Ubicación: Reino De Los Orcos.
Grumat sigue de manera apresurada al consejero Shamir junto con sus dos hijos: Durgar y Yarug.
Ambos hijos no saben el motivo por el cual, la expresión de su padre ha cambiado drásticamente de un momento a otro, pero deciden no mencionar nada, ya que observan que su padre se mueve apresuradamente.
Avanzando todos por diferentes rutas del reino que los dirigen hacia un extraño lugar que es pocas veces visitado, pero importante; ya que Durgar observa que se acercan hacia un gran árbol frondoso que se utiliza para sus eventos religiosos por su antigüedad. Siendo este árbol conocido con el nombre de: Ugha.
Un árbol que posee una gran abertura en medio de su gran tronco que los conduce hacia un lugar misterioso y un gran lago por dentro. Algunos dicen que es una forma de estar presente ante los dioses más poderosos y temidos de todos los universos, aquellos que deciden dar la vida y quitarla cuando quieran, pero otros; simplemente dicen que son locuras, ya que han tratado de entrar a ese misterioso lugar, pero no han encontrado absolutamente nada más que; solamente un gigantesco tronco vacío por dentro que es respetado por su antigüedad.
—El Gran árbol, Ugha —dice en voz baja Durgar, empezando su hermano Yarug a ver sorprendido el gran árbol.
Percatándose ambos que su padre entra apresuradamente hacia adentro del gran árbol junto con Shamir, parece que algo ha sucedido.
Decidiendo ambos príncipes entrar sin mencionar nada dentro del gran árbol, ya que ellos antes habían entrado, reconociendo ambos que extrañamente, comienza a iluminarse un pasillo de color azul brillante que los conduce hacia un destino desconocido.
Comenzando ambos príncipes a avanzar lentamente hacia ese destino, ya que anteriormente nunca se habían arriesgado a avanzar más, quizá sea por el miedo de ser atacados por un ser misterioso, pero ahora en esta situación, siendo ellos adultos; han decidido enfrentar sus miedos de una vez por todas.
Observando ambos príncipes que los insectos les muestran más variedades de colores y formas de extrañas bestias y criaturas, pero aun no logran entender el significado.
Las luces son manejadas por luciérnagas de diferentes tipos que alumbran en todo momento el lugar, semejantes a las del reino de los elfos, pero de forma extraña; dejan caer a través de su cuerpo, polen que brilla de acuerdo a la luz que emiten, consideradas estas como insectos especiales por parte de los grandísimos dioses.
—Grandísima diosa, creadora de todo el balance de todos los universos, Artemas —suena la voz de Grumat, lográndolo escuchar sus hijos mientras que se acercan, pudiendo ver ambos que su padre está juntamente arrodillado con Shamir ante una criatura bastante grande de estatura.
Tanteando Durgar que su altura es un poco más alta que la de ellos, aproximadamente cuatro metros, pero aun así; decide acercarse junto con su hermano en silencio y lentamente, ya que se percatan que la diosa Artemas, posee una gran túnica que cubre todo su cuerpo. Pueden ver que su rostro está cubierto por una capucha y solamente logran ver sus labios de color negro, posee un pelo largo tipo lacio de color negro que le sale un poco a través de la capucha y su piel es de color blanca; semejante ella a una criatura del planeta pilar.
La Diosa Artemas está parada a un lado de una gran fuente de forma circular, donde sus aguas son de color azul brillante, no posee absolutamente nada, pero extrañamente emite el sonido extraño de varios toques de campanas por medio de sus aguas. Un evento extraño que no saben a qué se debe.
—Grumat, ella se avecina y una de mis hermanas está preocupada por un siervo suyo —informa Artemas, logrando ver ambos príncipes que su padre tiene su rostro dirigido hacia el suelo junto con el consejero.
Decidiendo ambos acercarse para llamar la atención de Artemas en ese momento, ya que comienzan a reconocerla, debido a que ella les enseñaba muchas cosas cuando eran niños y visitaban ese lugar.
—Padre, ella no es una simple diosa —dice Yarug, llamando la atención de todos hacia él, añadiendo—. Ella es una Ancestra Sagrada y sobrepasa a los simples dioses: Hastur y Azathot.
Decidiendo Yarug arrodillarse junto con su hermano mientras que su padre, voltea a verlo asustado.
—Gran Dio… —dice Grumat, percatándose que Artemas le indica que no hable por medio de una señal por parte de su dedo derecho.
—Yarug y Durgar. Mis fieles servidores que han sido elegidos para preparar la venida del Alter más poderoso de este planeta —informa Artemas, llamando la atención de Grumat hacia ella, completamente sorprendido.
—¡¿Alter?! —inquiere Grumat confuso.
Decidiendo Artemas invocar una balanza tipo romana en ese momento por medio de su mano derecha delante de todos, ignorando ella la pregunta del monarca en ese momento, ya que se dirige hacia ambos príncipes; seriamente.
—Ustedes han sido elegidos con un principal propósito —informa Artemas, decidiendo ambos príncipes arrodillarse dirigir su mirada hacia el suelo, añadiendo—. Es por eso que yo los elegí a ambos aunque realmente; ustedes son solo una persona.
Comenzando ambos príncipes a verla confusos mientras que Grumat no sabe que está sucediendo.
—Su padre ha hecho un gran trabajo en estarles enseñando, pero ha llegado el momento de su intervención para que sean o seas considerado como uno de los guerreros legendarios —informa Artemas, recibiendo miradas confusas en ese momento por parte de todos, mientras que su cuerpo empieza a desprender un polvo brillante de color verde que se dirige hacia ambos príncipes.
Comenzando ambos príncipes a ver el polvo sorprendidos y confusos mientras que su padre; los observa asustado. Por otro lado, la balanza de Artemas se desbalancea de forma extraña hacia la derecha, percatándose ella de esta situación con su mirada.