En el castillo el rey manda que lleven a su hijo a un aposento de los de invitados.
Dan se acerca a su padre
-Padre acabo de ver a un alumno de la academia en una habitación del palacio, a que se debe
esto-
-Como ya les conté a tu madre y a ti Sebastián salvó mi vida-dice el rey
-Pero por qué no le diste unas cuantas monedas de plata, con eso hubiese bastado-agrega Dan
-Ya veo lo mucho que valoras mi vida, querido hijo, creo que la vida del rey no es algo que se
pueda pagar con una bolsa de monedas-dice el rey sonriendo-además creo que tienes asuntos
más importantes de los que preocuparte: hoy llega a este castillo tu futura esposa.
-Deja que la vea primero por lo menos-dice Dan de forma pícara.
Aun no has aprendido hijo que el peso de la corona nos lleva a tomar decisiones difíciles, es
más que un juego de niños un día serás rey y lo sabrás .Ahora ve a ver a tu madre que desde
temprano quería verte.
Mientras tanto Sebastián practica en la academia, como la mayoría de las veces entrena con
Luna
-¿y por qué crees que el rey te invitó a vivir acá? Es la primera vez que escucho algo así y mi
padre siempre ha servido a su majestad.-pregunta Luna
-imagino que por gratitud, después de todo le salve la vida-dice Sebastián
Continúan en la lucha y la vos del entrenador da la señal de que han terminado.
Ambos jóvenes se acercan mientras salen por la puerta continuando la conversación, Luna le
dice:
-Aun así me parece raro, será que el rey se está volviendo convaleciente, porque te podría
haber pagado con monedas, dé igual modo me alegro por ti.
-Jaja parece que después de todo hasta suerte tengo, quizás más de lo que crees. Pero cam-
biando de tema, escuché que viene una princesa al castillo-dice Sebastián mientras caminan
por los largos corredores del castillo.
-Es lo que todos comentan, es para una alianza con el príncipe, de igual modo la fiesta será
solo para los nobles. ¿Y qué vas a hacer ahora, vas a la biblioteca?.-dice Luna
-Creo que más tarde, voy a ver primero si hay algún pasadizo secreto en mi habitación-dice
Sebastián sonriendo
-Anda loco nos vemos mañana -agrega la chica en lo que Sebastián se aleja hacia el interior del
castillo.
El castillo es inmenso, las paredes de mármol blanco con enormes decoraciones. El piso es de
madera pulido, cubierto con alfombras de seda. Los lujos más inimaginable lo posee, pues se
han ido agregando con el pasar de los años y muchos objetos valiosos son herencia de los an-
tepasados del rey Octavio. Tan solo la habitación de Sebastián es 3 veces mayor que su antigua
casa. La cocina del castillo es inmensa trabajan cerca de 50 personas para atender las refinadas
exigencias de Jertrudis que tras el menor fallo despide a quien sea sin importar el tiempo que
lleve allí .Para ella nada es insustituible y mantiene la mayor distancia posible de cualquier
relación con los plebeyos. Nadie fuera del castillo ha visto su rostro ni siquiera en celebracio-
nes populares que el rey ha inaugurado con sus discursos.
Editado: 14.03.2022