1. WILLIAM BARRIE

CAPÍTULO UNO - WILLIAM BARRIE

"Una chica de San Diego vino a verme"

Viernes, 10 de febrero

del 2009

Alexander y Levi estábamos en San Diego de vacaciones.

Era nuestro quinto viaje sólo los tres desde que le pedimos a nuestro padres que queríamos privacidad y diversión.

En ese preciso momento nos encontrábamos en el parque, cerca de un banco, parados observando a la gente caminando al sitio de juegos.

—Debemos apostar. 10,000 dólares ¿les parece? —dice Levi con una sonrisa torcida, ese chico se la pasa ganando en cada apuesta a cada alumno de la escuela

—Suena tentador. Acepto, ¿William? 

Lo pienso por un momento. El dinero no es el problema, sólo que darles a ellos no me convence, —Vale, ¿Qué apostamos?

—La primera chica que nos observe, será el campeón —declara Levi, todo orgulloso

—¿Y cómo sabemos si la persona nos está mirando exactamente a uno? —habla de nuevo, Alexander

—Porque vamos a estar separados, además, iremos a conversar con ella sin revelar nuestra identidad.

—Vale, entiendo. —dije al mismo tiempo que Alexander.

♤♧♤♧♤♧

Levi comenzó reproduciendo en su celular la lenta canción "You Took My Hearts" de Michael Leams to Rock, Alexander se había ido a tomarse unas cuantas fotos con un perro conocido llamado Togo, el glotón.

Estaba con el ceño fruncido observando las pocas bancos que había en el parque, me preguntaba si hubiera un concierto, cuantos estarían en el piso... cuando mi vista se posó en una chica de mi edad mirando el césped. Su cabello marrón estaba volando por el enorme viento que hacía este día.

《Tú me llenaste de mi misterio ese día, no sé cómo explicarlo, era como la mezcla entre el amargo y el dulce o el cliché con lo romántico. Tuve una atracción por ti desde que te vi》.

De pronto la chica levantó su rostro donde me ubicaba, voltee como reacción hacia otra parte o más bien hacia Levi, mi amigo. Él se encontraba bailando la canción Hot N Cold de Katty Perry.

—¿Qué le pasa a este tío —dijo Alexander acercándose

—Le gusta Katty Perry, deja al loco de la calle bailar su canción favorita —respondí

—¡Oye!

Reímos tan escandalosos de cómo Levi comenzaba a maldecir a nosotros sobre su amor platónico, cuando de nuevo Alexander volvió  a hablar.

—William ganaste la apuesta. La chica de la banca te anda mirando, ahora te toca hablar con ella.

—¿Lo tengo qué  hacer yo? ¿Levi tú no quieres?

—Las reglas no se rompen, ve por ella 

—Tengo novia y ustedes saben, no lo olviden. 

—Vale, no le diremos  nada.

Sin más remedio, camino hacia la chica, paso por el patio libre que queda en medio de nosotros (en donde nos encontramos). La chica de cabello marrón me observó sin moverse y siento que lo único que haré  es contarle que no me interesa su cariño por mí.

—Hola —respondí, —Me llamo Harry Thompson, estoy de visita a este país. Más bien vivo en Venecia y he visto que tal vez seas de ayuda.

—¿No puedes decirles a esos chicos? —dijiste

—Son mis amigos, Mario y Luigi como el videojuego. Estamos perdidos como el juego o eso pienso. —ella ríe y se limpia las mejillas. Había llorado. 

PARTE II

—¿Cómo que no sabes el juego? Todo el mundo lo conoce

—No lo juego por el momento, pero si quieres te cuento sobre el juego de Pacman o Ralf… sabes, olvídalo, ya lo habrás jugado.

—Oh no, aquí es difícil conseguir a una persona que tenga esos juegos. Aquí en esta zona somos.. de bajo recurso, sólo vivimos del día a día.

—Ya veo, disculpa. ¿Por cierto cómo te llamas?

—Renata, me llamo Renata Rodriguez

—Un gusto conocerte —digo, veo que te mueves. Pareces algo indecisa, —Me estás mintiendo ¿no?. Ya dime tu nombre real.

—No, enserio me llamo Renata —respondes inmediatamente, —sólo… que no sé quién soy en realidad.

—Ya veo

《De pronto mis pensamientos me hacen sentir culpable por el hecho de decirte una mentira, pero que iba hacer, no te conocía. No sabía que pronto volverías años después》.

—¿Y qué te trae por aquí, irte de Venecia hasta San Diego? —respondiste, haciendo que vuelva a la realidad.

—A visitar y pasar el rato con mis amigos sólo nosotros. Mps iremos al restáurate Victory que queda a unos pasos. Fue un gusto hablar contigo, Renata. —doy la vuelta directo a hablar con mis amigos, estaba tan centrado en no decir nada de mi identidad.