El Nuevo Origen: El Inicio

Capítulo 4. Un reencuentro inesperado.

Marcus

No lo podía creer simplemente no lo quería creer, mi mirada estaba llena con una mezcla de pánico y desesperación por lo que veían mis ojos, había una persona que pude reconocer al ver su cabello negro con mechas blancas se trataba de Anna… La persona que tanto amaba, ella… ella se encontraba tirada en el suelo… inerte, sobre un charco de sangre con varios cortes en su abdomen y brazos, nada más ver tal horror hizo que me alejase de la multitud, yo simplemente me quedé helado en mi posición para luego caer sobre mis rodillas y en ese momento no hice más que comenzar a sollozar, sentí que algo en el interior de mi pecho se había quebrado… Sentí que era algo que no se podría arreglar nunca más.

Tras unos momentos sentí una mano en mi espalda, subí mi mirada para ver quién era, se trataba del oficial que había tocado a mi puerta, al verlo no hice más que estallar en furia haciendo que me lanzara sobre él sujetándolo del cuello de la camisa.

—¿¡COMO RAYOS PASO ESTO!? ¡DIGAMELO! —en eso veo que el otro oficial que lo acompañaba trataba de hacer que soltara a su compañero, pero este le hizo una señal para que se detuviese.

—Eso… eso tratamos de averiguar… al parecer trataron de asaltarla y ella se opuso así que…

—¡NO SEA TONTO CONMIGO! ¡NADA MAS MIRE ESO, MIRE! —señalé con mi cabeza la escena que tenía a mi lado— ¡ALGO COMO ESO NO FUE UN ASALTO! ¡SEA QUIEN SEA EL CULPABLE HIZO ESO POR DIVERSION! —decía con ira mientras apretaba con más fuerza la camisa del oficial, podía decir que era cuestión de tiempo a que el otro policía me hiciera algo para que soltase a su compañero.

—Señor, solo déjennos hacer nuestro trabajo así que le pido que por favor se calme y así nosotros….

—¡¿QUE ME CALME?! ¡¿ACASO TIENES IDEA DE LO QUE SE SIENTE QUE LA PERSONA QUE AMAS SE ENCUENTRE AHÍ INERTE SIN VIDA?! DEBERIA….

—¡MARCUS! —tras escuchar ese grito volteo para enterarme que Jenny y los demás se encontraban parados viendo como sostenía al oficial.

 —¡¿Qué rayos estás haciendo Marcus?! ¡Suéltalo! —reclamó Jenny, no hice más que obedecer para luego volver a caer sobre mis rodillas, mis piernas ya no respondían.

—¡¿Que acaba de suceder?! —me preguntó con preocupación Dave, le señalo en la dirección donde se encontraba Anna tirada, pero sin dirigir la mirada.

Cuando mis amigos miraron en esa dirección pude ver como se palidecieron sus caras, Jenny no hizo más que taparse la boca mientras soltaba lágrimas sin control alguno, Oscar simplemente cayó sentado tras el impacto de ver esa escena sangrienta y Dave… simplemente se agacho enfrente de mí, pude ver como sus ojos estaban húmedos, justo en ese instante me abraza con fuerza, yo por mi parte no hice más que volver a sollozar en el hombro de mi amigo, no lo podía creer, simplemente no quería creerlo, quería que fuese una de esas pesadillas y despertar de una buena vez para estar al lado de Anna, para abrazarla, besarla y pasar todo mi tiempo con ella, por desgracia sabía que no sería así, nunca más volvería a sentir la calidez de sus abrazos ni la dulzura de sus besos y caricias, el simple hecho de comprender eso se sentía como si docenas de agujas atravesaran mi pecho, la persona que tanto quería se había ido y no pude hacer nada para evitarlo.

Días después.

Pasaron tres días y me encontraba con mis amigos en el funeral, todos estábamos vestidos con las típicas prendas negras, se sentía la pesadez del ambiente una sensación completamente desagradable, sin embargo, ya estaba acostumbrado a elle. Logré ver como mis amigos lloraban a mi lado, yo por mi parte ya no tenía más lagrimas que derramar para esos momentos, simplemente tenía la vista fijada al suelo. La familia de Anna estaba justo al lado de su ataúd y pude notar con claridad como sollozaban su perdida, nada más de ver eso hacía que me doliera el corazón así que solamente mantuve mi vista en otra dirección mientras terminaban la ceremonia.

Varios días más tarde.

Me encontraba en mi apartamento acostado en mi cama. Solamente quería quedarme ahí esperando el pasar de las horas, escuchaba como los mensajes llegaban a mi celular, sabía que se trataba de los muchachos preguntando por mí, eso me irritaba demasiado, así que apagué el celular y seguí con la vista pegada al techo.

Tras unos minutos escuche el timbre, tuve una idea de quién se trataba entonces decidí ignorarlo, por desgracia para mí seguían insistiendo en tocar, llegaron a cansarme con tanto toque y toque así que con frustración fui a abrir la condenada puerta.

Al abrir mis sospechas se confirmaron, se trataba de Jenny que estaba acompañada por Dave.

—¿Ahora que quieren? —pregunté con frialdad.

—Vamos amigo no seas así, venimos a ver si estabas bien —declaró Dave.

—Pues ya vieron que sí, entonces ya váyanse.

—Sabemos que no es así Marc, mira sé que es difícil, pero…

—Mira Dave —Le interrumpí— no estoy de humor para tus sermones así que mejor será que ambos se vayan ahora.

—¡Ya deja de actuar así! —protestó Jenny— Nos tienes preocupados Marcus, ya van días que no sales de aquí, solamente lo haces cuando tienes que comprar comida y ya, más de eso no haces nada además de quedarte encerrado aquí todo el día.

No dije palabra alguna, pero en verdad ya estaban comenzando a fastidiarme….

—Sabemos que no es fácil superar… ya sabes… ¡Pero no deberías quedarte aislado de esa manera, no es bueno para tu salud! Lo mejor sería que salieras a caminar o a pasar un tiempo con nosotros tres para superarlo entre todos…

—¿Tres? —interrumpí— Yo solo veo a dos de ustedes —hablé fríamente.

—Bueno es que Oscar tuvo que…

—Sea lo que sea que esté haciendo el hecho de que no esté aquí con ustedes deja mucho que decir.

—¿A qué te refieres con eso? —Oscar se estaba acercando, parecía que traía algo en su mano— simplemente regresé a mi apartamento en busca de algo.




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