Su majestad me mando a llamar-dice Sebastián mientras entra en el despacho del rey
-Sí, cierra la puerta-dice el rey
y mientras Sebastián cierra el rey añade:
-Hijo quiero felicitarte por tu buen desempeño en la academia, luego que te prepares bien
ejercerás el puesto para el que viniste, mi guarda personal, quiero que te empapes de todo lo
que ocurre en este castillo y en la historia de este reino, ya el entrenador me dijo que eres uno
de los mejores-
-Se lo agradezco señor-dice Sebastián
-Ven tomémonos una copa, hace rato que ni conversamos, los asuntos de la corte me roban
todo el tiempo-dice el rey mientras abre una botella de vino.
Y justo cuando sirve la copa unos golpes en la puerta interrumpen la conversación
-Adelante-ordena el rey
Geronimus (el consejero del rey) entra y Dan lo acompaña
-Su majestad hemos recibido noticias para nada buenas-dice Geronimus
-Continúa, Sebastián es de mi entera confianza-dice el rey
-El ejército de Calula está atacando el reino de Terranía , con el que tenemos acuerdos políti-
cos-dice Geronimus
-Pero como es eso posible-dice el rey
-Padre eso no es todo, el rey de Terranía ha mandado un mensajero solicitando que enviemos
refuerzos para sus tropas, porque es muy difícil que puedan vencer-dice Dan
-Esta situación es caótica tenemos que ayudar-dice el rey
-Padre no podemos enviar a la mayor parte del ejército por qué y si nos atacan estaremos vul-
nerables.-dice Dan
-Aun así es nuestro deber enviar algunas tropas-dice el rey
-Señor va a ser una masacre, el reino de Terranía es pequeño y su ejército es débil, por eso ha
sido un punto fácil y si mandamos unos pocos soldados creo que la mayoría no regresarán-
agrega Gerónimus
-A quienes mandamos padre, debemos ser muy cautelosos para elegir-dice Dan
-Y tú qué opinas de esto Sebastián?-pregunta el rey dirigiéndose al muchacho
-No se mucho de estrategias pero creo que debe dar la posibilidad a sus soldados de elegir si
quieren morir por un reino que no sea el suyo, pienso que sería mejor hacer un ejército con los
soldados que se ofrezcan voluntarios-dice Sebastián.
-Creo que es una excelente idea-agrega Gerónimus.
-Has eso-dice el rey-reúne a los soldados y has la lista hoy mismo, mañana debe partir la ayu-
da.
Y mientras Geronimus sale, Sebastián dice al rey
-Con su permiso su majestad acompañaré a Gerónimus.-Y se retira del despacho.
Es tarde en la noche ,ya pasa de las 10 y Sebastián entra en la biblioteca, le sorprende ver allí a
la princesa, está junto con su dama de compañía ,la cual va saliendo mientras Sebastián entra.
-Pensé que hoy no ibas a venir a leer-dice la princesa mientras levanta la mirada hacia Sebas-
tián
-Hoy no vine a leer-sonríe Sebastián
-Y entonces a que has venido a la biblioteca-pregunta la princesa
-Tenía la vana esperanza de poder despedirme de usted, aunque pensé que a estas horas ya
estaría durmiendo-dice Sebastián
-¿Despedirte?¿acaso abandonas el castillo?
-Mañana me voy a la guerra-dice Sebastián
-¿Sebastián estás loco, por qué vas a la guerra?-pregunta la princesa
-Me ofrecí como voluntario, necesito encontrarme a mí mismo, además hay gente siendo ma-
sacrada ahí fuera porque no tienen suficientes soldados que lo defiendan-agrega Sebastián
-No vayas-dice la princesa
-es mi deber, soy un soldado del rey-agrega Sebastián-Solo quería decirte que me alegra mu-
cho haber conocido a alguien como tu
Y diciendo esto Sebastián da media vuelta y empieza a caminar saliendo de la biblioteca.
-¡Espera!-grita la princesa mientras agarra la mano de Sebastián, el cual se detiene y la mira
-No te despidas de mí prométeme que vas a volver y que me vas a regresar este collar-dice la
princesa mientras se quita el collar que era de su madre y se lo pone en el cuello
-Pero esto es importante para ti-dice Sebastián
-Por eso tienes que devolvérmelo-dice la princesa con los ojos llenos de lágrimas y se acerca y
lo besa apasionadamente olvidando por instantes quien es y donde está. Y luego de besarlo
sale sin decir palabras dejando inmóvil a Sebastián.
Editado: 14.03.2022