Noche infinita,
Llena de miles de estrellas que hoy me brindan tierna paz,
Al contemplar, como a pesar de la lejanía, sigues brillando sin piedad,
Siendo algo imposible de ignorar, pues eres capaz de llenar de calma,
A cualquiera que te pueda contemplar hoy.
Tras la brisa fría,
Te confieso, que el haberte conocido ha sido un placer,
Pues te agradezco tanto las noches en donde admirando tu brillo,
Pudiste consolar hasta el más cruel de mis sentimientos,
Y es que tanto amor te he llegado a tener,
Que olvidarte, jamás será una opción.