7. La busqueda

12 de octubre; 10.00 a.m

Matthew Wright

Mi padre me miraban con seriedad. Hablar con él no era de mis cosas favoritas, mucho menos si veía como la vena de su frente parecía a punto de estallar de la ira que estaba acumulando.

- Vas a ir a esa maldita busqueda - ordenó.

- Pero tengo entrenamiento.

- Matthew, seré claro, no tienes opción aquí. Todo el pueblo esta buscando a la chica y me importa un bledo lo que tengas que hacer, iras a ayudar y te mostraras muy concentrado en buscar algo algún dedo de esa muchacha.

Siempre tan sensible, papa.

Me hecho de su cuarto sin darme el derecho a replicar y cuando salí, mi madre me estaba esperando. Violet Wright, conocida por sus típicos vestidos caros y su elegante ropa, ahora mismo estaba utilizando la ropa mas casual que jamás habría imaginado que se pondría. Me miraba de brazos cruzados a la espera de que fuera a acompañarla.

- Vamos Matty, sabes que tu padre necesita que lo apoyemos en estas cosas - animó con una pequeña sonrisa.

- Bien - accedí.

- Tu hermano ya esta allí, esta ayudando al oficial Lamb a organizar todo - comentó.

- Que sorpresa - dije con ironía.

El perfecto Logan Wright, con su impecable historial y su dedicación incansable al servicio público, era el orgullo de la casa Wright. Un futuro brillante y con suerte el futuro jefe de la policia.

Un idiota engreído que disfrutaba lamerle las botas al oficial Lamb con la esperanza de que cuando el se retirara, a el se le cediera el mando.

Escuchamos como una puerta se abría y papa salió por esta ya cambiado de ropa. Mama le sonrió aunque el ni le dirigió la mirada y nosotros dos salimos cuando el abrió la puerta y salió ignorandonos por completo.

Los Coldwell habían organizado una búsqueda por la desaparición de Holly. En el inmenso bosque de Amensly, casi todas las personas del pueblo, se habían reunido para encontrarla: ancianos, jovenes y adultos. Todos a excepción de algunos niños y un par de adultos.

- Muy bien, si ven algo, solo griten y quédense junto a lo que encontraron, no toquen nada - pidió el oficial Lamb.

Observe a Cece, tenía mirada perdida en el inmenso bosque frente a nosotros, estaba palida, mas de lo usual y podía notarse a kilometros su incomodidad por como la detective a su lado la observaba cada cierto tiempo.

La búsqueda comenzó y todas las personas se dispersaron por el enorme bosque. Observé a Amy junto a su padre, a Jace abrazando a Cece y a Kaiden hablando con su hermano menor.

Y luego estaba yo, buscando no sé qué cosa en medio del bosque, completamente solo. Mamá había ido con los Coldwell y papá estaba hablando con algunos vecinos, explicando cómo revisaría cada rincón hasta encontrarla.

Me acerque a Jace y Cece, cuando él me vio, dejo un pequeño beso en la frente de Cece y se alejo de ella. Extrañado continúe avanzando hasta que quede frente a mi amiga la cual ahora había quedado sola. Le di una pequeña sonrisa a la castaña y respondió de la misma manera.

- Gracias por venir - me dijo dandome un pequeño abrazo.

Algo anda mal.

- No es nada - le dije.

- La detective esta mirando - me dijo en un pequeño susurro, aun abrazandome y luego se separo.

- ¿Tienen algún indicio o algo? - pregunte yo continuando con su farsa de la hermana preocupada.

- No, todavía nada, no hay rastro de ella.

- Ten fe, ya va a aparecer.

Jace regreso unos minutos después y paso su brazo por detrás de los hombros de la castaña junto a él. Me dio una pequeña sonrisa y miro a Cece, cuando ella lo miro, rápidamente se giro a verme otra vez.

- Por cierto, lamento lo que dije el otro día - se disculpó - Esto me tiene muy alterada y....

- Descuida, comprendo. 

Algo andaba muy mal.

Conozco a Celine desde los siete años y si algo aprendí de ella, es que jamás se disculpa, no importa que haya dicho o si hirió a alguien, ella jamás se disculpa. Las pocas veces que la he escuchado pedir perdon, fue porque alguien la había obligado a decirlo.

Obligada.

Me gire a ver a Jace; sus ojos verdes, como siempre, tenían una mirada dulce e inocente. Una mirada que venía acompañada de una sonrisa angelical.

- Celine - los tres nos giramos al escuchar una voz de mujer. Observe como la detective se acercaba a nosotros, cuando la tuvimos de frente, me extendió la mano.

- Detective Jennifer Davies, un placer Matthew - dijo ella y por mas extraño y aterrador que me pareciera que ella supiera mi nombre, no le dije nada y tome su mano para luego asentir con la cabeza.

Ella se giro a ver a Jace y él le dio la mano mientras le daba esa sonrisa de niño bueno que ponía cuando quería caer bien.

- ¿Jace Grayson, verdad? - el asintió.

- ¿Que necesita? - preguntó Cece amablemente.

- Cuando hable contigo mencionaste una casona, ¿Crees que podrías llevarme allí? - preguntó.

Mierda.

- Con gusto lo haría, pero estamos algo lejos y ya me desoriente, ¿Le molesta si caminamos hasta el lago y luego la llevo? Puedo ubicarme mucho mejor.

- No hace falta, yo se para donde ir, puedo llevarla yo - ofreció Jace - Si no le molesta, claro.

- Para nada, muchas gracias - le dijo ella. Él iba a voltear para comenzar a caminar, pero escuchamos algo que capto la atención de todos.

- ¡Encontre algo! - gritó un anciano.

La detective no lo pensó dos veces y comenzó a caminar apresuradamente hacia donde provenía esa voz.

Desde donde me encontraba, pude observar cómo la mujer, ahora con guantes, tomó una foto y levantó del suelo un collar con la letra "H". En ese momento, el grito desgarrador de Meredith resonó instantáneamente, seguido de un llanto desconsolado.

Mamá y el señor Coldwell la sujetaron como pudieron en un intento de que ella no cayera al suelo de rodillas. Los ojos de Richard estaban llenos de lágrimas al igual que los de su esposa, y la abrazaba con fuerza. El silencio se hizo presente por unos minutos, solo se escuchaba el llanto inconsolable de Meredith y los sollozos de Richard, mientras los demas los observaban, sin encontrar palabras para consolarla.