—¡Omega, espera! —YoonGi llamaba a su destinado, necesitaba entregarle lo que tanto le había costado trabajo, un poema es más complicado de lo que imaginaba, pero había logrado poder expresar las palabras precisas de sus sentimientos en un pedazo de papel.
JiMin seguía corriendo, a pesar de los insistentes llamados, no quería detenerse, no sabiendo que se trata de ese alfa, lo que menos quería era ver a ese alfa patético de Min YoonGi, por ahora lo único que haría sería fingir que no le escuchaba mientras se alejaba a paso veloz de él.
YoonGi había estado persiguiendo al príncipe para entregarle aquel poema que le había escrito con tanto empeño, pero parecía que el príncipe JiMin tenía demasiada prisa como para prestarle atención a sus llamados.
—¿No tienes algo mejor que hacer? —JiMin estaba algo sorprendido de la insistencia del alfa, pero estaba comenzando a fastidiarse, no tenía por qué salir huyendo de esa forma, es su palacio, si alguien debía de alejarse era ese alfa, se detuvo de golpe, YoonGi en cuanto vio aquello, disminuyo la velocidad de sus pasos, deteniéndose por completo y a una distancia prudente del príncipe.
Sus respiraciones agitadas debido a la carrera que ambos habían tomado, uno para escaparse de los llamados y otro para entregar un regalo, se podía escuchar en el pasillo en que se encontraban parados, YoonGi inhalo profundamente mientras sentía el acelerado latido de su corazón y extendió la hoja de papel con aquel texto escrito a mano para el príncipe, dándole a entender a JiMin que lo tomase, pero en cambio cuando el príncipe miro aquella hoja frunció el ceño, ¿una hoja con muchas palabras escritas? ¿Qué se suponía que le estaba dando aquel alfa? JiMin no necesitaba de leer semejantes letras que ni siquiera estaban tan bien hechas.
Estaba totalmente cansado de todo, cansado de seguir viendo a ese alfa tras de él, harto de tener que soportar verlo por los alrededores del palacio, agotado de insistirle que parase con ese mal cortejo que le daba. YoonGi persiguiéndolo en el palacio solamente para entregarle una hoja con un contenido el cual no iba a leer para nada, había logrado que por fin su paciencia se agotase por completo, apretó sus manos hasta formar puños, sintiendo la ira acumularse en su cuerpo, apretando los dientes y mirando al alfa con desprecio, ya era suficiente, Park JiMin no soportaría ni un minuto más a ese alfa.
—Por favor, príncipe JiMin, léalo —insistió YoonGi, pensaba que con ese poema todo se arreglaría—, lo escribí especialmente para usted, omega.
YoonGi tenía la leve esperanza de que por fin su corazón ya no fuera tan dañado por aquel omega, esperaba que por fin aceptará sus regalos y que lo dejará cortejar de la manera correcta, ser aceptado es lo único que buscaba, ver que los ojos del príncipe omega brillasen en alegría al estar con él, saber que JiMin respondería a sus 'te amo' ¡eso es lo que más anhelaba!
Pero por supuesto no obtuvo nada de eso, el omega le arrebato aquella hoja de sus manos y ante la mirada de YoonGi, la partió en dos, y siguió, rompiendo la hoja, rasgándola lenta y tortuosamente ante la mirada sorprendida de YoonGi.
—¡No soy tu omega! —menciono JiMin, la furia estaba completamente apoderada de su ser—. Ya deja de pensar esas tonterías, no eres más que un fastidio para mí —YoonGi miraba como los pedazos caían al suelo, todo su esfuerzo, desechado como simple basura—, además —JiMin empujo a YoonGi con ambas manos—. ¡Tú, no serías nada digno para un omega como yo!
Algo dentro de YoonGi se rompió por completo, ¿en verdad podías escuchar cuando el corazón de un enamorado es por fin hecho añicos por quien tanto suspira? Claramente YoonGi había sentido como su corazón se partía en dos después de escuchar aquel rechazo.
En ese momento, YoonGi había sentido una opresión que iba aumentando en su pecho, escuchar aquellas palabras salir de los labios de su predestinado habían logrado que todo sentimiento hacía ese príncipe se desvaneciera por escasos segundos, apretó los dientes para evitar que las lágrimas comenzaran a salir por sus ojos para bañar su rostro en la tristeza de su corazón.
JiMin dejo de apretar sus puños, miro con desprecio a ese alfa, dio media vuelta sobre su eje, y comenzó a caminar de nuevo, importándole poco los sentimientos rotos de alfa, después de todo a él nunca le intereso lo que YoonGi pudiera estar sintiendo en ese preciso momento.
En cuanto JiMin se había ido de la vista del alfa, YoonGi pudo soltar el primer sollozo que reprimía, sus rodillas dejaron de sostenerlo, temblando en el proceso y dejándolo caer al suelo, frente a los pedazos de la hoja que contenía aquel poema tan bello que se había esforzado por escribir para el príncipe omega, su corazón por fin había sido totalmente destruido por aquel omega, por su predestinado.
¿Cómo era posible que algo como eso sucediera? Siempre en las historias que escuchaba de parte de sus abuelos o su madre, se hablaba de como todos los omegas aceptaban los cortejos hechos por sus alfas, por su destino, ¿por qué la realidad no podía ser igual o mejor que en esas historias?
Con sumo cuidado levanto cada uno de los pedazos de papel, sus dedos temblaban cada vez que tomaba uno, en cuanto todo pedazo fue recogido, se incorporó, tal vez ya no sonreiría como antes, a los ojos del príncipe omega, YoonGi simplemente se trataba de un estorbo, ¿qué podía hacer?
Tal vez morir sería una solución más viable, después de todo solamente es un estorbo para su destinado, entonces de igual forma lo sería lo mismo para los demás.
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Editado: 22.12.2023