Lo cierto es que Pierre, según él, estaba a un paso de lograr su objetivo final. Toda la complejidad de los bandos involucrados, cada uno con sus respectivas pretensiones, la batalla naval, el hacerse con un navío y sobre todo, el cargamento de tesoros que descansaban en la enmaderada panza del Tulipán Negro había salido a las mil maravillas. Sin embargo no se sentía satisfecho y menos aún, tranquilo y en paz. Coral, desde cualquier punto de vista, era una cuestión que no había sido resuelta. El joven tritón no sólo continuaba en peligro inminente de que los ya varios cientos de hombres lo capturaran, (unos con la intención de la recompensa, otros para destazarlo en el sacrosanto nombre de la Ciencia), sino que, habiendo sido como fue, lo tenía puesto en un problema moral, problema que era de esa clase que Pierre tanto aborrecía, pues no podía evitar sentirse comprometido. Coral no podía haberse comportado mejor y Pierre no había respondido como debería ser lo correcto. Pero eso estaba a punto de cambiar, o por lo menos, a punto de dar un giro que podría llevar las cosas en una dirección totalmente distinta a como la esperaba.
—Entonces... es tal como lo había pensado —dijo Pierre.
—¿Y qué habías pensado, cerebro de caballito de mar? —preguntó Kraken.
—Que quien tiene la clave para salir de aquí es Coral mismo.
—¿Y cómo es eso de que tiene la clave?
—No te hagas el tonto, Kraken, que no está el horno para bollos. La vez anterior pude salir porque Coral me sacó.
—¿Algo así como que te permitió salir?
—¿Qué? Espera, espera un momento. ¿Me estás queriendo decir que si Coral no me lo permite, no saldré nunca? ¿Es él quien me tiene encadenado a esta isla? ¿Es su apego a mí lo que no me deja ir? Porque habías dicho que la cadena de los apegos...
—¡Y seguimos! ¡Y yo que pensaba que ya habías empezado a razonar!
—¿Eso no es así? ¿En qué me equivoqué?
—Si fuera como dices, petit humain, ¿con cuál cadena de apego tendría Coral atados a la manada de idiotas de varias nacionalidades que están del otro lado? ¿Por qué ellos tampoco pueden salir? ¿Acaso Coral está apegado a ellos? Al único que podría haberse apegado es a Mr. Clark, por ser un tipo que, dicho con todo respeto, nos supera a ti y a mí. No sé si será más guapo, pero tiene una...
—¡Calla, Kraken! No me lo recuerdes.
—Lo digo para que vayas entendiendo, Pierre. ¿Ves ahora que tu razonamiento está equivocado?
—Entonces, la barrera que Coral mencionó... ¿también nos afecta a nosotros?
—Podría ser.
—¡Venga! Que dijiste que me harías saber cómo salir de aquí y hasta ahora sólo me tienes especulando.
—Está bien. Llevas razón en cuanto a que sólo podrás salir dependiendo de Coral. La barrera que mencionaste, tiene varios efectos y te aseguro que no existe solo ésta, sino que hay otras muchas, de hecho, una inmensa que produce unos efectos tan espectaculares como misteriosos, rodea una gran zona al sudoeste de las islas que vosotros llamáis las Bermudas. En el caso de esta isla donde nos encontramos ahora, la barrera nos permite adquirir forma enteramente humana... con piernas, sin escamas, y sobre todo, con aquello que nos permite jugar a...
—Sí, sí... ya sé.
—Fuera de ella, somos tritones y sirenas comunes y corrientes. Por eso vivimos ocultos y rara vez los marinos ven a uno de nosotros. Yo no sabía que también tiene el efecto de hacer navegar en círculos, o quizás... no sé, hacer virar y simultáneamente provocar la ilusión de continuar en línea recta... como fuere, que los navíos vuelvan.
—Entonces no hay tales apegos.
—No digas tonterías, que tus apegos se podrían ver desde la luna, Pierre. ¿Cómo vas a negar que hay apegos?
—Entiendo, lo dije mal. Quise decir que no fueron los apegos lo que nos hizo volver.
—Yo no estaría tan seguro, pues, ¿quién te ha dicho que el efecto devolutivo de la barrera no se produce si no es provocado por los apegos?
—Pero eso es especular, Kraken y tú lo sabes. Me has estado engañando y ya me estoy cansando de ello.
—Aquí el único que está fascinado engañándose a sí mismo una y otra vez eres tú, petit Pierre. Pero como ya veo que van demasiadas amenazas veladas de destazarme, vayamos al grano. Tienes que lograr que Coral vaya contigo para traspasar la barrera. Si él te acompaña, podrás salir.
Editado: 06.05.2018