Ubicación: Gran Bosque
Mientras que los guerreros por parte del reino Albeka se retiran con la evidencia de la existencia de una bestia descomunal con precaución, por otro lado, se logra apreciar al hechicero solitario que los observa ocultamente desde la arboleda.
Se puede apreciar que él observa a los guerreros seriamente, ya que parece que está analizando algo en silencio.
Comenzando a acercarse hacia él por atrás el anciano Monlix con cuidado.
—Así que, aquí está usted —anuncia Monlix con una sonrisa, llamando la atención del extraño hechicero, quien solo decide voltear a verlo seriamente, añadiendo—. Es un gran placer conocer al poderoso dios que derrotó a los catorce dioses más malévolos y peligrosos de todos los universos.
Comenzando a postrarse ante el extraño hechicero, pero el hechicero solamente niega con su cabeza.
—No soy un dios, solamente soy un supremo creador definitivo que está a cargo de ciertos universos —informa el hechicero, añadiendo—; ¿Cómo sabes que derroté a los catorce dioses más poderosos de los universos?
Dirigiendo su mirada hacia el insignificante anciano que está postrado ante él, aunque Monlix solo sonríe.
—Su reputación es impresionante, no sé quién se encargó de hacer los rumores, pero todos saben que usted le dio una gran paliza a Satanás, además de que Yahvé y todas esas demás deidades poderosas; no quieren nada con usted y solamente intervienen en contadas ocasiones —responde Monlix, añadiendo—. Perdón por no presentarme antes ante usted, poderosísimo creador supremo definitivo. Mi nombre es Monlix, el padre de la sabiduría y la astucia.
Comenzando el extraño hechicero a acercarse ante él seriamente, para verlo por unos momentos en silencio.
—Mi nombre es Tsubaki, soy el supremo creador definitivo de este universo y de algunos más —dice Tsubaki, dirigiendo su mirada hacia su alrededor seriamente, para añadir—; ¿Fuiste tú el que creó este extraño bosque?
Negando Monlix con su cabeza en ese momento.
—No su gran deidad, afortunadamente no he intervenido en su planeta ni me he involucrado con sus deseos, gran supremo —argumenta Monlix.
—Se puede sentir la presencia maligna de un ser insignificante que quiere ser liberado, pero está bastante oculto, ya que posee un hechizo bastante prohibido que es capaz de destruir este preciado planeta que cree —dice Tsubaki comenzándose a enojar.
—Maldita sea aquella criatura que quiere entrometerse en sus asuntos, poderoso creador supremo —suena la voz de Monlix, dirigiendo su mirada hacia su derecha en ese momento, ya que parece que se ha percatado de la presencia de alguien, añadiendo—. Si me permite, quisiera ayudarle a investigar el origen de este mal que le está sucediendo a su preciado planeta. Yo mismo le informaré para que sepa que estoy a sus órdenes y que estoy dispuesto para poderle apoyar en lo que usted quiera.
Comenzando una extraña criatura a observarlos a ellos desde lo más oscuro del bosque.
Tsubaki empieza a ver seriamente a Monlix por unos momentos, aunque segundos más tarde; dirige su mirada hacia el lado derecho de él, ya que parece que también ha detectado a la extraña criatura, quien los observa como una estatua confiadamente.
—Eres un hombre bastante viejo, por tu apariencia y edad, ¿crees que vas a serme de utilidad? —inquiere el ser supremo, afirmando Monlix en silencio para añadir—. Entonces, tu primera prueba va a ser eliminar a ese estorbo que nos está viendo en lo oculto.
Comenzando la extraña criatura a sentir un gran miedo dentro de su cuerpo por estar espiando a ambos.
—Como usted ordene, gran supremo. Espero serle de gran utilidad a usted y le informo que investigaré quien es el maldito causante de este gran problema; para que usted sepa que estoy a sus órdenes —anuncia Monlix, comenzando Tsubaki a avanzar hacia el reino Albeka tranquilamente mientras que lo deja solo en el gran bosque.
Comenzando la extraña criatura a retroceder de su lugar, pero una voz lo detiene.
—Vaya vaya, así que te acabas de dar cuenta, ¿verdad? —suena la voz de Monlix, comenzando a dirigirse hacia la ubicación de la extraña criatura con una sonrisa malévola, añadiendo—. No tengas miedo de un simple anciano, jejeje.
Caminando Monlix tranquilamente como si fuera una persona común de aproximadamente treinta y seis años a pesar de su edad.
La extraña criatura se da cuenta que el bastón es un simple artefacto para engañar a su adversario y ahora; debe de enfrentarlo.
¿Podrá Monlix derrotar al extraño?