CAPITULO 1: FAMILIA

Arcadia era la ciudad más influyente del mundo y las más moderna, por eso mismo era el centro de conflicto entre humanos y Krobis —criaturas muy similares a los humanos, cuya piel era sumamente blanca, como los albinos, además de ser más resistente que la de los humanos, no se la puede lastimar fácilmente, llegaron al planeta hace 206 años, en el año 2801

Samantha, la cual ya contaba con 7 años, se encontraba en la azotea, mirando la ciudad —le encantaba hacerlo— siempre se escapaba de Tamara —su niñera—. Tamara al darse cuenta que no se encontraba, fue inmediatamente a la azotea, solo la había dejado 5 minutos, para preparar los materiales para cuando llegara la Sra. Morris —profesora de Sami— y es que Sam no recibía clases en escuelas, rodeadas de niños, ella desde los 3 años había recibido su educación en casa, sus padres lo hacían por protección hacia ella, ser la hija de los Rivers, era muy problemático

— ¡Sam, ven aquí! — le ordeno Tamara al verla sentada, en el borde de la azotea, sabía que no iba caer de hecho el lugar era muy seguro, pero no podía evitar sentir miedo por ella, la quería demasiado, de hecho, era como su hija, la conocía desde que nació y el hecho que no pudiera tener hijos también influía en sus sentimientos hacia la pequeña

— Tranquila Tami, no me pasara nada, lo sabes —dijo guillándole el ojo, así era Sami tan despreocupada, alegre como inteligente

 Bajaron como todos los días al segundo piso donde era el cuarto de estudio de Sam, estaba equipado con computadoras, proyectores y pizarras electrónicas, todo lo necesario para estudiar. Al llegar lo primero que hizo fue abrazar a la Sra. Morris, la cual siempre había sido muy estricta, trataba de ser seria, pero con el carácter de Sam no podía serlo, y es que no es que Sam le pareciese mala alumna todo lo contrario. Ya habían terminado de estudiar toda la primaria, y se encontraba por terminar la secundaria, lo que a Morris no le sorprendía, en efecto toda la familia de Sam era así, de hecho había sido profesora de Karl — el padre de Sam— y aunque tenía grandes expectativas en las pequeña Sam, verdaderamente las superó

—¿Cuál es la edad promedio de un humano versus la un Krobis —pregunto Morris, a lo que Samantha la miro con suma obviedad y es que era lo más básico ¡Todos lo sabían! Al menos eso pensaba Sam    

— Los humanos tienes un promedio de vida de 110 años, su proceso de envejecimiento comienza desde los 55 años. En cambio, los Krobis tienen un promedio de vida 270 años

— Ahora ¿Cómo distingues un Krobi de un humano? —la miro con aburrimiento estas dos preguntas, eran las mismas todos los días, pero no podía quejarse mucho de eso, era una norma en toda Arcadia saber esto.

—  Lo principal, es el color de su piel, es sumamente Blanca, pueden ser confundidos con Albinos, pero a diferencia de estos no sufren al estar expuestos a la luz Solar. Además, otro punto es, que todos poseen los  ojos grises y son de estatura muy alta, llegando hasta los 2 metros

***

Eran las ocho y media de noche, hora a la cual los padres de Samantha llegaban para cenar, pero en aquello ocasión, no habían llegado como de costumbre, por lo que después de darle de cenar y jugar un poco con ella, mando a dormir a Sam. Tamara era la única humana dentro de casa, los demás se componían por robots de limpieza, de cocina y así…

Desde pequeña Sam fue consentida en todo y muy mimada al ser hija única, pero en siempre tuvo una educación muy estricta, pero muy poco tiempo con sus padres, porque ellos trabajaban CIFQT (Centro De Investigación Físico Químico Tecnológico), de hecho, eran los accionistas mayoritarios, y Karl el presidente

A decir verdad Elizabeth Andrews, no era que no quisiese pasar tiempo con su hija, de hecho la amaba demasiado, daría su vida si fuese necesario, pero en esos momentos Arcadia —y todo lo quedaba del mundo, puesto que solo quedaba América y Europa casi ni se contaba, pues estaba invadida por Krobis, por lo que ya no formaban parte de la UIA— estaba pasando por momentos muy tensos y la CIFQT tenían que apoyar a las FAEU (Fuerzas Armadas Especiales de  la UIA) hace casi siete años que los reyes lo había dispuesto así y todo se había complicado —Elizabeth la tuvo a los 30 años, no planeaba que sea así, de hecho ella esperaba a los 50 años, época por la que las leyes  de la UIA(Unión Internacional de Estados de Arcadia) dictaban que se podía tener solo un hijo, caso contrario, debía pagar una cuantiosa multa, lo que para Karl no fue problema, de hecho de los dos él fue el más emocionado, y es que Elizabeth también estaba emocionada, pero la situación se había complicado mucho en el mundo

Eran casi las doce cuando llegaron a casa Karl y Elizabeth, estaban cansados, había tenido una discusión con Blandón Batang —socio de la CIFQT y también amigos, aunque últimamente no lo pareciese, y es que desde hace casi 5 años que no tienen la misma relación que antes, sus ideas se han chocado últimamente mucho, además Susana la esposa de Blandón, y la mejor amiga de Elizabeth, lo único que hace es apoyar a su esposo, la controla como si fuese una marioneta y eso a Elizabeth no le gusta se lo ha dicho, pero Susy no hace nada por cambiar su situación, es simplemente la marioneta de Blandón, ya que le preocupa mucho que su hijo sufra si se separan

—Amor, necesitamos estar preparados —comenta Elizabeth mientras observa a los enormes ojos color cielo de su esposo, que le recuerda tanto a su pequeña, a quien no pudo verla, por la bendita reunión