El Monstruo y la Bestia

Capítulo 4

Kenta estaba callado, analizando la nueva situación que se le presentaba. Miro a cada uno de sus amigos, no tenía todas las respuestas, pero aun así decidió hablar.

—Entiendo que la situación en sí, carece de sentido —inició sus palabras—. Pero, hay cosas que tenemos que tener en cuenta; primero, el hecho de que la invitación sea pública, claramente había una intención de que otras personas supieran de este evento. Segundo, porque esa persona, sabía el punto de encuentro de ToMan, esto implica que alguien nos debe haber seguido, o hay un topo —explicó y todos se quedaron callados.

—Y si hicieron todo público, porque quieren que desconfíen de Yasahiro —comentó Itami, y todos se quedaron mirándolo confundido—. ¿Qué?

—Ya sé por qué fue público, me duele admitirlo, pero Itami tiene razón. Todo esto es para poder crear sospechas sobre ti con la intención de desenmascararte —comentó Kenta—. La quinta división debe estar loca por esta situación —todos se quedaron callados, sin entender a qué se refería.

—Vas muy rápido, no entiendo nada de lo que dices —comentó Yasahiro— ¿Qué tienen que ver la quinta división?

—Ustedes son idiotas, ya no vuelvo a dudar de ello —se quejó Kenta, golpeándose su rostro con la palma de su mano—. La quinta división se encarga de cuidar a la pandilla de topos, o traidores. Cualquier persona sospechosa —explicó mientras apuntaba a su amigo de cabello largo—. Es un blanco para la investigación.

—Sigo sin entender —declaró Itami.

—Solo di las cosas de manera directa, Kenta —exigió Jun—. Es tarde para pensar.

—Imbéciles —fue lo único que dijo Kenta—. Yasa, escucha atentamente. Lo único que tienes que mantener, es un perfil bajo. Esto quiere decir, que no debes llamar la atención de nadie, especialmente de tu Crush, o alguno de los altos mandos —explicó, haciendo sonrojar a Yasahiro.

—No le digas así —pidió avergonzado.

—Lo importante, es que jamás llamamos la atención, el comandante dejó pasar tu escenita, así que…—Si no llamamos la atención, no tienen nada en contra nuestra —dijo Isamu, hablando por primera vez.

—Me aseguraré de que la investigación sea olvidada, y que cualquier responsabilidad recaiga sobre mí —explicó—. Sería malo, si Mucho se entera de ciertas cosas por otras personas que te odian, Yasa.

—Lo entiendo —dijo seriamente.

—Perfecto, ahora tengo hambre. Vamos a comer.

El silencio se hizo presente porque los cinco empezaron a comer. Aunque cada uno se había comprado lo suyo, no dudaron en intercambiarse para que cada uno comiera de todo. Una vez llegan las doce de la noche, los cinco se despiden para ir cada uno a su casa.

Yasahiro, estaba callado, algo inusual para alguien como él, que dice cada cosa que pasa por su cabeza. Mientras caminaba por la calle, intentando verse serio sin mostrar su preocupación por la situación, era la primera vez que esto sucedía, y aunque en su ingenuidad creía que nunca pasaría algo así; esto estaba pasando, y debía buscar una solución. De pronto, en esa nube negra de pensamientos preocupantes que ocupaban cada uno de los rincones de su mente, empezó a despejarse por un simple recuerdo; el recuerdo de la sonrisa de su comandante, había golpeado su mente de repente, y provocó un fuerte sonrojo en su rostro, y sintió cómo su corazón empezaba a palpitar más fuerte, debido a los nervios. Pero, a pesar de todo, sentía una calidez en su interior que le resultaba realmente agradable.

Mientras disfrutaba de ese momento, recordó las palabras que Kenta le había dicho antes de retirarse a su casa, y todo eso, provocó que ese sentimiento cálido desaparezca.«—Aléjate de todos, y sobre todo de ese nuevo, Takemicchi se llamaba, o así le dicen; es el más cercano al comandante, así que aléjate»

Y esas palabras lo preocupaban, porque no entendía exactamente como mantenerse alejado, mucho más alejado de lo que ya estaba. En esos dos años que estuvo en ToMan, se aseguró de nunca llamar la atención, así evitar problemas, pero no entendía cómo ser más eficiente en ese trabajo. Todo ese enorme nudo de pensamientos, se vio eliminado cuando llegó a aquella solitaria casa vacía.

...

Takemicchi, se sentía un poco intimidado cuando Mikey y Draken, lo invitaron a pasar el tiempo juntos. Y aunque le daba miedo ir, le daba más miedo decir que no, y hacer enojar a aquellas peligrosas personas. Aunque su salida fue repentina, debía admitir que se estaba divirtiendo, por esa razón, saltó hacia atrás y dio un fuerte grito, al ver que una mano ensangrentada salía de un callejón, a unos metros de distancia.

—Auch, mis oídos —se quejó una voz conocida para todos.

Yasahiro estaba saliendo de ese callejón, estaba vestido totalmente de negro, aunque su abrigo tenía manchas de dudosa procedencia. El castaño miró a las personas a su lado izquierdo, quienes no se habían movido un solo centímetro; Yasahiro se quitó la capucha, y se acercó a Takemicchi preocupado.

—¿Te lastimaste? —preguntó sorprendiendo al rubio de ojos azules—. Isamu dice que esas reacciones son por sentir dolor, o sorpresa.

Gracias a ese acercamiento tan repentino, Takemicchi se percató de los pequeños rasguños en el rostro del más bajo, su ropa estaba desarreglada y su respiración ligeramente agitada.



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En el texto hay: bl, pandillas, tokyorevengers

Editado: 13.12.2024

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