SeokJin no paraba de tararear canciones infantiles mientras se dirigía hacia la cocina, la comida que había preparado le había dejado con suma fascinación, y sabía que tanto al príncipe como al emperador quedarían encantados con la comida que se serviría esa tarde. Entro a la cocina y su sonrisa se borró casi por completo al encontrarse a uno de los alfas de la guardia, comiendo, de inmediato se dio cuenta de que se trataba de Lee NamJoon, y se encontraba comiendo algunos de los postres que servirían en la comida de ese día.
—¿Qué es lo que cree que está haciendo? —pregunto SeokJin su tono de voz había salido algo autoritario, el alfa dio un respingo al escucharlo, tosió un par de veces, casi se atraganta con lo que estaba a punto de tragarse, miro detrás y encontró al consejero del príncipe, que estaba con los brazos cruzados sobre su pecho, y no se veía muy feliz.
—Estaba probando la comida —trago en seco, necesitaba una buena excusa—, nunca se sabe si algo podría tener alguna clase de veneno —SeokJin levanto una ceja al escuchar esa excusa hecha por el alfa.
—¿Cree que la comida que preparo siempre y pruebo, puede estar envenenada? —ahora si sentía que se había metido en un serio problema—. Escúchame bien, alfa, será mejor que salga de aquí de inmediato si no quiere tener un reporte de mi parte hacía su líder, apuesto a que YoonGi no se sentirá para nada contento de que en lugar de estar vigilando esté aquí robando postres de la cocina.
—¡No estoy robando postres!
—¡No mienta! —SeokJin soltó un suspiro—. Son muy evidentes sus acciones.
YoonGi paso al lado de la entrada de la cocina escuchando la discusión que los presentes estaban teniendo, pero no se sentía de buen humor como para detenerlos lo mejor era dejarlos allí con sus peleas, siguió su camino, ignorando todo a su paso, su cabeza no dejaba de punzar cada vez más, y su animal interno también se encontraba muy inquieto debido a los dolores espantosos que estaba teniendo.
Giro por uno de los pasillos que se mantenían más desolados y sintió como de nueva cuenta las punzadas lo atacaban con mayor fuerza, ¿qué es lo que le está sucediendo? Había tomado algunos tés de hierbas para acabar con su dolor de cabeza, y había funcionado, pero ahora volvían a regresar, y esa desesperación por encontrar a su destinado había regresado, pero era diferente, parecía que todo le indicaba que no debía estar en ese palacio, que debía salir y buscar a su verdadero destino, pero el príncipe es su destino, ¿verdad? Apretó los dientes debido al ensordecedor dolor que le llego de repente, haciéndole sentir débil y mareado al mismo tiempo.
No entendía lo que le pasaba, y menos entendía el por qué había actuado tan mal frente al príncipe JiMin, creía que era por los dolores de cabeza, pero sabía perfectamente que no era así, ¿acaso le estaba pasando algo malo? No comprendía nada, siguió su camino en cuanto las punzadas disminuyeron y al doblar en una esquina, alguien choco con él.
El aroma ya tan conocido inundo sus fosas nasales, pero ahora en lugar de parecerle un deleite, le estaba fastidiando, era un aroma demasiado dulzón como para poder soportarlo mucho tiempo, quería inclusive estornudar de solamente tenerlo tan cerca, miro hacia abajo encontrándose con la mirada del príncipe que de inmediato al percatarse de que lo estaba mirando, desvió su mirada hacía otro punto.
—¿Podría alejarse? —YoonGi se había sorprendido por su tono de voz, ¿por qué sonaba como si estuviera molesto con el príncipe? ¿Qué era lo que estaba pasándole? Estaba frente a frente con el príncipe, no debía hablarle ni comportarse de manera grosera con él, pero parecía ser que estaba siendo controlado por algo.
—Lo lamento, alfa líder —menciono JiMin apenado por lo que había pasado, pero ciertamente no quería alejarse, a regañadientes dio unos pasos hacia atrás para alejarse del alfa—. YoonGi, me preguntaba si… ¿podrías conseguirme algunas hierbas? No me he sentido muy bien y…
—¿No puede conseguirlas por usted mismo? —de nuevo las punzadas en su cabeza, y está vez más fuertes, YoonGi apretó el puente de su nariz con sus dedos, había sido una oleada de dolor demasiado intensa, pensaba que inclusive podría desmayarse en ese lugar.
La garganta del príncipe se secó al escuchar la respuesta desagradable del alfa líder ante su petición, ¿qué es lo que le estaba pasando a YoonGi? No se comportaba así, de ninguna manera lo hacía.
—Disculpa que te las pida —menciono JiMin agachando la mirada, su animal interno quería ocultarse en un rincón oscuro mientras gemía adolorido por las palabras de su destino.
—¿Cree que con una disculpa es suficiente? —YoonGi volvió a sentir las punzadas, apretó su mandíbula, cada vez el dolor iba más en aumento.
—¿Estás bien? —JiMin podía notarlo, se estaba esforzando por controlar un dolor, acerco sus manos al alfa, pero le gruño en advertencia, pidiendo así que se alejase de él, JiMin aparto las manos, pero tenía que saber lo que le estaba pasando, con miedo, acerco por fin sus manos hacía el rostro del alfa, pudo sentir las leves punzadas y el cómo vibraba su piel mientras gruñía—. YoonGi…
—¡Suélteme! No es mi omega ni nada parecido como para que siga haciendo esto —soltó casi gritándole, JiMin tembló al escuchar eso, no era en toda su totalidad la voz de mando, pero se podía sentir doblegado ante ella, debía resistir.
—No, YoonGi —se negó a obedecer—, tenemos que llevarte con Dasom, tal vez tenga alguna solución para… —el alfa líder le interrumpió.
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Editado: 22.12.2023