Dan seguía caminando a pasos lentos en su oficina, alrededor de Olivia.
–Quiero que cojas tus maletas y te largues de esta ciudad, – dictó Dan con tono autoritario – renuncia a tu cargo por las buenas y trata de que no te vuelva a ver en mi vida.
–No haré eso. – Sacudió la cabeza, sin poder mirarlo a los ojos, impotente, devastada.
Dan rió por lo bajo al escuchar esa respuesta. Buscó en sus archivos una carpeta repleta de papeles y fotografías, arrojando aquello sobre la mesa. Olivia se sobresaltó por el sonido que provocó el choque.
–¿Crees que no sé la clase de basura que eres? – preguntó como quién se da cuenta que lo toman en broma. Sacó los papeles de la carpeta y se los puso en frente – ¿Crees que alguien podrá frenarme si se me antoja mostrarle a tu jefe estas pruebas que te incriminan en un lavado de dinero de la empresa para la que trabajas?
Olivia tragó saliva con fuerza, impactada por aquella sorpresa. No sabía de qué manera había obtenido aquellas pruebas, pero ahora le había hecho saber que estaba jodida.
–Sí, también tengo un par de testigos. De modo que, no sólo eres cómplice de maltrato infantil, también es usted una puerca ladrona. – Escupió sus palabras sin el menor remordimiento. Ella intentó defenderse.
–Mandaste a que me drogaran y que me violaran, – respondió ésta como argumento – puedo acusarte.
–¿Cuánto tiempo de cárcel podrían darme si no fui el violador? No van a encontrar restos de mí en ti. – Le aclaró – Además de que lo disfrutaste, no tienes pruebas que me incriminen.
–Eres un hijo de puta. – Le reprendió. Dan asintió sonriendo.
–Lo sé. – Dijo sin más – Y ya deja de quejarte, apenas tuviste intimidad con una mujer. Y mira que sí te hubieran utilizado todos los presentes, pero no lo vi justo.
–¡¿Y quién coño te crees para decidir lo que es justo y lo que no lo es?! – explotó ésta.
–Oh – dijo éste colocando los dedos sobre su barbilla, moviendo su cabeza en un ligero gesto de afirmación, cómo tomando en cuenta algo importante – es cierto. No soy el más indicado, aunque un juez en la corte puede aclararte un poco lo que es justo y lo que no. ¿Te gusta más esa opción?