Nueve años, podían considerarse como los más largos de una vida, muchas cosas habían cambiado, muchos habían regresado del entrenamiento impuesto, algunos con vida y otros totalmente demacrados por la muerte, pero hoy, después de nueve largos años, se celebraría el inicio de una nueva guardia y por supuesto un nuevo año de vida para el príncipe omega.
Nueve años habían pasado desde la partida de uno de sus amigos y de aquel alfa, y esté día se trata de uno muy especial, una fiesta enorme se realizaría para celebrar dos grandes acontecimientos, ¡por fin el príncipe JiMin cumplía los dieciocho años! Un enorme motivo para el pueblo para celebrar, pues también se sabía que muy pronto significaría que el principie se casaría, además estaba el hecho de que se presentaría a la nueva guardia del imperio, junto a los egresados del ejército, los que cumplieron con cada parte del entrenamiento, los más fuertes.
JungKook sin previo aviso logro su cometido, entrar al palacio desde un ventanal que habían dejado abierto, se había enterado de algo, el omega apenas había cumplido sus dieciséis años y estaba más que emocionado, las nuevas tropas de la guardia del palacio se acercaban, y se presentarían ante el emperador y el príncipe para mostrar su lealtad y servicio hacia el imperio, JungKook no quiso esperar más, necesitaba darle aviso a su amigo el príncipe JiMin, no quería terminar explotando por no poder dar la nueva noticia al mundo exterior, pero sobre todo a su buen amigo JiMin.
El omega a pasos sigilosos se encargó de ingresar a la habitación de JiMin, siempre tan sigiloso, evitando dar un mal paso y despertar al príncipe omega en el proceso, en cuanto lo hizo, miro al príncipe, quien todavía dormitaba sobre sus mantas, ¿quién no despierta temprano al saber que ya ha cumplido dieciocho años? Sinceramente JungKook estaría muy emocionado de solamente saber la noticia, inclusive no hubiera podido pegar un ojo para dormir.
—¡JiMin! —su grito salió en un susurro, evitando hacer un escándalo—. ¡Feliz día! —el mencionado se removió en su sitio, sin siquiera abrir sus ojos, JungKook soltó un suspiro, acomodo el arco que llevaba en sus manos para ahora pasar a colocárselo por encima de su brazo y dejarlo en su espalda, y se acercó a la cama del príncipe JiMin, de inmediato entrelazo los dedos de sus manos para tronarlos y oprimió el abdomen del príncipe—. ¡Despierte, príncipe omega!
—¡Maldición! —el príncipe dio un salto casi a punto de rodar por sus sabanas, jamás en su vida le habían despertado de manera tan brusca, JungKook de inmediato comenzó a reírse ante el susto que le había provocado a JiMin, el príncipe frunció el ceño enojado su amigo parecía que no entendía cuando no debía de presentarse de ese modo en el palacio, no esperaba que JungKook estuviera en su habitación solamente para despertarlo de ese modo—. Jeon, no vuelvas a hacer algo como eso ¡sentí que mi corazón estuvo a punto de detenerse por tu culpa!
—Pero no lo hizo —se encogió de hombros sin interés—, deberías de estar feliz, hoy regresa HoSeok y ¡es tu mayoría de edad! ¡Podrás beber alcohol sin ningún problema! —sonrió ante el pensamiento de poder tomar, aunque sea un sorbo más de soju, su padre siempre sabe comprar el mejor, lamentablemente no podía tomarlo todavía—, te envidio un poco…
—Jeon, bebo desde hace más de tres años, probar el alcohol a esta edad ya no es tan importante para mí —el príncipe paso las manos por su rostro, tratando de que el sueño se fuese por fin, era un hecho de que los próximos mandatarios al imperio, estuviesen acostumbrados a beber alcohol, esto era para poder acostumbrarlos mejor y que no tuvieran problemas con la bebida a la hora de estar en reuniones con otros gobernantes—. ¿Qué hora es?
—Las aves ya no cantan tanto como hace unos momentos, así que deben de ser más de las siete horas.
—¡Oh no! —el príncipe de inmediato se levantó y comenzó a buscar la ropa que tenía que usar para estar presente en la ceremonia de bienvenida que se llevaría a cabo para después pasar a la celebración de su nuevo año de vida, JungKook se sentó en el piso mientras veía a su amigo de un lado a otro, buscando las prendas que portaría—. ¿Por qué no me dijiste desde un principio la hora que es? Hubiese tenido mucho más tiempo para vestirme.
—Tienes tiempo para alistarte —dijo JungKook sin mucho interés
—¡Te equivocas! —menciono el príncipe omega, estaba molesto tanto con su amigo como con él mismo por haberse quedado demasiado tiempo dormido—. No lo tengo, mi padre quería que estuviera media hora antes de que la ceremonia de bienvenida comenzará, ¡voy tarde, JungKook!
La puerta de la habitación fue abierta de inmediato, allí estaba SeokJin, consejero principal del príncipe omega, y un amigo al que podía acudir para sus problemas, para JiMin era más como un padre omega, después de todo le recordaba un poco a su madre fallecida, además de que siempre le recordaba de los eventos y lo ayudaba a alistarse, seguramente le reprendería por no levantarse a buena hora para presentarse en la ceremonia de bienvenida para el ejército y la guardia real.
—Buenos días, SeokJin —se atrevió a saludar JungKook.
—¿Qué se supone que haces en los aposentos del príncipe? Te he dicho muchas veces que no debes entrar de ese modo, es de muy mala educación, además de que solamente te la pasas retando a la seguridad del palacio —siempre JungKook era reprendido por SeokJin, pero para el joven omega eso ya era un cuento que ya había vivido muchas veces.
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Editado: 22.12.2023