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Capítulo 7 Una decisión para un nuevo camino.

Kitaro

Me encontraba de nuevo en el cuarto que me prestaron para descansar, no hice más que dejarme caer con cuidado sobre la cama y adentrarme en mis pensamientos durante varios minutos. Las palabras de Crista y Zoren seguían pasando por mi mente, en verdad tuve mucha suerte de salir vivo de esa, debo agradecerle a Zoren de alguna manera aun si este no quiere, ya pensare en algo más tarde.

Me acomodo con cuidado en la cama y mientras pasa el tiempo tras relajarme siento como mis ojos se vuelven pesados, después de semejante comida lo ideal es tomarse una pequeña siesta, así que decido cerrar mis ojos para envolver en la tranquila oscuridad.

………………………………………………………

—Me alegro de que te encuentres bien.

Abro mis ojos tras escuchar esa voz que me resultaba conocida, veo que estaba en el mismo bosque oscuro que había visitado varias veces en mis sueños, justo después dirijo mi vista hacia dónde provenía aquella voz, y ahí se encontraban los mismos ojos verdes de siempre.

—Eres tú... —formé una sonrisa de alivio tras verle.

—Parece que te alegras de verme.

—Siendo honesto, me alegra que no se tratara de otra de esas quimeras, ¿sabes? pudiste haber sido más específico la última vez que nos vimos.

—Créeme, me hubiese gustado pero el tiempo no me lo permitía.

—En fin... ¿y que te trae a mis sueños de nuevo?

—Primero que nada, para terminar de hablar lo que estábamos tratando antes de que apareciera la quimera —recuerdo que trato de decirme su nombre antes de que la quimera se apareciera—, como te decía antes de que despertaras la última vez... Mi nombre es Heiran.

—¿Heiran? Es un nombre interesante.

—Al igual que el tuyo, Kitaro, ¿cierto?

—Sabes bien que ese no es... más importantes ¿sabes por qué no recuerdo mi verdadero nombre?

—Ahora mismo no se me viene nada a la cabeza, pero creo que será mejor que adoptes ese como tu nuevo nombre a partir de ahora.

—¿En serio? Bueno, siendo honesto no me desagrada del todo el nombre.

—Créeme será lo mejor para ti, comenzar una nueva vida en ese mundo desde cero será tu mejor opción, olvida todo lo que sufriste en el anterior y sigue adelante, aquí por fin podrás ser feliz —me explico, podía sentir algo de compasión en las palabras de Heiran.

—Creo que tienes razón... y era cierto lo que dijiste parece que aquí hay muchas personas de buen corazón, ya me encontré con unas cuantas hace poco.

—Ya lo creo, te he puesto un ojo encima desde que llegaste a Entharus y me alegra ver que te llevaras bien con esos tres.

—A todas estas... no me dirás que eres ¿cierto? ¿No serás una de esas razas que habitan este mundo? —quiero ver si le saco más información a este sujeto.

—Bueno... digamos que es algo más complejo, pero estoy seguro que lo descubrirás con el tiempo, ya que a partir de ahora dependerá de ti encontrar todas tus repuesta, porque no estoy seguro que nos volvamos a encontrar de nuevo como lo hacemos ahora.

—¿Qué quieres decir? —pregunté confundido.

—Digo que esta puede ser la última vez que hablemos con calma —aclaró.

—¿Pero por qué?

—No te puedo dar los detalles, solo te digo que ahora estas de camino a una lucha, una de la cual debes hacerle frente y superar tus límites si no quieres que tu destino se vuelva a repetir.

Las palabras de Heiran me tenían confundido ¿qué querrá decirme con una lucha? Hago memoria y recuerdo mi vida en el otro mundo la cual me aconsejo que olvidara, muchas emociones me llegaron, entre ellas tristeza y nostalgia, en eso recuerdo a mis amigos antes de llegar aquí.

—Mis amigos en el otro mundo... de seguro se preocuparán porque desaparecí —dije con tono triste.

—Es lo más seguro, pero recuerda lo que les podría haber pasado si seguías con ellos, seguramente eso sería lo último que desearías.

—Es cierto, pero no puedo evitar sentirme mal porque hare que se preocupen ¿estás seguro que lo mejor será que me olvide ellos por su bien? Los conozco, y sé que podrán superar esto para continuar con sus vidas, pero aun así... —sostengo uno de mis brazos con fuerza mientras miraba al suelo— no puedo evitar sentirme culpable si lo hago.

—Sé que es muy dura la decisión, pero confía en mí, será lo mejor para ellos, nos guste o no hay veces que para proteger a tus seres queridos es necesario causarles dolor, aunque sea feo, son cosas que hay que hacer si no queremos perder a quienes amamos.

—Puede que tengas razón Heiran... Esas palabras me hacen sentir un poco mejor.

—No hay de qué. Bueno, ya es momento de despedirnos, quien sabe… Tal vez nos volvamos a encontrar en el futuro.

—No estaría mal, ya comenzaste a caerme bien Heiran.

—Tu igual Kitaro, tu igual... Recuerda todo lo que hablamos, sigue adelante, si te esfuerzas tu vida en este mundo será muy feliz, te lo aseguro. Y lo quieras o no siempre te mantendré un ojo encima aun si no podemos volver a hablarnos.

—Je... Entonces me asegurare de no meter la pata.

—Ja, ja, ja, descuida tengo la certeza de que no lo harás, eres un chico listo después de todo. Hasta luego Kitaro.

—Hasta luego Heiran.

Una vez que terminamos de hablar vi como los ojos verdes bríllate se desvanecieron en el bosque, ya estaba seguro de que tenía que hacer, iba a aprender más sobre este mundo y formaría una nueva vida aquí, me aseguraría de ello, pero primero lo primero, debería aprender todo lo que me sea posible sobre este nuevo mundo, su gente, ciudades, costumbres; lo que sea que me permitiera desarrollarme con rapidez.

En eso escucho un ruido y abro mis ojos, me hallaba nuevamente en la habitación acostado sobre la cama, el ruido que escuché provenía de la puerta y cuando dirijo la mirada veo que alguien la abre justo después apareció Crista con una bandeja igual a la que trajo la primera vez que nos vimos.




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