Observo la palma de mano de la tía Izzy sin conseguir ver lo que ella me indica.
— Concéntrate niña— dice impaciente golpeando los dedos de su mano libre contra el escritorio.
Puedo identificar cada una de las líneas que la tía Izzy me ha enseñado, siempre había pensado que leer la mano a alguien era una completa pérdida de tiempo, al parecer lo es.
Observo cada una de las líneas, mientras repito mentalmente sus nombres y paso la yema de mi dedo índice por cada una de ellas esperando a ver lo que mi tía tanto anhela.
Acaricio la larga línea entre el pulgar y el dedo índice de mi tía, la línea de la vida.
— Tienes una larga vida por delante — digo rindiéndome.
La tía Izzy me mira molesta y hace que vuelva intentar.
— No es la forma de la línea, es lo que ves o sientes al tocarla Helia, ¿Qué ves de mi vida futura? ¿Pienso en mi vida futura? — habla en mal humor.
No trabajo bajo presión, ¿Qué quiere ella que busque? ¿Cómo será su vida futura? ¿En dónde estará? Como iba a saber si no podía ni siquiera sentir algo al tocar la palma de su mano.
— Quizá yo no tenga ese don — digo retirando mi mano.
Cuando intento apartar la mano la tía Izzy la toma impidiéndolo, su mano se cierra con la mía y entonces pasa.
Estoy de pie ante lo que parece ser un lago, se escuchan gritos y quejidos, el ambiente huele a sangre y hace un frío terrible, me acerco al lago y observo, la tía Izzy flota con una expresión de terror en su rostro, su túnica negra esta rasgada, todo su cuerpo lleno de sangre, está muerta.
— Bueno, eso es una forma rara de hacerlo pero funciona— dice en cuanto suelto su mano— por cierto, tus ojos se ponen grises cuando estás en la visión— se sienta nuevamente sobre el escritorio, su túnica era la misma de la visión ——.Y bien ¿qué has visto? — me pregunta.
Le describí la escena algo apenada, resulta bastante incomodo decirle a alguien que se le ha visto muerto, la tía me escucha boquiabierta.
— Mmm, perfecto, me mantendré alejada de los lagos — dijo tranquilamente—. Una de las ventajas de ver el futuro de alguien es que le das el poder de cambiarlo, cada quien marca su destino Helia, nunca lo olvides.
Seguimos con las lesiones, me muestra un libro de hechizos parecido al de mi madre pero dijo que no me sería útil, al menos no por ahora solo quería rectificar mis habilidades para aprenderlo y hacerlos funcionar, La mayoría salió bien por lo que Izzy se sintió complacida.
Recuerdo que con Mihael había pasado algo parecido, había tocado su mano y vi algo de su pasado.
— Tía — le hable en tono bajo— ¿puedo ver también el pasado de alguien? es decir, si tomo tu mano y en vez de preguntarme sobre tu futuro en el amor, en la vida o en algo, me pregunto sobre tu pasado, ¿funcionará?
La tía Izzy me miró confundida.
— A ver, inténtalo — dijo extendiéndome su mano.
Antes de tomar su mano me pregunté sobre el pasado de la tía Izzy.
No vi nada.
— Parece que no, no he escuchado de nadie que pueda hacerlo, ¿por qué lo preguntas? — dijo mirando sus largas uñas.
— Por nada.
— Bueno, ya casi anochece, nos vemos aquí mañana ¿de acuerdo? — preguntó saliendo primero que yo.
Me despedí, ¿en dónde se suponía que debería quedarme? Camino hacia la oficina de Eyid esperando encontrarlo ahí.
En su lugar un guardián de orejas puntiagudas espera por mí.
— Señorita, la llevaré a su habitación — me dice formalmente.
Le sigo, a veces me mira de reojo.
—¿Y Gabriel? — Pregunto — el chico que me acompaña.
— En el bunker señorita— es su respuesta.
¿Bunker? ¿Qué clase de cosa era eso?
Caminamos hasta llegar a la recepción, al igual que el resto del edificio se encontraba vacía, el guardián toma del escritorio una tarjeta color negro, no pude evitar reir, no era la única que hurgaba en las cosas de los demás, subimos al ascensor y el guardián introdujo la tarjeta.