Capítulo 7

Ya está atardeciendo y Sebastián se refugia en los libros .Mira este y el otro buscando alguno  
que sea de su interés, pues es muy selectivo con su lectura. 
Mientras tanto un rostro nuevo aparece en la biblioteca. Sebastián desde la parte final de los  
estantes ve entrar una chica con pasos leve, piel pálida y pelo negro ,lleva un vestido rosa claro  
que le arrastra al suelo, camina como distraída con sus pensamientos y comienza a mirar en  
los estantes .La mirada de Sebastián se entrecruza con la de ella pero este dirige la vista hacia  
el libro que tiene en la mano y lo coloca en un estante pues el título no le llama la atención 
.Caminan ambos distraídos acercando sus pasos .En eso Sebastián ve el título "Escape "en la  
portada de un libro ,es una novela que Luna le había recomendado .Y estira la mano para al- 
canzarlo al mismo tiempo que la chica que había entrado hace unos momentos .Ambos sostie- 
nen el libro y Sebastián atrevido le mira a los ojos y le dice: 
-Si me dices por qué quieres este libro de entre tantos te lo dejo.- 
La chica sonríe como si fuera a responder y en eso una voz interrumpe desde la entrada y cae  
el libro al suelo: 
-Su majestad su padre solicita su presencia. 
-Creo que por esta vez te puedes quedar el libro-le dice la chica a Sebastián dándole la espalda  
y se retira. 
Sebastián recoge el libro y comienza a leerlo mientras sale rumbo a su habitación. Un criado  
interrumpe sus pasos: 
-El rey desea verlo, sígame.- 
Y Sebastián continúa tras el sirviente hasta llegar al despacho del rey. 
-Me mando a llamar -dice Sebastián luego de que el sirviente cerrara la puerta al salir. 
-Hijo quiero que asistas al baile esta tarde.- 
-¿Al baile ?con todo respeto su majestad, pero no estoy acostumbrado a esos eventos - 
Sebastián  
-Pero debes acostumbrarte, tu solo observa, como mi guardia quiero que estés atento de las  
intenciones de todos y como mi hijo quiero que aprendas como son los nobles, que le adivines  
que piensan para que aprendas que es un desafío vivir en el castillo dominado por las preten- 
siones y lujos. 
-No se preocupe el día que no estés me iré de aquí, solo vivo aquí porque usted me lo pidió y  
quería conocer mejor a mi padre.-dice Sebastián.

-Hablas como si no te fueras a quedar aquí, solo espero no perderte de nuevo .Ahora ve a pre- 
pararte, mande que te llevaran unas ropas a tu habitación digna de la ocasión.-dice el rey 
 
Han pasado unas cuantas horas, está casi anocheciendo y la fiesta ya ha empezado. Sebas- 
tián entra al salón pero se siente tan fuera de lugar que toma una copa en la mano y sale para  
el balcón y desde ahí observa a todos. 
Luego de varios bailes el rey llama al silencio en vista de que va a hacer un anuncio: 
-Como todos saben El reino de Austrias siempre ha sido nuestro aliado, desde que reinaban  
mis antepasados. Son momentos difíciles para la región, por eso nada mejor que una boda  
para hacer inquebrantables nuestros lazos de amistad, por eso es un honor para mí anunciar el  
casamiento de mi hijo: el príncipe Dan , con la princesa Leila de Austrias. 
Un enorme aplauso interrumpe el discurso y el rey hace una seña para otro baile ,en el cen- 
tro la princesa Leila y Dan bailan. 
-Cuanto tiempo-dice Dan 
-Sí, desde que éramos niños no nos veíamos-dice Leila 
-Estás muy bonita-dice Dan-después de todo creo que no será tan difícil casarme contigo. 
 
Y termina la música y la princesa sale al balcón a respirar, quizás porque nada de esto es lo  
que había soñado. Se queda pensativa mirando la luna llena que resplandecía. Y una voz cálida  
y suave interrumpe sus pensamientos: 
-Es tan bonita y esta tan sola, tan diferente que resalta entre la multitud, veces decae, hasta  
parece que desaparece cuando esta triste y se escapa en pedazos para refugiarse en sí ,pero  
vuelve ,más linda y brillante y más llena de luz y se crece en si misma nuevamente. -le dice  
Sebastián 
-nunca había escuchado esas cosas tan bonitas sobre la luna-y sonríe la princesa 
-Disculpa por quedarme con el libro, creo que ya descubrí por qué te interesaba-dice Sebastián  
sacando el libro de su saco.  
La princesa toma el libro y sin más sale para incorporarse a la fiesta y luego de unos cuantos  
pasos mira hacia atrás sonriéndole al joven en señal de gratitud.