Compartieron miradas el azul de sus ojos era imponente, parecían fríos y calculadores, a simple vista una mirada llena de irá la cual daba hasta cierto punto terror. Y ella con una mirada dulce, la cual daba confianza y paz.
Habían estado más de una vez juntos y a solas, pero fue hasta que en este momento le quedó muy claro al chico, que las apariencias engañan, y pudo comprender las palabras de ella la primera vez que se vieron "me gustan tus ojos y los quiero para mí" en ese entonces pensaba que quería que el solo se fijará en ella, pero ahora, que están solos en una habitación, donde él se encontraba atado a una silla con una mordaza en la boca, ella enfrente con una pequeña navaja, sonriendo dulcemente, con esa mirada llena de dulzura, todo cobra sentido.
—Me gustan tus ojos.
Dicho eso, arrancó el primer ojo con un poco de dificultad, manchando su mano con sangre del chico, esta misma escurría por la mejilla, cuando lo tuvo en su mano lo dejo en una caja de cristal adornada con dos flores pequeñas color violeta, solo podía escuchar los murmullos del chico, suponiendo que eran de dolor y por último se dirigió a sacar el otro y repetir la acción.
—Muchas gracias por cruzarte en mi camino, tus ojos son una hermosa colección, pero ahora hay que borrar todo rastro de evidencia mi querido amigo.
Y así sin más una nueva víctima de su obsesión por los ojos de color.
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Editado: 12.11.2024