El Orfanato Kikgarden

Introducción

Estaba de nuevo en el parque acuático con su familia. Sus padres y sus pequeños primos gemelos que vinieron desde Boston a pasar las vacaciones. Rinny aunque era cinco años mayor se divertía mucho con ellos como si aún fuese una niña. Corría y jugaba en el área infantil, y juntos salpicaban agua a otros niños. Su madre la veía jugar riéndose, y su padre le decía que ya estaba demasiado grande para eso. Ignorando las palabras de su padre continuó jugando con sus primos hasta que vió un tobogán que ante sus ojos le pareció increíble. Se lanzó y gritó durante todo el recorrido dentro del tobogán. Rompió las reglas al lanzarse con sus primos en una fila. Ella estaba atrás de ellos. Cayó a la piscina y al abrir sus ojos vió el descolorido techo de su habitación. Regresó a la realidad, a su vida solitaria, al frío, a las lágrimas. Cerró  los ojos con la esperanza de volver a dormir de nuevo. Solo así era feliz. Pero fracasó. 


Su tía había abierto la puerta para llevarle el desayuno. Un par de galletas de soda y una manzana. La miró en silencio y sumisa como de costumbre. Cada vez que pensaba en escapar solo le bastaba con mirarse al espejo y ver sus moretones en los brazos, rostro y cuello. No quería tan siquiera saber cómo tenía su espalda. Sólo podía descargar su coraje en una libreta, lo único que tenía para entretenerse. Escribía sus sueños, deseos, y los recuerdos de sus padres antes de que fallecieran en un accidente de auto mientras iban de camino a buscarla en los entrenamientos de voleibol. 


Su tía Migdalia, hermana de su difunto abuelo, vive en una lujosa mansión ubicada en Cheesne, Carolina del Sur. Vivía sola y sabía que Rinny no podría quedarse a vivir en el apartamento rentado por sus padres. La adoptó y la llevó a vivir en su mansión. Los primeros días su tía parecía agradarle tener compañía, alguien con quién desayunar y ver sus programas favoritos en la televisión. Pero la felicidad y el consuelo se acabaron demasiado pronto para la joven huérfana. Su tía trató de convertirla en una sirvienta. Pero la torpeza jovencita rompía los platos, se le resbaló dos jarrones y quemaba la comida. Por más que se esforzara Migdalia le exigía cada vez más hasta que sintió que perdía en control sobre la huérfana. Rinny se había escapado por primera vez y fue a llorar al parque. Fue entonces que sus actividades empezaron a limitarse hasta que un día su tía la encerró en una habitación vieja y le prohibió ver el mundo otra vez.


Hasta que  un día, advirtieron en las noticias que habrían fuertes lluvias y vientos debido a una tormenta pronosticada para en la noche. Su tía desesperada lavó toda la ropa sucia y la tendió en la habitación en la que estaba Rinny encerrada. Pero olvidó un detalle. No cerró bien la puerta al salir. 
 



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En el texto hay: romance, magia, suspeso

Editado: 14.07.2019

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