El otro hijo del rey.

Capítulo 11

Mientras salen de la academia Luna le pregunta a Sebastián  
-Quieres ir a cabalgar 
-Tengo que hacer algo importante, mejor otro día-dice Sebastián y se dispone a encontrar a la  
princesa 
Camina por los jardines pero no la ve, 
-debe estar en su habitación-piensa 
En la tarde la princesa asiste a la cena programada con Dan en el jardín .Luego de esperarlo  
media hora este aparece 
-Disculpa lo había olvidado-argumenta Dan, entregándole una flor 
-No hay problemas-dice ella entre dientes 
-Tenemos mucho que planear para la boda, donde pasaremos nuestra primera noche y otras  
cosas así...-dice Dan 
Y al fin luego de una tendida y aburrida cena donde solo hablan de preparativos para la boda  
se retira cada cual por su lado. 
Casi es de noche y la princesa decide ir a la biblioteca donde se encuentra con Sebastián 
-Te estaba esperando-dice Sebastián -mientras sigue leyendo el libro que Mer le había dado 
-Ni siquiera sabías que yo vendría. 
-Pero si vienes todos los días a esta hora-sonríe Sebastián 
-Con qué me estás espiando-le dice la princesa 
-No es que eres muy predecible, además he estado vigilando que no te metas en problemas- 
sonríe Sebastián  
-y para que me esperabas-pregunta la princesa sorprendida 
-Primero para decirte que me engañaste-dice Sebastián 
-¿Estás loco? cuando te engañe?-pregunta la princesa

-Bueno, este libro me lo dijo-dice Sebastián 
Y la princesa suelta una carcajada: 
-Deberías dormir más le hablas a los caballos y ahora los libros te dicen que te engaño, cuando  
solo hemos cruzado cuatro palabras, por favor no me hagas reír.- 
-Este libro dice que la persona que me dijiste que viste hoy es de la tribu Brigs y esa tribu se  
extinguió y… 
-Si vas a intentar disuadir lo que vi mejor me voy, por qué te iba a mentir sobre eso? 
-Eso solo lo sabrás tú, pero espera tengo algo que darte, no te muevas 
Y mientras la princesa se queda parada de espaldas le coloca el collar 
-Mi collar, lo buscaste, muchas gracias, ¿cómo puedo pagarte? 
-No suelo ser esa clase de persona pero este favor si te lo cobraré, mañana a esta hora te es- 
pero aquí para decirte lo que me debes-dice Sebastián mientras sale de la biblioteca. 
-Está loco-piensa la princesa, mientras se queda sonriendo y mirando el collar. 
Sebastián se acuesta y de nuevo no concilia el sueño pensando en la princesa, esta vez en que  
le pedirá. 
La princesa tampoco logra dormir, quiere saber cómo deberá saldar su deuda. 
Y así amanecen ambos, con cara de quien no durmió nada. El día transcurre como de costum- 
bre y ya cuando esta cayendo la noche la princesa asiste a la biblioteca. 
-Ho al fin llegas-dice Sebastián al verla entrar 
-Oye te esforzaste mucho para encontrar mi collar 
-Fue casualidad, estaba nadando en el lago y lo hallé-dice Sebastián 
-No pensé que con este frío alguien nadara, pero de ti no me sorprende, ahora dime cuanto te  
debo, traje esta bolsa de dinero- 
Sebastián suelta una carcajada 
-No pensaras pagarme con eso, no lo creo, si tengo comida y albergue gratis en el castillo, yo lo  
que quiero es .. 
-Ya dilo de una vez-dice La princesa enfadada

-Quiero que me acompañes a ver las cataratas que hay en el este del reino 
-Ahora si estás loco, no puedo salir de aquí, ¿no tienes noción del peligro? 
-Dime si acaso nunca has tenido curiosidad de ver lo que hay del otro lado, de ver cosas distin- 
tas, dos veces en una semana has estado a punto de morir y dime que buen recuerdo tienes de  
esta vida, por qué no creo que comer en una fuente de oro sea tan sensacional. Además cuan- 
do te cases no creo que vayas a poder andar paseando por los alrededores- 
La princesa se queda pensativa, siempre ha querido salir, vivir nuevas aventuras, y su matri- 
monio es dentro de unos meses y ahí si estará presa para siempre dentro del castillo, si no es  
ahora no lo haré nunca piensa. Me merezco hacer lo que quiera una vez, se dice a sí misma. 
Por eso luego de unos segundos le dice 
-Está bien, iré. Pero si nos descubren diré que me secuestraste y seguro te colgarán. 
Sebastián sonríe y le dice 
-No tengo miedo a morir, tengo miedo a no vivir ,mañana al mediodía te esperaré en el lago. 
-Pero y como haremos para que no me vean? -pregunta la princesa 
-De eso yo me encargo-dice Sebastián 
-Y por qué quieres que te acompañe, no sería mejor dinero? 
De nuevo Sebastián sonríe y le dice: 
-Es que me aburro yo solo, te espero mañana-y se retira. 
La princesa se queda sonriendo en la biblioteca. Y unos pasos interrumpen su sonrisa 
-No sabía que a mi futura esposa le gustara leer y mucho menos que un libro la hiciera tan  
feliz-dice Dan 
A la princesa el rostro le cambia gradualmente y responde 
-Quizás hay mucho que aún no sepas de mí- 
-Bueno, dentro de unos años ya nos conoceremos a plenitud, pero que leías?-dice Dan bus- 
cando un tema de conversación 
-Todavía no elijo, pero mejor lo dejo para mañana ya se me ha hecho tarde y debo ver a mi  
padre. 
-Que pase buenas noches, mañana conversaremos -dice Dan

-Usted igual-dice la princesa mientras sale de la biblioteca.



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En el texto hay: amor, acción , aventura

Editado: 14.03.2022

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