29 - Ojito derecho

He intentado soportar lo máximo posible sin dormir y aquí estoy.
No quiero perder la fe en esta especie tan... Idiota, ejem. 
Perdona, ahora sin rencores. A ver ¡Debo ser comprendido! ¡He sufrido muchísimo y nadie me da su mano para salvarme! Ya he perdido la cuenta de las veces que me ha cortado el sable y me han ahogado en cosas muy pegajosas y asquerosas. Esto es peor que la muerte y el proceso. Es como morir y revivir constantemente en el mismo lugar y siendo igual o de diferente color.
¡Es terrible! Es que... he sido la cola de un camaleón por una semana y nunca he cambiado tanto de color en toda esa vida. Bueno, el camaleón... murió por mi culpa. Él se había camuflado y quería probar si podía mover la cola a placer, eso le delató y lo devoraron...
¡Así es mi suerte!

Bueno, pues esta vez como pelo he experimentado que nunca querré tener hijos humanos. Son 90 por ciento babas y 10 por ciento adorable. Esa es mi teoría.
Pero quitando eso, Judith ha sido muy feliz. La relación entre Ary y su madre ha cambiado mucho desde que nació el niño. ¡Ah! se llama Nio... 
Sí, otro nombre raro que ni idea de que mundo es.
En tal caso resulta agradable ver a la abuela del niño con otros ojos. No sé, tal vez sea una prueba de familia. El abandonar a quienes te han criado y volver con ellos cuando tienes tu propia cría.
¿Será alguna prueba de supervivencia? Ni idea.

Pero la soledad no es ningún juego.