6. WILLIAM BARRIE

CAPÍTULO SEIS - WILLIAM BARRIE

"Un beso puede cambiar tu venganza"

Un. Beso. Con. Ella.
¿Qué pensaba? ¿Qué ella no me iba a aceptar? ¿Qué sería un beso y adiós? Que equivocado estaba.

Los días siguentes siempre la veía en los pasillos de la universidad, estaba algo harto de ver sus lindo labios con solo recordar. ¡Estaba ebrio! Ebrio porque Sandra me dijo que se iba de viaje a Londres y que volvería en Mayo. Estaba muy molesto que lo dijiera el mismo día de terminar conmigo.

Y luego...ese beso, ese maravilloso beso que no me dejo dormir bien. Ese beso que tenía labios que no era Sandra Smith, sino de Renata Campbell.

—¿Piensas quedarte parado mirando a una nueva caza?—dice Alexander, algo traumado por mi obseción, —Olvida ese beso, hombre, dijiste que la seguías amando, no pierdas por una tontería.

¿Tontería? Yo no la amaba, la utilizaba. Mi vista se va a cada rato a la chica de cabello marrón y ojos color café claro.

Sin darme cuenta, me estaba enamorando. Pasaba los días y seguía con el recuerdo del beso...hasta que se acercó.

Un día de Mayo, un día que Sandra llegaba...ese día fue.

—El tutor ha dicho que trabajamos juntos... yo avancé un poco y sólo te pido...

—Besarte de nuevo

—¿Qué?

Mierda, ¿qué me pasaba? No, esa pregunta es ridícula, ¿qué pensaba hacer con aquella afirmación? Estoy loco, muy loco por ella.

—Que quiero —me acercé, —Besarte de nuevo, pero no quieres

—Si quiero, pero...

—No se habla más.

La bese. Despacio, saboreando su delicioso sabor, tranquilo que todo estaba bien al estar en un boca. Era una maravilla saber quien soy yo quien convirtió el beso más apasionado del mundo. Nos ocultamos en un salón y los besos no paraban.

Claro que no, no nos ibamos a quitar la ropa. Estaba ansioso, claro esta, pero no sería el día. Todo a su tiempo.

♤♤♤♤

No me convenía estar con Renata, al menos no hasta que cumpliera mi plan de venganza.

—No podemos estar juntos, estaba...esto no tenía que pasar

—¿Qué dices? Querías besarme, quería besarte ¿qué hay de malo eso, nuestro beso fue...

—No puedo contigo, lo siento Renata, espero que me perdones.

Salgo del aula, estaba algo...mareado por aquel beso cuando la ví, a Sandra, a mi amiga que desde tengo uso de razón...a ella que la quería como hermana y ahora la tengo como un arma de venganza.

De tan sólo recordarlo, me hierve la sangre.