A lo que anciano le respondió con miedo:
“ ¡Usted me está pidiendo un nombre a mí, pero la verdad es que nadie en este mundo tiene el derecho de nombrarte en este momento, tú ya te has vuelto un servidor del dios “Inset”, solo el sería capaz de nombrarte, aparte puedo ver que solo estás jugando con todos nosotros, esta platica no tiene ningún sentido para ti, tu solo ansias destruir la ciudad y todo a su alrededor, pero lamentándolo mucho, aun después de que nos masacres se levantara nueva vida en este lugar, esto no es la tierra de los fantasmas, estas en donde la vida florece y se revela ante tu amo.
Tal vez me mates a mí, pero mis nietos podrán traerle fertilidad al mundo, así es como siempre ha sido y como siempre será, puede que seas poderoso pero no estas a la altura del reto mi joven e inmaduro amigo! ”
A lo que el chico le responde algo molesto:
“ ¡Tú dices que el destino del mundo es siempre ser poblado, se nota que no sabes nada, piensa un poco amigo, usa esa sabiduría que te ha dado la edad para algo, si por cada dos vida nacieran otras dos, ten por seguro que abarcaríamos todo el planeta, se nota que llevar tanto tiempo en esta ciudad no te a dejado pensar bien.
Así que te lo aclarare, el espacio que posee el mundo se puede acabar, aparte el agua, los peces, el trigo, la cebada, el maíz y las especias que son traídas de quien sabe dónde no son ilimitadas, todo debe acabarse en algún momento, inclusive la vida misma, después de todo hasta aquellos que veneras no se atreven a mirar a mi maestro a los ojos por miedo.
La vida y la muerte deben estar en equilibrio constante, ya que de otra manera solo podría llegar el desastre, las guerras son buenas para mantener esto, son tan simples que hasta un bebe las entiende, si un país vecino tiene abundancia y el tuyo no, pero tienes un buen ejército, vas invades 4 o 10 ciudades, te violas a sus mujeres, descuartizas a sus espesos y vendes a los niños a los hombres del mar, con todo eso podrás reactivar tu economía.
Aun así creo que tú debes pensar que existe algo que sea totalmente santo en este mundo, te aferras a la idea de un salvador, de una vida después de muerte, te aferras al “Todo” ya que no conoces la dicha de la “Nada”, no te culpo, te sacaron de ahí y nunca te explicaron como volver, siempre te han dicho que el blanco es el color de luz, que debes ser bueno, de pequeño te condicionaron para que pensaras que debías tener un buen nivel de moral.
Pero dime en estos momentos en los cuales tu moral debe estar en lo más alto, ¿Quién te va a salvar de mí? ¿Qué gran dios bajara del cielo y evitara tu muerte? Tú ya sabes esa respuesta mejor que yo, no importa tu devoción, para los dioses los humanos no son más que ganado, nos hacen que les adoremos, para que esta manera ellos poder sentirse vivos! ”
A lo que el anciano se quedó pensativo unos segundos, sin encontrar como objetar, aun en toda su vida, nunca había pensado con tanta intensidad que los Dioses no eran mas que seres mezquinos, para su sorpresa no tuvo tiempo de reaccionar, el jovencito le puso la mano encima de la cabeza.
Aquel anciano solo por inercia alzo su cabeza, pero al momento de verle la cara al ser que iba a ser su verdugo lo primero vio, una oscuridad tan grande proveniente de sus ojos, como si el mismo abismo se reflejara en ellos, la sonrisa macabra que esbozaba simplemente le ayudo a poder resignarse, aun así noto algo raro, cuando logro bajar su mirada, vio lo que anteriormente era su cuerpo, aun así se dio totalmente cuenta de su muerte fue cuando vio de manera rápida antes de perder la conciencia como desde el principio de su espalda hasta su final, había sido claramente arrancado de raíz, acto seguido los ojos de aquel anciano se apagaron y el joven mientras se reía exclamo:
“ ¡Aun siendo un viejo enclenque esta persona vio hasta el final su muerte, cosa que no van a poder soportar aquellos que siempre han sido consentidos, después de todo con el sonido y el hedor de la sangre de este nombre, muchos de ustedes gente respetable, se ha venido en vómito, me atrevo a decir que algunos están tan aterrados que ni se pueden mover, aunque ese no es mi problema, si no se pueden mover mi trabajo es más fácil, cada vida en esta ciudad se debe extinguir aun así, no hay prisa puedo ir poco a poco matándolos, así que por los momentos me despido amablemente, reúnan a lo mejor de este lugar mañana volveré! ”
Cuando el joven desapareció de su vista, los residentes de la gran ciudad portoria, aquellos que siempre se jactaban de estar escluidos de los grandes enfrentamientos a lo largo de la historia, simplemente y sin previo aviso están enfrentándose a una situación de la cual no poseen ningun antencedente histórico, era algo ovio la manera en la cual los pueblirinos intentaban mantener sus lagrimas, la sensación de seguridad que siempre emanaba la ciudad simplemente había desaparecido, solo quedaba una densa sensación de inseguirdad camuflada por el dulce perfume de la muerte.
Editado: 01.06.2019