El día de mi graduación fue el momento más feliz que tuve. saber lo duro que estudie, y trabaje todo el sacrificio que hice valió la pena. Aunque no se termina aquí todavía me queda un recorrido por tomar.
Ver el rostro de felicidad de mis padres orgullosos de mí fue como un abrazo al alma y espero que me apoyen en la especialidad que quiero elegir.
Mi madre estaba en la cocina haciendo el almuerzo. Ella es una mujer con una mentalidad cerrada y católica al igual que a mi padre que solo miraba el televisor.
Yo por mi parte ordenaba mis cosas en cajas para preparar mi mudanza. Gran parte era toda una pila de cuadernos y libros de medicina. Estaba orgullosa de mi logro.
Yendo a la sala a comer estaba preparada para decirle a mis padres la especialidad de medicina que quiero hacer.
Sentada con ellos nos pusimos a orar antes de comer puesto que al terminar mi madre me miró con curiosidad.
—Hija ahora que terminastes tu carrera ¿Qué especialidad vas a elegir?
Preguntó con su voz determinante.
—Justo te hiba hablar de eso y estoy muy emocionada por elegir ser forense. Le respondí entusiasmada pero en el momento que dije forense su cara cambió por completo como si le hubiera recibido una desagradable noticia para ella.
—¿Cómo qué forense? Pregunto de nuevo preplejada.
—Sì… ¿Qué tienen de malo? Hable en voz preocupada por su reacción.
—No te das cuentas que vas a estar alrededor de muertos haciendo cosas horribles. Expresó con voz enfurecida no pudiendo entender lo decepcionante que es esta situación.
—Mamà tranquila, averiguar la causa de muerte entre otras cosas muy interesantes para mi por esa razón es que la vida y la muerte son cosas naturales.
—Pues puedes estar asegurada que no tienes mi apoyo en eso. Empezó a comer molesta.
Mire a mi padre que me estaba mirándome y solo vi su cara fruncida mostrando su desacuerdo por mì.
Solo empecé a comer con el nudo en la garganta aguantándome las lágrimas que me nublaba la vista, no podía creer que no tendría su apoyo en mi camino hacer forense.
Regrese a mi cuarto desahuciada sin ninguna expectativa de lo que sería mi futuro, creía saber bien mi propósito de vida y lo que haría por el resto de mis días, pero su apoyo para mi era lo más importante y debido a que no lo tengo siento que no tuviera nada.
Trate de sentirme mejor pero era inutil era como tener un peso encima de los hombros me hundiera en un profundo vacío. Agarré mi bolso y me dirigi a el departamento de mi tìa carolina quien vive en el edificio que me voy a mudar.
El sol estaba brillante y cálido con un cielo despejado, era un hermoso día arruinado por un sentimiento terrible, con la cabeza cabizbaja caminando hacia mi destino inconcluso o tal vez estaba pensando demasiado mal.
Me espere frente al ascensor a que bajara con la mirada perdida y me adentre al espacio de cuatro paredes a subir al séptimo piso, me mire al espejo y me desconocí por un momento no creía lo desarreglada que estaba yo siendo alguien muy pulcra con mi físico, si que este dia me afectó bastante. Salí del ascensor directo hacia la puerta tocando el timbre ella abre la puerta con una cara de sorprendida al mirarme.
—Sasha, llegaste temprano. Abrazándome muy contenta.
—Sì quería venir lo antes posible. dije tratando de disimular lo mal que estaba.
—Hay linda te vez fatal. ¿te sientes mal? Preocupada por verme tan mal.
—Pensé que no te darías cuenta. Aunque creo que era bastante obvio me lo esperaba de ella.
—Sashita sos muy transparente. me doy cuenta de todo. Haciéndome entrar dejando mi abrigo y bolso en el perchero y nos fuimos al balcón que había una mesita y dos sillas con una linda vista de ahí.
Ella antes de tomar el café quería saber como estaba.
—Decime. ¿Que paso? agarrándome de las manos y mirándome a los ojos.
—Mis padres no me apoyan para ser forense. Expreso con la voz desgarrada casi al punto de llorar.
—Sasha, entiendo tu desilusión pero a veces uno tiene que afrontar las situaciones sin tus padres. Me da pena que no vean el gran potencial que tienes, sin embargo lamentablemente te toca vivir esto.
Vos podes con esto y con más con tan solo ten voluntad y vos sabes que tenes mi apoyo en todo en lo que hagas.
Conmoviendo con sus palabras tan alentadoras me impulsó a poder yo sola.