me doy cuenta de que sufre una gran transformación de ser delicado paso a más rudo, mostrando que una persona puede tener millones de estilos y ser uno mismo.

Sonrio, había confiado en Crista sin siquiera saber que haría pero ella no se equivocaba y menos sobre su trabajo.

—Hola, tu debes ser la Señorita Lee. Ven, entre más rápido comencemos mejor. Soy Ella, asistente y coordinadora en esta campaña.



#33129 en Novela romántica
#21170 en Otros
#3175 en Humor

En el texto hay: humor romance juvenil, romance drama

Editado: 20.01.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.