El poder de Arabella

C A P I T U L O N U E V E

Al menos media hora después de que llegara Declan y estuviera interrogandome sobre lo sucedido, mi mamá me pidió que subiera y organizara una mochila con algo de ropa y cosas indispensables para que nos marcharamos de allí.

Subí y unos minutos después escuché pasos por el pasillo acercándosen a mi habitación, giré hacia la puerta y me encontré con él viéndome desde el marco de la misma,  dió los pasos suficientes para llegar a mi y con sus dos grandes manos agarró mi cara acercando sus labios a los míos y sucedió; el segundo beso ¡Y qué beso! Fué tan lleno de necesidad, sentí como mi seguridad al estar con él subía un poquito. Fueron unos segundos los cuales sentí muy cortos. Terminó de besarme y mordiendo mi labio inferior se alejó un poco, me abrazó contra su pecho con algo de cuidado y en ese momento me dí cuenta que había derramado un poco mis lágrimas.

– Me preocupé tanto cuando me llamó tu mamá – me dijo mirándome a los ojos – Lamento no haber podido protegerte. Por eso te voy a llevar con migo ahora – terminó de decir con decisión.

Yo solo negué con la cabeza.

–¿Y mamá?, no quiero dejarla sola, puede que ella sepa más que yo, pero tengo miedo–

Él también negó con la cabeza.

– Ella estará bien, mi padre le dará el refugio y la seguridad necesaria, ahora empaca lo que necesites por que nos iremos – Terminó de decir y me deparó de sus brazos dejando un casto beso en mis labios.

Me fui hasta el armario, lo abrí y saqué una gran mochila del fondo, la dejé en la cama para comenzar a buscar lo que iba a llevar.

– El irnos de aquí no es así de sencillo – le recriminé – hay que tener algún plan, no podemos tomarnos las cosas a la ligera – y recordé lo del "guardián" – ¿y como es eso de que eres mi guardián? – di la vuelta hasta donde estaba él para enfrentarlo. Tensó sus músculos y tomó aire.

– ¿Cómo sabes de eso? – me preguntó con total enojo y evidente sorpresa

– No te hagas el sorprendido, supongo que al decirme que me contarias todo lo que supieras eso también debía de estar incluido, y la enojada soy yo no tú. – terminé señalandolo.

– Eso es algo que no deberías de saber por ahora – iba a seguir hablando pero lo interrumpí.

– !¿Que no tenia que saber?¡. Esto me incluye a mi, ¡también lo tenía que saber! Como todo lo que me está pasando ahora. Pero nadie pensó en eso, simplemente dejaron que las cosas ocurrieran y no me dijeron nada y sabes ¿por qué? – le decía con toda la frustración he ira que tenia en el momento y con los ojos cerrados tratando de evitar llorar – ¡AHH SI! ¡POR QUE TAMPOCO LO DEBERÍA DE SABER! – Terminé prácticamente gritando, sentí como tomó mi brazo haciéndome abrir los ojos y viendo como todo lo que había en mi habitación flotaba y  rápidamente cayó haciendo un ruido estruendoso.

No lo vi a los ojos, no quería.

– Solo cálmate, y déjame explicarte el por qué. – me pidió con notable tensión.

Negué con la cabeza y me dirigí hasta mi baño.

– Este no es el momento para que me expliques por qué quisiste ocultarme más cosas, como todos. – Saqué la pasta dental, el cepillo de dientes y una peineta. – En otro momento lo harás, cuando yo no esté tan exaltada y estemos un poco lejos de aquí. – Cerré la mochila, tomé unos joggers blancos con unas líneas laterales negras y una musculosa azul del armario. – solo espero que tus razones en verdad sean válidas Declan. – aún estaba en el bra deportivo.

Me dirigí hasta el tocador, saqué unas toallas húmedas y comencé a limpiar mi cara y mis brazos para poder vestirme.

– Tenía miedo – confesó, detuve lo que estaba haciendo por completo para grirame hacia él – amor, temía que si te decia esa parte en especial no me ibas creer que en verdad me gustas. Y eso no tiene nada que ver, me gustas, en este momento no me voy a detener a decir cuanto y las razones. Solo no quería que pensaras que el ser tu protector era una constante para eso. – terminó de decir acercándose a mi. – no pienses más allá de eso, por favor. –

Lo besé, no sabía que más hacer. Él correspondió de inmediato.

– Es una razón muy válida Declan – le di otro beso corto, y terminé de limpiarme para dirigirme hasta mi cama.

– Lamento no decírtelo ese mismo día. –

Exhalé con fuerza y sentí como mis costillas protestaron, apreté mis dientes y se escuchó como sisié por el dolor.

– En casa tengo algo que te ayudará Para el dolor – me dijo Declan con notable preocupación.

Asentí – Date la vuelta un momento por fa. – pedí para comenzar a cambiarme. Quité con sumo cuidado el bra, tratando  de no levantar mucho el brazo derecho, elegí un brasier blanco me lo coloqué para posteriormente poner la musculosa encima, cambié rápidamente mis pantalones y las zapatillas. Aproveché que estaba de espaldas y saqué todo el dinero que tenía ahorrado dentro de una caja de tampones que había en la mesa de noche que tenía en frente, lo coloqué rápidamente en un bolsillo pequeño del morral. – Ya te puedes dar la vuelta – le indiqué – Creo que eso es todo. – suspiré con pesar.



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En el texto hay: destino, magia, accion y drama

Editado: 29.10.2018

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