El Novio de mi Mejor Amiga

Capítulo 2.- La Luz que trae Armonía (533)

Lucero

Al cumplir dieciséis años mi vida era bastante feliz, poco sabía yo como las cosas podían complicarse de la noche a la mañana.

Aquel año no hice fiesta, mi mejor amiga no iba a poder asistir, por lo cuál no tenía sentido, pues solo hacía fiestas para disfrutar con ella.

Aún así tuve un rico pastel y mi novio fue a estar conmigo toda la tarde. Él era bastante atento conmigo, a la vez que tampoco era demasiado intenso.

Él era consciente de que si Alaia me necesitaba yo estaría con ella, de hecho, eso me recordó a lo que pasó cuándo se me declaró.

“Alaia yo, yo se que no te gustan los chicos pero… me gustas”

“¿Quién te dijo es? Yo… tu me has gustado hace meses” le había preguntado conmocionada, de que creyeran que a mi no me gustaban los chicos.

Ese día empezamos a salir, pronto me enteré que los rumores habían empezado por todo el tiempo que estuve con Alaia durante mi fiesta de 15, todos habían creído que era lesbiana y que ella era mi pareja, o al menos alguien que me gustaba.

Por suerte Alen comprendió que ella era solo mi mejor amiga, y como no nos veíamos mucho por eso éramos tan cercanas cuándo nos podíamos ver.

Claro en el caso de ambos había configurado una tecla en mi celular para realizar llamadas rápidas, y tenía sus chats fijados en whatsapp y telegram para hablarles siempre.

—Una rosa señorita —me habló el apareciendo de pronto, habíamos acordado una cita en el parque. Llevaba una pequeña rosa, obviamente falsa, para mi.

—Gracias —le sonreí.

—¿En piensas?

—Estaba pensando en lo feliz que soy —le respondí.

Mi noviazgo con Alan era tan perfecto como mi amistad con Alaia, alguna discusión ocasional, pero en general estábamos tranquilos.

—Quiero presentarte a Alaia.

—¿Presentármela al fin? —me preguntó con una suave sonrisa— ¿Segura que quieres que tu novia me conozca? —preguntó con tomo de broma.

Ya había habido tantas cosas que habían impedido que los presentara que a veces bromeaba con que no quería presentarlos. Alguna vez había bromeado diciendo que seguro también era novia suya y por eso no quería presentarlos, pues a ambos les negaba que lo fueran.

—Si, si, a lo mejor te quita el ego —expresé con mi propio tono de broma.

—Hablando en serio ¿tienes alguna idea?

—No lo sé, ¿tal vez una salida a un café? —me había quedado sin ninguna idea.

Empezamos un pequeño debate de que hacer. Finalmente optamos por un picnic.

A ella le dijimos una hora para llegar, pero nosotros llegamos una hora antes para tener todo preparado.

Cuando Alaia llegó llevaba puesto un vestido corto, sin mangas, de color celeste. Aunque no parecía el tipo de vestidos que ella usaría en un evento formal, sin duda no esperaba que viniera con un vestido.

—Alaia, viniste —la saludé abrazándola.

—Claro que tenía que venir —me sonrió.

—Te presento finalmente, el es mi novio Alan, Alan ella es mi mejor amiga, Alaia —los presenté juntando sus manos.

—Con que él es el chico con el que me engañas —dijo de pronto ella… me quedé paralizada ¿Qué demonios acababa de decir?




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