Mientras salen de la academia Luna le pregunta a Sebastián
-Quieres ir a cabalgar
-Tengo que hacer algo importante, mejor otro día-dice Sebastián y se dispone a encontrar a la
princesa
Camina por los jardines pero no la ve,
-debe estar en su habitación-piensa
En la tarde la princesa asiste a la cena programada con Dan en el jardín .Luego de esperarlo
media hora este aparece
-Disculpa lo había olvidado-argumenta Dan, entregándole una flor
-No hay problemas-dice ella entre dientes
-Tenemos mucho que planear para la boda, donde pasaremos nuestra primera noche y otras
cosas así...-dice Dan
Y al fin luego de una tendida y aburrida cena donde solo hablan de preparativos para la boda
se retira cada cual por su lado.
Casi es de noche y la princesa decide ir a la biblioteca donde se encuentra con Sebastián
-Te estaba esperando-dice Sebastián -mientras sigue leyendo el libro que Mer le había dado
-Ni siquiera sabías que yo vendría.
-Pero si vienes todos los días a esta hora-sonríe Sebastián
-Con qué me estás espiando-le dice la princesa
-No es que eres muy predecible, además he estado vigilando que no te metas en problemas-
sonríe Sebastián
-y para que me esperabas-pregunta la princesa sorprendida
-Primero para decirte que me engañaste-dice Sebastián
-¿Estás loco? cuando te engañe?-pregunta la princesa
-Bueno, este libro me lo dijo-dice Sebastián
Y la princesa suelta una carcajada:
-Deberías dormir más le hablas a los caballos y ahora los libros te dicen que te engaño, cuando
solo hemos cruzado cuatro palabras, por favor no me hagas reír.-
-Este libro dice que la persona que me dijiste que viste hoy es de la tribu Brigs y esa tribu se
extinguió y…
-Si vas a intentar disuadir lo que vi mejor me voy, por qué te iba a mentir sobre eso?
-Eso solo lo sabrás tú, pero espera tengo algo que darte, no te muevas
Y mientras la princesa se queda parada de espaldas le coloca el collar
-Mi collar, lo buscaste, muchas gracias, ¿cómo puedo pagarte?
-No suelo ser esa clase de persona pero este favor si te lo cobraré, mañana a esta hora te es-
pero aquí para decirte lo que me debes-dice Sebastián mientras sale de la biblioteca.
-Está loco-piensa la princesa, mientras se queda sonriendo y mirando el collar.
Sebastián se acuesta y de nuevo no concilia el sueño pensando en la princesa, esta vez en que
le pedirá.
La princesa tampoco logra dormir, quiere saber cómo deberá saldar su deuda.
Y así amanecen ambos, con cara de quien no durmió nada. El día transcurre como de costum-
bre y ya cuando esta cayendo la noche la princesa asiste a la biblioteca.
-Ho al fin llegas-dice Sebastián al verla entrar
-Oye te esforzaste mucho para encontrar mi collar
-Fue casualidad, estaba nadando en el lago y lo hallé-dice Sebastián
-No pensé que con este frío alguien nadara, pero de ti no me sorprende, ahora dime cuanto te
debo, traje esta bolsa de dinero-
Sebastián suelta una carcajada
-No pensaras pagarme con eso, no lo creo, si tengo comida y albergue gratis en el castillo, yo lo
que quiero es ..
-Ya dilo de una vez-dice La princesa enfadada
-Quiero que me acompañes a ver las cataratas que hay en el este del reino
-Ahora si estás loco, no puedo salir de aquí, ¿no tienes noción del peligro?
-Dime si acaso nunca has tenido curiosidad de ver lo que hay del otro lado, de ver cosas distin-
tas, dos veces en una semana has estado a punto de morir y dime que buen recuerdo tienes de
esta vida, por qué no creo que comer en una fuente de oro sea tan sensacional. Además cuan-
do te cases no creo que vayas a poder andar paseando por los alrededores-
La princesa se queda pensativa, siempre ha querido salir, vivir nuevas aventuras, y su matri-
monio es dentro de unos meses y ahí si estará presa para siempre dentro del castillo, si no es
ahora no lo haré nunca piensa. Me merezco hacer lo que quiera una vez, se dice a sí misma.
Por eso luego de unos segundos le dice
-Está bien, iré. Pero si nos descubren diré que me secuestraste y seguro te colgarán.
Sebastián sonríe y le dice
-No tengo miedo a morir, tengo miedo a no vivir ,mañana al mediodía te esperaré en el lago.
-Pero y como haremos para que no me vean? -pregunta la princesa
-De eso yo me encargo-dice Sebastián
-Y por qué quieres que te acompañe, no sería mejor dinero?
De nuevo Sebastián sonríe y le dice:
-Es que me aburro yo solo, te espero mañana-y se retira.
La princesa se queda sonriendo en la biblioteca. Y unos pasos interrumpen su sonrisa
-No sabía que a mi futura esposa le gustara leer y mucho menos que un libro la hiciera tan
feliz-dice Dan
A la princesa el rostro le cambia gradualmente y responde
-Quizás hay mucho que aún no sepas de mí-
-Bueno, dentro de unos años ya nos conoceremos a plenitud, pero que leías?-dice Dan bus-
cando un tema de conversación
-Todavía no elijo, pero mejor lo dejo para mañana ya se me ha hecho tarde y debo ver a mi
padre.
-Que pase buenas noches, mañana conversaremos -dice Dan
-Usted igual-dice la princesa mientras sale de la biblioteca.
Editado: 14.03.2022