CAPITULO 8

NARRA ABIGHAIL

Desperté asustada, desorientada y completamente empapada en sudor, mi respiración yacía descontrolada cuando noté que todo no había sido más que una pesadilla, otra de las tantas que tenía constantemente. Escuche el despertador sonando incesante y torpemente, como pude, lo apague.

Aparté las sabanas, tomé mi bastón y me puse de pie justo cuando tocaron la puerta.

-Pase.

-Cariño-escuché la voz de Ana.-Buenos días, veo que madrugaste, creí que dormirías más. Aquí te traigo el desayuno y Matt quiere verte.

-¿Ahora que hice?-dije apartando algo de cabello de mi rostro e intentando empezar a caminar pero un chillido de horror me hizo detener.

-¡Por Dios! ¿Qué te pasó?

-¿Con qué?- pregunté sin entender.

-Tu rostro, tienes un golpe horrible.

Recodé lo que pasó anoche y me golpeé mentalmente por no haber tenido más cuidado.

-Nada importante, un accidente con una puerta. Estoy bien.

-Una puerta-repitió sin creerme.-será mejor que inventes una mejor excusa, cuando tu hermano vea eso enloquecerá.

Rodé los ojos.

20 minutos después, con ayuda de Ana, me arregle, cubrí con algo de maquillaje el gran moretón, desayune y baje a la sala donde me esperaba Matt.

-Llegamos- aviso mi nana en voz alta.

-Abby- empezó a hablar Matt acercándose a mí y ayudándome a sentar.- quiero presentarte a Kaliel, acaba de mudarse a la vieja casa de los Thompson y vino a presentarse.

-Sí, nos conocimos ayer.-escuché la voz del susodicho.

-¿Ah, sí? No me habías dicho.-atacó mi hermano.

-No tuve tiempo, ayer fue un día largo.-me defendí y no era del todo mentira.-pero ya lo conociste.-intenté sonreír inocente.

No podía permitir que Matt se enterara de lo que había pasado, sabia como reaccionaria, querría encerrarme o meterme en una burbuja por el resto de mi vida.

-Señorita Abighail- la voz de Cecilia nos interrumpió.- tiene una llamada.

-Con permiso.-me puse de pie, tomé el teléfono y con ayuda de Cecilia caminé hacia la terraza.

-¿Si?

-Abighail, soy Micah, quizás es un poco temprano pero ahora que decidiste empezar tus funciones como heredera debemos coordinar tus horarios, entrevistas, debemos conseguirte una nueva secretaria ya que la que trabajaba con tu padre esta de licencia, también debemos organizar tus reuniones con los socios de la empresa, darte a conocer como la nueva jefa y esas cosas.

-Claro…

NARRA KALIEL

Sin poder evitarlo la observe marcharse. Aquella chica de larga cabellera castaña y ojos verduzcos.

Era incluso más hermosa de lo que recordaba y eso que solo la había visto hacia un par de horas, cuando aquellos… desgraciados intentaron… juro que solo quería hacerles pagar, pagar por lastimarla, por intentar dañarla de aquella forma tan atroz, por intentar destruirla.

Sentía, y no sabía hasta qué punto, la necesidad de cuidarla, de protegerla de todo y de todos. Lucia tan frágil e incluso podía llegar a serlo pero también era fuerte, podía verlo.

-Perdón, luego de la muerte de nuestro padre, Abby quedo al frente de todo y no es sencillo dada su… condición.- habló Matthew y sonreí comprendiendo.

-¿Puedo preguntar qué le ocurrió? ¿Siempre ha sido así o…

Intenté no sonar indiscreto pero la curiosidad me rondaba.

-Es algo complicado, ni siquiera yo sé que ocurrió, a Abby no le gusta hablar de eso, solo sé que una noche ella desapareció, semanas después mi padre recibió una llamada, salió por la puerta y cuando lo volvimos a ver fue en un… ataúd.

Noté que aquello era algo que aún le afectaba así que no pregunte más sobre el tema.

De pronto se escuchó un grito desde algún lugar de la casa.

-¡Emma!-gritó Matthew para seguido salir corriendo y lo seguí.

NARRA ABIGHAIL

Estaba terminando de hablar con Micah cuando un grito se escuchó, no muy lejos, haciéndome dar un pequeño saltito del susto en mi lugar.

-Emma…

Caminé apresuradamente hacia donde se había escuchado.

Llegué hasta el jardín y percibí algunos murmullos.

-¿Qué pasa?-pregunté.

-Está muerta…-respondió Matt en apenas un susurro.