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Capítulo 38. El propósito de la entara.

Zoren

Ya era el día en que debíamos ir de camino a Hairus, los maestros pidieron que cada uno escogiera dos guardianes de confianza para acompañarlos, obviamente escogí a Arethia y a Kaz, me alegró que Faren fuera asignado a la misión ya que él no fuera también un protector sería una de mis opciones. A pesar de que era una misión seria no puedo evitar pensar que de alguna manera esto es como un viaje entre amigos, siendo franco desde hace un buen tiempo he querido salir de viaje con Kitaro en compañía de los demás ya que quiero que vea este mundo con sus propios ojos, así que no puedo evitar alegrarme cuando los maestros nos permitieron a todos salir de la ciudad a pesar de que se trate de una misión.

El pueblo de Hairus es un lugar un tanto difícil de llegar, como la maestra Annilea dijo, es un viaje que toma al menos tres días todo gracias a que se encuentra entre las montañas, eso hace que los caminos sean un poco complicados de recorrer. A pesar de todo eso el pueblo es muy conocido por tener una hermosa vista de las montañas al igual que un gran lago de agua cristalina, es un sitio muy famoso cuando alguien quiere relajarse del ajetreo de las grandes ciudades.

Aunque bueno... Relajarse no será una opción para nosotros durante estos días. Como se acordó cada guardián asignado estaba acompañado de otros dos, haciendo un total de quince guardianes asistiendo a esta misión. Pero eso no era todo, estábamos acompañados de otros diez arcanistas y de veinte guerreros incluso entre ellos se encuentran uno de los líderes de cada orden, el hecho de que seamos un total de cincuenta personas, contando a Kitaro y a sus amigos, me pone un poco nervioso. Me pregunto por qué los maestros requerirán de tantas personas para defender ese pueblo, pero siendo honesto tengo en mente varias razones.

En estos momentos nos encontrábamos llegando a las montañas ya a partir de este punto la cosa era complicada, el camino suele ser tranquilo, pero siempre existe la pequeña posibilidad de que suceda algún derrumbe o colapsen de los caminos que rodean y atraviesan las montañas.

Por fortuna para nosotros el día corrió sin problemas, llegamos a un claro de la montaña el cual era suficientemente grande para que toda la multitud armara el campamento durante la noche.

XXX

Se hizo de noche luego de unas horas, ahora nos encontrábamos todos reunidos alrededor de una fogata, Kitaro y sus amigos estaban hablando un rato mientras que Arethia, Kaz y yo estábamos acompañándolos, Faren se quedó hablando un rato con los demás guardines, pero luego se iba a unir con nosotros.

Hay algo que me ha estado molestando desde hace un tiempo sobre la amiga de Kitaro, Nitasha.

—¿Hay algo mal Zoren? —me pregunto el humano.

—¿Eh? No para nada.

—¿Estás seguro? Por alguna razón estabas muy pensativo, casi juraba que estabas soñando despierto.

—Bueno... —me rasco la nuca— Admito que hay algo que me tiene intrigado.

—¿Es acerca de la misión? —me preguntó Arethia.

—No, en realidad es algo acerca de Nitasha —dirijo la mirada hacia la entara.

—¿D-de mí? —me mira extrañada.

Admito que no es la mejor manera de abordar la situación, con solo ver la sorpresa en la cara de la entara puedo asegurarlo, pero si no salgo de esta duda estoy seguro que me atormentara durante varios meses.

—¿N-no entiendo que te tiene intrigado de mí?

—No es solo a mí, Arethia y Kaz también.

—Zoren... Perdona, pero no está bien que te jales a los demás en cosas como estas —comentó Axel.

—¿Eh? No, no, no me refería a eso, perdonen si me malinterprete, es que... ¿Alguna vez nos habíamos visto antes Nitasha?

—Bueno... —dijo algo dudosa— Puede que no recuerdes como era yo antes... Era algo diferente físicamente hasta hace unos meses...

—Sabes que no me refiero a eso... Cuando te vi por primera vez, el día en que Kitaro se desmayó por el cansancio causado por la sesión del maestro Daronde, me dio la sensación de que te había visto antes en algún momento.

—Ahora que lo mencionas, tu nombre también me resulto conocido cuando me lo comentaron hace unos meses —comento Arethia.

—A mí también —agregó el tigre—, ahora que te miro con más cuidado en verdad me suena haberte visto antes...

—E-esto... —Nitasha comenzó a balbucear de los nervios— D-deben estar confundiéndome c-con otra persona je, je, je...

—¿Segura?

—Oigan... —habló el humano— ¿No creen que esto es demasiado?

No hicimos caso a las palabras de Kitaro, los tres nos quedamos con la mirada fija sobre Nitasha mientras esta colocaba sus manos enfrente suya como si quisiera crear una especie de muro entre nosotros, puedo notar que está comenzando a sudar un poco por los nervios pero ya me decidí a desvelar el misterio que la cubre, el siempre hecho de negar de esa forma ya me dejo claro que está ocultándonos algo pero de que se trata es lo que no termino de tener claro.

—Ya vine muchachos... —Faren apareció— Amm… ¿Que está sucediendo aquí? —parece que no se esperaba este escenario.

—No sé, pero estos tres están acosando a tu protegida —le contó Kitaro.

—¿Qué?

—A-ayúdame por favor... —dijo Nitasha mirando nerviosamente al elfo.

—Ok... ¿De qué se trata esto? —preguntó Faren.

—Por alguna razón sentimos que ya conocíamos de antes a Nitasha —dije.

—¿Que no es obvio? Ella es sobrina del maestro Daronde.

—¿¡QUE!? —exclamamos todos.

Todos menos Kitaro gritaron sorprendidos, eso me dejo un poco confuso, ¿¡acaso ya sabía eso!? Al ver la cara de sorpresa del humano que le dirigió a Faren se notaba que no esperaba que revelaran esa información de tal forma, pero puedo asegurar que quien menos se lo esperaba era Nitasha y con solo ver lo cara pálida que tenía nos dejó claro que no quería que lo supiéramos de esa forma.




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