Capitulo 38

JungKook soltó de nuevo otro bufido al instante que escucho al príncipe reír, JungKook no consideraba su situación como algo hilarante, pero era bueno escuchar la risa del príncipe después de tantos problemas que ha estado teniendo en estos días, al menos su situación le había sacado una risotada al próximo gobernante del imperio.

—¡No es para nada divertido, JiMin! —reclamo el joven omega mientras cruzaba sus brazos por debajo de su pecho—. Seguramente estarías de la misma forma que yo, si es que YoonGi te hubiese marcado.

—Te aseguro que sería feliz si estuviera igual que tú, JungKook —era cierto, tal vez inclusive hubiese sido una historia muy distinta.

Unos pasos se escucharon aproximándose a los aposentos del príncipe, de inmediato la puerta corrediza fue abierta, dando paso al alfa de JungKook a quien le venía escurriendo el sudor por la frente, seguramente había estado corriendo desde hace unos buenos minutos.

—¡Allí estás! —y allí estaba el alfa que había marcado a su amigo, Kim TaeHyung a paso seguro y dando una reverencia dirigida al príncipe, miro a su omega—. ¿Sigues de quejumbroso?

—Es mi naturaleza y ni creas que la cambiaré —levanto el rostro, JiMin pudo notar la sonrisa en el rostro de su amigo.

—Me gusta tu naturaleza de omega rebelde —respondió TaeHyung—, ¿quieres algo de comer?

—¡Me encantaría! —los ojos de JungKook brillaron con la propuesta del alfa, JungKook gustaba de los placeres de la vida, sobre todo si se trata de comer, se incorporó para caminar junto a TaeHyung.

El alfa coloco su mano sobre la cabeza del omega revolviendo sus cabellos en cuanto estuvo cerca de él, haciendo que el omega frunciera el ceño y que sus mejillas mostraran un color carmín suave, JiMin estaba feliz por su amigo.

—Nos vemos luego, JiMin —menciono JungKook despidiéndose de su amigo, JiMin se limitó a dar un asentimiento para demostrarle que estaba en acuerdo con sus palabras.

Soltó un suspiro en cuanto vio cómo se alejaban, la marca de JungKook sobresalía por sobre sus ropas, era como si estuviera presumiendo al mundo que tenía un alfa y que es feliz en sobremanera con eso, y a pesar de que el joven omega se quejaba por su marca, podía ver la felicidad en su rostro, no había ningún rastro de disgusto, el simplemente resplandecía en alegría.

JiMin paso su mano por la unión de su cuello y hombro, como le gustaría tener la marca de su alfa sobre él, y así poder estar juntos por toda una vida, ni siquiera se percató de la presencia del aroma del alfa líder, estaba a pocos metros de llegar a la habitación, tampoco se percató de cuando llego y lo miro acariciar la unión de su cuello y hombro.

A pesar de las explicaciones que le había dado la hechicera Dasom, YoonGi no se sentía seguro, creerle le estaba costando demasiado trabajo, y de igual forma a su animal interior, pero la confusión, podía llegar a ser más credibilidad, estaba seguro de eso, jamás había dudado de todo, y ahora que lo hacía, se sentía sumamente extrañado con aquello, pero debía tomar en cuenta los recuerdos desaparecidos, además de las acciones tan insistentes del omega.

—¿Se encuentra bien, majestad? —pregunto YoonGi, haciendo que el príncipe de inmediato quitase su mano de la unión de su cuello y hombro y mirase en su dirección, el alfa líder le miraba con mucha atención.

—Sí, yo… —la vergüenza se estaba apoderando de su ser ¿YoonGi habrá visto lo que hizo? ¿Cuánto tiempo es que llevaba parado allí? Trago grueso para evitar que un nudo se apoderase de su garganta—, estoy algo pensativo.

—No debe preocuparse por una marca, príncipe.

JiMin aparto la mirada de nueva cuenta, estaba seguro que YoonGi decía aquello solamente para que dejase de pensar en alguna posibilidad de que lo marcará, y eso en verdad dolía demasiado. Dolía profundamente dentro de su pecho, saber que la posibilidad de recuperar su lazo con aquel alfa, iba a ser casi una tarea imposible.

—Lo lamento, YoonGi —el alfa líder no comprendía la razón de aquella tan repentina disculpa de parte del príncipe.

—¿Qué dice? —dio varias negaciones con un movimiento de cabeza—. No me debe una disculpa.

—Claro que te la debo, por todo lo que me soportaste desde pequeños —el príncipe omega trago grueso y miro directamente a los ojos al alfa líder—, era un completo inmaduro, no sabía lo que iba a causar con mis acciones, en verdad lo lamento, alfa, jamás debí haberte rechazado, y sé que ahora no recuerdas nada, pero...

—Le he dicho que no me debe una disculpa —la voz de YoonGi era pesada, casi como la de mando, y eso asusto un poco al omega, sintió como sus sentidos se ponían alerta, YoonGi se enojaba con facilidad cuando le decía alfa, y lo había hecho, tenía que estar listo para lo que viniese—, será mejor que deje de pensar en esas tonterías.

—¿Y entonces qué fue aquel beso?

—Solamente lo hice para que dejase de estar triste, eso es todo, sé que ha dicho que se comportó como un inmaduro, y aunque los recuerdos se hayan ido casi por completo de mí, créame que aunque los tuviera, ni siquiera estaría con usted —YoonGi dio unos pasos al frente, caminando para estar mucho más cerca del príncipe, cuando lo estuvo, tomo al príncipe del antebrazo—, escúcheme bien, deje de decir que somos predestinados, no lo somos, y será mejor que deje esas falsas expresiones suyas —apretó la mandíbula—, sé que lo hace solamente para que me acerque a usted, tal vez esto tenía que pasar para que dejemos de estar juntos, porque siempre saldré lastimado por su culpa, príncipe Park.